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Ciudadanos y Administración, concurso de irresponsables

El tema «de moda» en España son los desahucios. Sí, digo «moda», porque desahucios los hay a miles desde hace muchos años y nunca ha sido objeto de la atención mediática-política como en estas últimas semanas, lo cual me lleva a sospechar que alguna razón habrá para que ahora pase a primer plano.
Desahucios. Bancos que echan a la gente de su casa… en cumplimiento de un contrato que esa misma gente firmó en su día para conseguir que ese malvado banco les diese un crédito (recordemos: banco te presta dinero, para que se lo devuelvas a lo largo del tiempo con unos intereses; si no lo devuelves…) con el que adquirir una vivienda. Y ahí tenemos a muchos enarbolando las banderas de que «los bancos son terribles» y que la «pobre gente» está «indefensa». Que debería intervenir la Administración para frenar el «abuso» y la «estafa».
En el fondo, lo que están diciendo es «como la gente es incapaz de tomar decisiones razonables por sí misma, como somos medio imbéciles, que venga alguien a tutelarnos». Un pensamiento demasiado extendido, y que a mí me resulta insultante. «No confío en que usted sepa ahorrar para cuando sea viejito, así que ya le quitamos parte de sus ingresos ahora para darle una pensión». «No confío en que usted sepa ahorrar en tiempos de bonanza para cuando vengan mal dadas, así que le quito sus ingresos para dárselos en forma de prestación después». «No confío en su buena fe, así que le quito el dinero de sus ingresos para redistribuirselo a otros». Añadamos ahora el «no confío en que usted sepa lo que firma cuando pide un préstamo hipotecario a 30 años, ni en que haya tenido en cuenta todas las visicitudes que pueden producirse en ese periodo, así que que alguien intervenga».
Lo peor es que cada día nos encontramos con comportamientos que demuestran que, efectivamente, «la gente» es bastante incapaz de tomar decisiones sensatas. Así pues, parece que la idea de la Administración intervencionista se justifica… si no fuera porque también se demuestra cada día que la Administración es ineficiente (¿cuántos euros se pierden para alimentar su mera existencia?), y bastante torpe en la toma de decisiones. Y eso sin mencionar, claro, corrupciones, mangoneos y arbitriariedades al servicio de otros poderes. Que en conjunto transforman una idea «buena» (aunque a mí me sigue resultando insultante que me consideren incapaz) en una idea lamentable.
Así pues, nos enfrentamos a un dilema. ¿Dejamos que los ciudadanos, en el libre ejercicio de su voluntad, tomen sus decisiones y apechuguen con sus consecuencias? ¿O en la medida en que creemos que son incapaces, hacemos que los tutele una Administración que se demuestra igualmente incapaz?
¿Es peor la sartén, o el fuego? ¿Hay alguna alternativa?
PD.- Imagino que habrá decenas de tratados políticos al respecto, con unos que dicen una cosa y otros la contraria… o sea, que estamos en las mismas.

9 comentarios en “Ciudadanos y Administración, concurso de irresponsables”

  1. Buenas:
    En parte estoy de acuerdo contigo, siempre he sido un gran defensor de la responsabilidad individual, pero en tu razonamiento veo algunos problemas.
    Es bien cierto que la gente ha firmado hipotecas imposibles con muy poca cabeza, pero también es cierto que los bancos, los cuales llevan muchos años con grandes beneficios han tenido que ser rescatados con dinero público. ¿Acaso estos bancos no tienen también su responsabilidad?
    Si nos basamos en leyes de mercado, que sean para todos. Esto también implica que un contrato hipotecario tiene que ser un acuerdo y para que esto sea posible las dos partes tienen que tener capacidad de negociación, cosa que no sucede en nuestro país. Este punto ha sido señalado por la UE en varias ocasiones, así com opor el FMI.
    Tampoco tenemos que olvidar que en este país las personas no puede acogerse a ningún tipo de quiebra, por lo que una deuda te acompañará toda la vida, cosa que tampoco le pasará a una empresa o a un banco.
    Resumiendo, si, creo en la responsabilidad personal como base fundamental para el funcionamiento de la sociedad, pero para que esta premisa sea válida, las leyes tienen que asegurarse, que esa libertad es real y que no estamos a merced de otros con mas poder. Y sobre todo, lo que no puede ser, es que siempre se legisle (se intervenga el mercado) a favor de los mismos.
    Un saludo
    Jose Manuel Voces

