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El móvil en las reuniones

Me ha tocado verlo unas cuantas veces. Procuro siempre, antes de entrar en una reunión, silenciar el móvil. Si por casualidad se me olvida hacerlo y me acuerdo a mitad de reunión, lo hago inmediatamente y tengo una enorme sensación de alivio: «menos mal que no ha sonado». Si me llegase a sonar, cosa que no ha pasado nunca afortunadamente, me moriría de la vergüenza: me parece una falta de respeto.
Así que luego están los otros, los que no solamente no lo apagan, sino que cuando les suena lo cogen y atienden la llamada interrumpiendo la reunión en la que están físicamente. Ahí, siento ganas de ser Darth Vader…

Visto en Microsiervos

4 comentarios en “El móvil en las reuniones”

  1. La semana pasada estuve en una reunión en la que uno de los asistentes por parte del cliente se pasó la reunión mirando el móvil. El tío estaba atento a la conversación, pero daba muy mal efecto. Por supuesto, cuando le llamaron (un par de veces), lo cogió y salió de la sala.
    Pero tengo una gerente que no sólo no apaga el de trabajo, sino que también deja encendido el personal… y llegado el caso lo coge! Entonces es cuando yo me muero de vergüenza… porque me pasa exactamente lo que a ti, de hecho procuro silenciarlo cuando salgo de la oficina para ir a la reunión.
    salu2

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  2. Esta a la orden del día, como pasarse toda la reunión consultando/contestando email, sms con la pda de turno. A mi esto me indica además de una falta de respecto hacia los demás, que pasa mucho del tema. Cierto que a veces tenemos reuniones que «no valen para nada» y podríamos estar adelantando trabajo, pero no procede…
    Igual es la gama de sonidos de los teléfonos. Creo que hay que tener un poco de respecto por los compañeros.

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  3. Como la mayoría de los hombres, y a diferencia de las mujeres, estoy limitado a no poder realizar más de una tarea a la vez de forma simultánea (las mujeres, en cambio, son multipuesto-multitarea). Esto hace que no pueda conducir y hablar por teléfono al mismo tiempo (ni con el manos libre siquiera) sin poner en riesgo mi vida y las de los demás, y por supuesto a no poder tener un teléfono encendido y atender a lo que sucede en una reunión.
    Lo que pasa es que los tiempos están cambiando y los hijos de las videoconsolas, de messenger, de los sms funcionan de otra manera: los (muy) jóvenes son incapaces de atender durante más de un minuto seguido a cualquier tarea pero, por otro lado, pueden atender a cinco tareas de forma simultáneamente (chatear, enviar un sms, ver la TV, escuchar música y, en menor medida, escuchar tus recomendaciones sobre sus tareas domésticas).
    Lo del teléfono en las reuniones me parece una falta de educación pero… ¿no será que estoy pecando de inadaptado?
    Un abrazo

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