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España, ¿qué puedo hacer por ti?

Veo a España mal. Muy mal, en muchos sentidos. No pienso sólo en una determinada situación económica, que sin duda es mala ahora como lleva siendo mala ya varios años. Y sin visos de solución, porque los problemas son y han sido siempre estructurales y nadie se atreve a meterles mano, a definir un proyecto de país. Pero la situación económica es, en el fondo, un síntoma. Síntoma de un sistema que no funciona, de instituciones que han perdido la confianza de los ciudadanos. Políticos de uno y otro signo que demuestran, cada vez que tienen oportunidad, una indigencia moral e intelectual alucinante. Gobierno y oposición, sean del color que sean, provocan vergüenza ajena. Los medios de comunicación (o de manipulación) conchabados con el poder político y económico para adormecer a la gente. Una justicia lenta, cara, moldeable según los intereses. Unos sindicatos ridículos. Y así todos.
Pero el problema no sólo está en «ellos». También de un colectivo ciudadano, en una sociedad civil, que comparte al 100% de las responsabilidades y que es el sustrato de todo lo que sufrimos, aunque gustemos de mirar para otro lado (los malos siempre son «los otros», los especuladores son «los otros», los corruptos son «los otros»… ¿nosotros? Sin mácula, hombre, faltaba más). Veo muy poca autocrítica, muy poca reflexión… y a cambio mucha demagogia de todos los colores. Todo son derechos, obligaciones las justas. Y la sensación de que a los pocos (o muchos, da igual) que se toman la molestia de hacer análisis serios, reposados, ponderados… nadie (ni a nivel institucional, ni a nivel ciudadano) les hace ni puto caso.
Me entristece esta situación. Y no sé qué hacer. Yo también me sentí, hace un año, «indignado». Compartía la sensación con muchos otros de que «esto no funciona». Llegué a estar sentado en una plaza de mi pueblo, con gente variopinta, tratando de expresar ese hartazgo. Pero todo aquello se diluyó. Entre unos que quisieron aprovecharse del movimiento para capitalizarlo a su favor, otros que procuraron (y creo que lograron) desacreditarlo centrando los focos en los elementos más «llamativos» o pintorescos (los «violentos», los «hippies», los «radicales»…), la propia dificultad de encauzar ese sentimiento en algo más operativo… ¿qué queda del 15M? Personalmente, frustración. La sensación de que ahí había una energía por cambiar cosas que se ha perdido.
¿Qué hacer? ¿Qué puede hacer alguien como yo, y como tú? Las «protestas callejeras» tienen para mí un componente de «derecho al pataleo», pero nada más; si sólo se quedan ahí no sirven de nada, pero darles continuidad productiva es muy difícil, y yo al menos no sé cómo hacerlo. La explosión violenta de algunos desde luego no aporta nada positivo. Otros se lo toman con humor, mucha ocurrencia y mucho ingenio… como meras vías de escape, pero de nuevo sin ningún efecto.
¿E intentarlo desde dentro del propio sistema? Afiliarse a un partido implica por definición acatar todos los procedimientos del «aparato». El que se mueve no sale en la foto, así que la lógica consecuencia es que nada bueno puede salir de los propios partidos, que están diseñados para replicarse a sí mismos. ¿Hay espacio para movimientos ciudadanos «al margen de los partidos» (tipo agrupaciones vecinales que acaban constituyéndose en partidos locales, por ejemplo)? A veces pienso que sí, aunque soy tan crítico con la condición humana (y de los españoles especialmente) que tengo la sensación de que cualquier colectivo de este tipo tiende a «pudrirse» más pronto que tarde (no hay más que ver lo que nos cuesta ponernos de acuerdo en una comunidad de vecinos…)
La tentación es (y confieso que tiendo más a esto) «pasar de todo». Ir «a lo mío», preocuparme de mi actividad profesional, de mi familia y de «los míos», procurar que «lo común» me roce lo menos posible… y el día que la cosa se ponga muy fea, coger un avión y buscarme la vida donde haga falta. Que le den por culo a España.
Pero me resisto. Se tiene que poder hacer algo.
Pero me angustia no saber qué, me angustia saber que este es un problema que no es de hoy sino que se remonta décadas y siglos atrás, me angustia pensar que gente mucho mejor que yo ha tenido la cabeza puesta en esto y no consiguió nada.
España, ¿qué puedo hacer por ti?