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    • José Manuel, estoy de acuerdo contigo. Responsabilidad y «que apechugue» todo el mundo. Si un banco se tiene que «comer» activos inmobiliarios depreciados… su problema. La cuestión es que aquí, en vez de resolver un problema, lo que hacemos es acumular dos… y eso no suma un acierto. Y los «paganos» de todo, al final, los gilipollas que no tuvimos deudas y sí pagamos impuestos con los que «rescatar» a unos y a otros.
      En cuanto al poder de negociación, discrepo. No estamos en un escenario de banco único, hay multitud de oferta (como bien saben los que recorrían sucursal tras sucursal subastando su hipoteca). Por no mencionar, claro, la libertad de «no contratar un préstamo hipotecario»… que parece que hipotecarse fuese obligatorio.
      Me parece normal que una persona no pueda quebrar. Al fin y al cabo, las empresas que quiebran liquidan su patrimonio… y desaparecen. Sin embargo la persona permanece, no puede «desaparecer». Algo que, por otro lado, no estaría demás tener en cuenta a la hora de endeudarse.
      En definitiva, creo que son matices y que no estamos tan lejos en nuestros razonamientos. Pero a mí lo que me irrita es esa actitud de que siempre hay un «pero» que sirve de justificación. Todo sea con tal de no asumir cada cual la responsabilidad de nuestros actos.

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  2. 100% con José Manuel.
    Y sí, tal vez tú o yo tendríamos cabeza para ahorrar en bonanza, para no meternos en créditos que no vayamos a poder devolver, para asegurarnos la vejez… Pero por desgracia, eso no es así para todo el mundo. Hay mucha gente que tiene derecho a vivir pero que necesita ser tutelado, no solo por razones humanitarias, sino también por la paz social. Quiero decir, ese mismo que te firma una hipoteca sin garantías, después te saca una navaja y te levanta tu dinero, por listo.
    El mundo no solo tiene que funcionar bajo leyes económicas, también ha de funcionar por leyes humanas o no llegaremos a nada jamás.

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  3. Raul, respecto a la quiebra, en muchos paises de nuestro entorno si se contempla la posibilidad, bien mediante quiebra como en EEUU o bajo leyes de segunda oportunidad como en Francia por ejemplo.
    Como bien dices pensamos parecido, solo que por mi lado estoy un poco quemado de que todas las leyes se hagan beneficiando a los mismos.
    Por otro lado, respecto al poder de negociación, me explico un poco mas.
    Es cierto que tenemos la posibilidad de ir a un banco u otro, pero a no ser que seas un actor importante lo único que puedes hacer es aceptar sus condiciones o no aceptarlas.
    Como tu bien dices, nadie te obliga a firmar una hipoteca, pero no debemos olvidar que desde los poderes del estado se ha incentivado esta opción frente al alquiler, y esto te lo dice alguien que lleva 12 años de alquiler, pagando en ocasiones el importe total de la letra de la hipoteca al arrendatario. De todas formas en Madrid, donde vivo si existe un mercado amplio de alquiler, pero esto no es así en todos los lados, y pienso en mi Málaga natal, donde la mitad de los caseros no quieren inquilinos todo el año porque con los de verano sacan lo mismo que con uno todo el año pero con muchas menos preocupaciones.
    Todo esto va a parar al mismo sitio.
    Si, quien ha vivido por encima de sus posibilidades tiene que pagarlo, pero si estoy rescatando un banco con MI dinero, no veo lógico que ese mismo banco desahucie a gente que indirectamente es la que le está financiando.
    Luego tenemos la parte que comenta Ale. Las leyes no se deben hacer pensando solo en la economía, se deben hacer pensando en su función social y en el tema legislativo las personas físicas estamos desamparadas en comparación con las empresas, sobre todo con las grandes.
    PD- Me acabo de dar cuenta de que eres @rahego.. te sigo hace tiempo por twitter. un saludo de @weekend06

