Hoy he recibido un email en el que una entidad financiera (Bankinter, en concreto) hacía una «conblogatoria«: una invitación a un evento para «conocer con carácter exclusivo la estrategia y los nuevos servicios en web 2.0». Pues muy bien. No diría que es «spam» (como sí me pareció en el caso de Nokia, que no tenía nada que ver conmigo) porque no deja de ser una temática en la que podría estar interesado (aunque lo cierto es que tampoco he dado nunca mi dirección de email a Bankinter con este objetivo; por lo que la probabilidad de que forme parte de una «lista de distribución» que han recopilado sin más es elevada).
Pero bueno, que dejando al margen ese detalle de la procedencia de mi dirección, hay una serie de cosas mejorables en la invitación; partiendo del hecho de que puede ser una temática interesante, hay algunos puntos que hubieran incrementado mucho las probabilidades de asistir al evento.
- ¿Quién manda el mail? Lo manda una persona a quien no reconozco. No sé quién es. Por ese nombre y esa dirección no figura en mi archivo de email. Quizás sea alguien que me conoce (¿un lector del blog? ¿un follower de twitter?), pero así de buenas a primeras… para mí simplemente es «alguien del departamento de comunicación de la entidad financiera». O sea, cero vínculo personal. Si te invita un amiguete a una cosa de estas, es mucho más probable que vayas que si te invitan «corporativamente».
- Tampoco hay ninguna presentación ni mensaje personal. No hay un «hola, soy fulanito, nos conocemos de…» (algo que me permitiese «reconocer» a esa persona, o situarla mínimamente) o «hola, soy fulanito, no nos conocemos pero sabemos que en tu blog X tratas temas de…» o «me ha hablado menganito de ti y por eso creo que puede interesarte…». No hay nada que permita contextualizar el mail, saber por qué me llega. Una invitación «estándar», supongo que la misma que han enviado a otros cuantos.
- Finalmente, me llega la invitación un martes… para un evento que es el jueves. Hombre, no sé; yo creo que si realmente se tiene interés en que uno vaya a un sitio, se le invita con una cierta antelación, ¿no? A mí desde luego (y más teniendo que hacer desplazamiento) las convocatorias de un día para otro no tienen muchas probabilidades de convencerme; qué menos que una semana para poder hacerte una composición de lugar, decidir si vas o no vas, organizarte…
En definitiva, que si fuese algo que me interesase mucho, mucho, seguro que obviaría este tipo de cosas e iría. Es decir, que no voy porque no me interesa, no porque sea un integrista. Pero estoy convencido de que hay mucho que mejorar en la relación con los bloggers. No se trata de «poner un blogger en tu evento«, así sin más. Si se quiere una relación provechosa con los bloggers (que seguro que puede existir) es necesario enfocarla con una visión de largo plazo, cuidando la relación con ellos a lo largo del tiempo. Si se buscan resultados a corto plazo y de “bajo coste” (sin invertir el tiempo y el “cariño” necesario para fraguar una buena relación), es difícil conseguir nada demasiado interesante.
PD.- Me doy cuenta de que me estoy convirtiendo en un poco cascarrabias con este tema (no diría que llorón, sino quizás demasiado tiquismiquis) y que a este paso ninguna empresa va a querer invitarme nunca a nada… pero es que… no tengo interés en que departamentos corporativos de empresas con las que no tengo ninguna relación «me usen» para sus fines. Yo quiero tener relaciones con personas, no con «empresas». Si de esas relaciones personales deriva un componente empresarial, no tengo ningún problema. Pero son las personas lo principal, lo relevante.
Actualización: esta tarde me ha llamado Dioni Nespral, para contarme (sin haber leído este post) que él había sugerido mi nombre (imagino que el de otros cuantos más). Fíjate si no hubiera cambiado la película (aparte de lo de los dos días de antelación, que me parece poco prudente en todo caso) si en el mensaje te dicen «hola, soy fulanito de Bankinter, Dioni Nespral nos ha hablado de tí porque cree que podrías estar interesado en este tema»).
Raúl, si tú no sabes por qué te han invitado imagínate yo que soy un mero espectador y también lo han hecho conmigo.
A mi me llama la atención y voy a intentar ir. Ya contaré.
Hola Raúl…a mí también me invitaron con la misma invitación que a ti.
Lógicamente, tampoco iré ya que es en Madrid y me avisaron con 2 días de anticipación. La carta tenía buen rollito y la acción en el fondo creo que está bien, el problema está en la forma que la han hecho
Si, hubiese cambiado de verdad: yo trataré de ir sólo porque Dioni comentó este extremo… de otra manera, no hubiese ido.
Raul
Gracias. Realmente ayer me llamo Monica de la Fundacion Bankinter para invitarme y le propuse contactar con algunos bloggers y asi lo hice personalmente con 10 de ellos. Pero no sabia nada de ello, ni tenia ni idea de la convocatoria, ni logicamente estaba dentro del tema, ni de los que propusieron o «eligieron» la lista.Fue una accion personal que hice por el aprecio q tengo a Monica.
Hoy hemos estado alli y la verdad es que al menos han sido hunildes y han reconocido su error.
Yo queria echarle un cable a Monica porque es una excelente profesional, compañera mentora en el programa MET del IE.
Por cierto, le he dicho q lea tu post, poorque en el se resume perfectamente como se debe actuar.
Gracias de nuevo.nos vemos!
Saludos
Sobre lo de avisar con dos días de antelación estoy seguro de que los primeros perjudicados son los profesionales a los que se les ha encargado la convocatoria. Tiene poca explicación pero por alguna razón las grandes empresas tardan semanas en decidir las cosas y luego quieren que se hagan (bien) en dos días.
Comparto contigo el enfoque de «personas» en lugar de corporaciones, el problema es que supone poner del revés a las empresas, que llevan décadas haciendo que sus empleados sean meros brazos ejecutores sin personalidad ( en la mayoría de los casos )
Se me ocurre que sería un bonito debate que algunos de estos profesionales entrarán en esta conversación a dar su punto de vista.
saludos
Javier, sin duda sería un bonito debate. Y entiendo que en la cadena hay muchas personas que no tienen responsabilidad, que tienen que cumplir con lo que les dicen, con los plazos que tienen, etc. Pero no es menos cierto que alguien, en algún sitio, toma la decisión. Son esos los que tienen que darse cuenta de que las cosas hay que hacerlas mejor.