15 comentarios en “España, ¿qué puedo hacer por ti?”

  1. Tío, que pesimista…
    Te digo que haré yo: seguir trabajando para conseguir cada vez más resultados de los cuales me llevaré unas migajas en foma de salario.
    ?Te parece pesimista mi mensaje? Pues no lo es, pues mi marca personal (y la de mi empresa) aumenta en mucho más de lo que valen esas migajas.
    Soy un privilegiado que puede mejorar las actividades, procesos y proyectos que se le encomiendan y no voy a dejar de mejorar mi país por esta vía.
    P.S.: si tienes alguna otra manera, cuenta con uno más 😉

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  2. Emigrar. Es lo que acabarán haciendo los que valen. Lo harán sin decírselo a nadie (no como esos que se les llena la boca todos los días diciendo que se van y no saben idiomas y no saben de nada). Los que se marchan lo hacen en silencio, reconociendo que esto ya no tiene remedio y mejor saltar del Titanic antes de que se hunda del todo.

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  3. Se te ve el plumero a leguas.Que si los politicos,los ciudadanos,sobre todo los ciudadanos…Pero nada del autentico poder,el poder economico,nada de unos medios de comunicación que pertenecen a ese poder y los utilizan para desinformar y defender los intereses de los dueños del gran capital.Nada de nada.
    Y te quejas de lo que fue el 15 M.Pues yo pienso lo contrario.Yo creo que el 15 M en sus origenes estaba manipulado y a los manipuladores que dirigian el cotarro se les fue de las manos y este se radicalizo.Asi que yo aprecio en el 15 M mas radicalizado y desacomplejado precisamente la falta de manipulación de los que dirigian el cotarro al principio.
    Y logico que acabes pensando como lo que comentas al final.Los que siempre hemos estado luchando,siendo una infima minoria,plantando cara a un sistema economico injusto,sufriendo una represión brutal,no caemos en el pesimismo porque luchamos por principios.Si reconocemos que un sistema es criminal,inhumano y que pone en peligro a la especie humana a medio plazo pues solo queda combatirlo y si una persona tiene dignidad,conciencia y un minimo de empatia y compasión ni se planteara abandonar esa lucha porque no concibe vivir dando la espalda a la realidad.Y seguramente porque ya se ha acostumbrado despues de muchos años a resistir sin esperar a cambio una pronta victoria.
    Claro que a lo mejor no todos luchan contra lo mismo ni buscan los mismos cambios.Unos se conforman con cambios cosméticos y otros van a la raiz.Unos se quedan con ridiculos discurosos ciudadanistas,con el mantra «todos somos culpables» y mirando al dedo en vez de lo que este señala hablando de sindicatos,partidos politicos…y otros señalamos a quien mece la cuna,por que lo hacen y como.

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  4. Merece la pena aplicar esa autocrítica que comentas a uno mismo. Si quieres ayudar empieza a cambiar desde lo individual a lo colectivo. Puedes hacer uso político de tu dinero, gastándolo en productos y negocios éticos. Súmate al movimiento ciudadano que más te ilusione y pasa de la protesta a la propuesta. Hay más de 5 millones de personas en paro, pon tu cabeza y tus manos a trabajar al servicio del bien común. ¿sabes llevar un blog? pues ofrécete a crear o gestionar el de la asamblea de parados de tu pueblo. Aporta tu conocimiento, tu trabajo, tu solidaridad, tu ilusión. Aprende a trabajar en equipo, a gestionar conflictos, a afrontar retos. ¿ya sabes hacerlo? pues aporta tu experiencia y conocimiento a otras personas y colectivos. Se trata de superar la falacia de no hay solución y de aportar ilusión, calidad y trabajo en equipo. Ale, pues ya tienes ideas, animo!

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  5. Francamente, emigrar. Ésto no tiene remedio, es demasiada gente la aborregada. El 15M lamentablemente no representa la mayoría, la mayoría sigue prefiriendo que venga alguien y lo arregle, o que con el tiempo «pase el temporal». No tenemos educación ni intención de tomar las riendas de nada. Así que vete. Yo si pudiera lo haría.