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  4. José Manuel, con respecto a que «el banco rescatado públicamente que no desahucie», estoy 100% de acuerdo (bueno, 99%; falta el «no debería rescatarse ningún banco»…)
    En todo caso, fijaos que el planteamiento original del artículo no era tanto «que no haya Administración y que nos dejen decidir» (aunque si tuviera que elegir entre A o B posiblemente estaría más por esa labor), sino que yo mismo asumo que en muchas ocasiones, como «colectivo ciudadano» no merecemos ese derecho porque no somos capaces de usarlo.
    Lo que hago es lamentarme de que la alternativa tampoco parece que sea buena, que es tan errática como puede serlo cualquier individuo, además de ineficiente y sujeta al latrocinio (aquello de «lo que es de todos, no es de nadie»).
    Tengo claro que ninguna de las altenativas es buena. Pero no tengo claro cuál es la «menos mala»

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  5. Pero, ¿no estamos haciendo la casa por el tejado? Todo este tema de los deshaucios no es nuevo, había gente que se la deshauciaba en el 2004-2005, etc. por las mismas razones que ahora…
    Yo recuerdo haber visto algún programa debate hablando de estos temas, y que si los subasteros, etc…
    Lo que es nuevo es el número, es decir, antes eran menos… Y «la alarma social», que siempre depende de alguna «historia de valor humano» que salga en los medios.
    Si seguimos en la idea de «ir tirando hasta que pase la crisis» lo máximo que vamos a poder hacer es retrasar todos estos dramas hasta dentro de dos años. Y no creo que mágicamente dentro de dos años la gente que a día de hoy va a ser deshauciada vaya a estar mejor. Así que, para variar, patada hacia delante y ya veremos…
    Me recuerda a la ayuda de 400 euros. Otro parche «para pasar el bache» que se acaba y ¿entonces qué? El mismo drama, agravado y menos dinero en la cartera.
    Veo muy pocas ganas de reformar y muchas de poner paños calientes. Mucha (falsa y retórica) red social y poco explicar que hay que asumir cambios en lo personal. Y es que, por injusto que nos parezca, es inasumible que nos saquen las castañas de fuego. Podemos ornamentarlo todo lo que queramos, pero las tan manida protección estatal es muy reducida (cada vez menos) y dispersa… ¿Qué pretendemos? ¿Qué nos perdonen la hipoteca? ¿Que dejemos de pagar y no pase nada? Los bancos, de hecho, ya están bastante tocados y, si ahora se les obliga a que no intenten recuperar parte de sus pérdidas mediante ejecuciones inmobiliarias, van a necesitar más dinero (o quebrar, que aunque sea «lo que nos pide el cuerpo», no está claro que sea mejor).
    Lamentablemente, aunque cambiemos las leyes y vayamos a un escenario más «a la americana» (lo cual es inviable que sea retroactivo), donde se puede declarar uno personalmente en quiebra (lo cual no es ningún chollo, por cierto, olvídate del acceso al crédito para tooooda tu vida) y existe la dación en pago, eso también tiene efectos sobre la economía, el acceso al crédito y demás. Aparte que la dación en pago te deja en la calle igual.
    Todo esto son casos complejos, donde creo que se juega mucho con falsas e irrealistas expectativas («como estamos mal, vamos a poder dejar de pagar la hipoteca, que tanto nos agobia») y el golpe de la realidad se hace durísimo. Y mientras, no queremos enterarnos que, da igual las buenas palabras, estamos básicamente solos y somos responsables de lo que hayamos firmado, lo entendamos completamente o no…