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  6. No creo que el discurso sea para nada pesimista, al contrario, si se resiste al derrotismo y al individualismo es porque piensa que alguna solución tenemos que acabar encontrando, solos o agrupados. Pero la tarea no es fácil.
    Toni, en mi humilde opinión, podemos seguir esforzándonos y trabajando por nuestro proyecto personal o nuestra empresa, pero si el resto se va hundiendo cada vez más, los resultados positivos simplemente son imposibles, no hay clientes, usuarios ni nadie susceptible de compensar nuestros esfuerzos. No sé cómo mejoraría así un país que se parece cada vez más a un decorado de un Western.
    Pero también me uno si encontráis la fórmula mágica, o la lancha… 🙂

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  7. ¿Pesimista?… yo pienso que eres realista: Esta historia que relatas sobre las dificultades; el conformismo de los ciudadanos al quedarse con los brazos cruzados; las injusticias del sistema y la incompetencia de los políticos que prometen campaña tras campaña cambiar el rumbo del país, como si fuera posible lograrlo sólo con un poco de carisma y en un periodo tan corto, se me hace muy conocida, porque en otro lado del mundo la historia no es muy diferente, lugar en donde yo siendo un joven con ganas de superarse lucha día a día contra las variadas dificultades que nos ofrece el sistema de mi país para poder sobresalir. Al igual que tú, también comparto la angustia de saber que los problemas que existen no son de 5 o de 10 años atrás y mucho más me angustio al saber que ha habido personas activas en movimientos fuertes con intenciones de cambio y que al final de cuentas se han quedado en nada. Finalmente si en el último de los casos mi intención es emigrar, pero sé que ahora tampoco es la mejor opción, entoces me quedaré, me prepararé y trabajaré por mí y mi familia y trataré de aportar un poco al cambio de mi país, pero mientras tanto mi pregunta seguirá siendo: México, ¿Qué puedo hacer por ti?

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  8. Raúl, no seas tan pesimista. Si tienes conciencia social y política, da un paso adelante. Muchos ya lo hemos hecho, y estamos intentando cambiar la situación, desde dentro del sistema, y respetando la Constitución. Es duro, difícil, y a largo plazo; pero para que la situación cambie, alguien tiene que empezar a hacerlo, y ya lo estamos intentando. Aunque nos quede mucho por delante, merece la pena intentarlo, y no podremos decir que no será por pasividad nuestra que todo se vaya al carajo. Más información… en privado.

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  9. Bueno, veo dificil el cambio, pero solo por una razón: No se quiere cambiar.
    Por un lado hay una gran masa que espera que «todo vuelva a ser como antes». Y eso no va a ocurrir.
    Por otro, veo una serie de grupos que se están beneficiando de la crisis, y de la situación. Y ejemplos hay, de listillos que aprovechan su posición para embolsarse dinero (Para ver nombres, mirar cualquier periódico de los últimos meses), manipulacion de la justicia en función de intereses, beneficio de grupos amigos (joder, pero si hasta a los defraudadores les van a perdonar sus delitos, mientra a los demás nos clavan), etc…
    Creo que en esta situación hay gente que se está beneficiando mucho. Se les ve… Políticos, directivos de empresas, banca,… ¿Que están haciendo?
    ¿Como puede ser que directivos que han llevado a la intervención a Cajas de Ahorros, pretendan, además, por vía judicial, cobrar una serie de indemnizaciones millonarias?.
    Esa gente no quiere cambios. Así están muy bien.
    ¿Que se puede hacer por España?. Pues no lo se. Tengo claro donde está el problema: Los políticos, los poderes económicos, la banca específicamente, la justicia, y los medios de comunicación. Y es muy dificil cambiar todo esto. Sobre todo porque estos colectivos se resisten al cambio.
    Está muy bien poner cada uno su grano de arena para que esto salga adelante, pero para eso yo pido antes se limpien y saneen otras cosas.
    Si yo hago un esfuerzo quiero ver que no sirve para beneficiar personalmente a otros. Un ejemplo, si a mi me suben el IRPF, no quiero ver como a los defraudadores se les perdona su delito.