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  6. Pues yo estoy muy de acuerdo con el planteamiento original de Raúl, será porque siempre he intentado estudiar todos los escenarios futuros posibles de mis compromisos. A veces me ha tocado perder (normalmente «toca» más veces perder que ganar) y me ha molestado como a todo hijo de vecino, la verdad que jamás he esperado que ningún gobierno ni ser superior me sacara mis castañas del fuego. Ya lo decía Homero: «desconfía de los griegos cuando vengan con regalos»
    Me encantaría tener la opción de elegir a título individual cómo y cuando pago mis impuestos y si opto por una sanidad pública o privada. En España es inviable porque somos los amos de la picaresca.
    Por cierto, que yo sepa, a los Bancos no les hemos dado nada, se lo hemos prestado. Ah! También la Ley contempla la «quiebra» o concurso de acreedores para las familias, no se aplica a las hipotecas, pero sí al resto de deudas financieras o personales.

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  7. Sobre el tema de los desahucios me asusta es la figura «violenta» en la que se hacen; digo eso de policías, cerrajero, juez, sacar tu vida en 5 cajas y si hay niños o personas mayores, pues el escenario es deprimente y traumatico.
    A veces creo que nos sentimos impedidos en decir nuestra verdadera opinión porque de alguna manera creemos que es algo que nos puede llegar a pasar o a nuestra familia y luego nos tenemos que comer nuestras palabras.
    Todo lo anterior para decir que en una reunión ( en un minuto de brutal honestidad, a lo Jerry Mcguire) se me ocurrió decir: que si había trato diferente con los que no pagaban su hipoteca, entonces los que si pagaron, los que si apechugaron durante años; y no se compraron la tele de plasma, ni cambiaron de cochazo, ni se fueron de vacaciones a destinos exóticos, entonces cual es el premio? no aparecer en el Asnef? ………yo creo que en términos financieros deberían tener compensación o sino es una situación desequilibrada para el que si pago su deuda.
    Bueno ni que decir que en la reunion me cayeron todos encima.

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  8. Me uno a este interesantísimo debate.
    Vamos a ver, mucha gente que ganaba un «sueldazo» de 1000 euros al mes se hipotecó por 40 millones de pesetas cuando aquello era un verdadero disparate y ellos mismos lo sabían pero no quisieron escuchar. Los bancos tampoco quisieron perderse ese negociazo donde o ganaban (recuperaban dinero más intereses) o ganaban (recuperaban parte del dinero y encima se quedaban un piso que podían vender más caro). En ese caso el hipotecado fue un completo irresponsable y ciertamente, aunque suene duro, no tiene derecho a quejarse pues se metió en un jardín donde nunca debería haber entrado. El banco, por su parte, fue terriblemente malvado (o algún calificativo peor) pues sabían a ciencia cierta que el hipotecado no terminaría de pagar nunca la hipoteca y aún así se la concedieron.
    Sin embargo Raúl, como autónomo que eres sabes perfectamente que el crédito es necesario para prosperar en el caso de la inmensa mayoría de las empresas. El sistema está montado así. Es necesario correr riesgos. ¿Por qué no iba a ser así en el caso de una persona? Una persona quiere prosperar teniendo casa propia, que por muy europeos que queramos ser, es más ventajoso que vivir alquilado en la mayoría de los casos. Hubo mucha gente que se hipotecó de una manera razonable, que calculó qué capacidad de endeudamiento tenían, que miraron con lupa el precio del piso, dieron una buena entrada, buscaron la hipoteca con mejores condiciones… pero no por ello dejaban de correr un riesgo… Con esta horrible crisis ellos han perdido también su apuesta pero me resisto a meterlos en el mismo saco que los que se hipotecaron alegre e irresponsablemente. Creo que merecen que de alguna forma se les dé una oportunidad. Porque son gente que tienen capacidad de solucionar el problema que tienen, pero necesitan algo más de tiempo. Es que por esa regla de tres mejor no te compres un piso hasta que puedas pagarlo a tocateja y eliminemos el crédito de nuestras vidas.

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