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  10. Raúl, eres un valiente expresando tus opniones en público y por ello te admiro. Ojalá yo me atreviera a tanto!
    No puedo ayudarte a encontrar tu respuesta, pero ya tienes la pregunta bien formulada, con ello está la mitad del camino andado, además no existe «la» respuesta correcta, salvo para los talibanes.
    Con tu reflexión en voz alta estás logrando que más personas se apropien de ella y quizás, hallen su respuesta.
    Gran contribución, sin duda.
    Un abrazo,

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  11. Realmente complicada la respuesta que planteas, si es que realmente existe.
    Generalizar cómo somos como pueblo, extender los tópicos sin distinción o diseñar soluciones únicas, solo sirve para seguir alimentando este baile de la confusión en que estamos inmersos.
    Del mismo modo que nunca me creí que este país fuera lo que hace unos pocos años nos querían hacer ver cuatro iluminados y una serie de crápulas del sistema, ahora me resisto a aceptar que somos la escoria que propagan cuatro necios y una serie de hampones que aprovechan el río revuelto paravsu propio beneficio.
    Respeto a quien decide marcharse fuera si en ello le va su propia subsistencia o la de sus seres próximos, pero aquí lo que hace falta es más capitanes dispuestos a ser los últimos en abandonar el barco, mientras siguen luchando cada día por intentar salvarlo, a base de esfuerzo, inteligencia y trabajo en equipo.
    No es solo cuestión de poner las dos mejillas, pero empecemos por asumir cada uno de nosotros nuestra propia misión, trabajar si esperar recompensas y, a partir de ello, exijamos que se depure el sistema, se eviten los excesos y se cree una sociedad más justa y con menos diferencias entre ricos muy ricos y pobres muy pobres.
    Y esto, amigos, no es un sermón. Esto es el único camino que siempre hemos tenido la gente del pueblo llano. Todo lo demás, que consista en denunciar un problema y no aportar alguna solución, es formar parte del problema.

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  12. ¿Pero no era ese el trabajo de los políticos? ¿No debían representar y legislar en favor de los que les han votado?
    Sí, señores de algunos comentarios, pondré mi granito de arena. Seguiré trabjando duro para que la multinacional extranjera en la que estoy empleado siga siendo cada día más poderosa. Mientras tanto, los que toman las decisiones importantes que realmente afectan al país seguirán haciendo lo posible para que eso no cambie.
    Al final todos remamos en el mismo sentido.

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  13. Buenas tardes Raúl y demás inconformistas.
    Esta tarde, hastiado y desilusionado una vez más, a la vista de los sucesos pasados y próximos futuros (Cataluña por ejemplo), hice esta pregunta en Google ¿que puedo hacer por España?.
    Y es que como Raúl dice esto tiene mala pinta. No es nada nuevo, tiene mala pinta desde que en el S.XIX perdimos nuestra autoestimos, nos dieron voz a los ciudadanos y empezamos a hacer de la envidia y el fratricidio nuestro día a día. En definitiva, perdimos un objetivo común y preferimos jodernos los unos a los otros en vez de tener altura de miras.
    Antes de que nadie me tache de fascista u otra majadería parecida por decir que al dar voz al pueblo empezamos a desnortarnos, solo pido que se sepa un pelín de historia y seamos autocríticos, pues es la busca de soluciones para nuestro país, y por ende de los españoles, lo que aquí parece buscarse.
    Aún que en España se han dado genios de talla universal, hemos de ser humildes y reconocer que el grueso de la población ha sido más bien inculta. Tal vez la culpa está en nuestra cultura religiosa, la cuál prefería que siguiésemos siendo analfabetos en vez de enseñarnos a leer. Actualmente en España no se lee ni mucho ni bueno, y es que las redes sociales no filtran. Igual vale que escriba un catedrático que un gañan que defiende su «trinchera ideológica».
    Dicho esto, en mi muy humilde opinión creo que parte de la solución pasa por saber que queremos. Los españoles no sabemos tanto lo que queremos como lo que odiamos, y eso no es bueno.
    Una meta común:
    Parecerá romántico, pero mi idea de país pasa por ser una especie de gran empresa cooperativa, donde se busca el beneficio del país para que redunde en sus socios (ciudadanos). Esto se perdió como digo cuando se nos dió voz al pueblo, que en su ignorancia y mezquindad, solo buscaba joder a su vecino porque le iva mejor que a él. Somos envidiosos. Por ejemplo, en otros países si un limpiabotas ve bajarse de un cochazo a un ricachón, no piensa como nosotros «ojalá se vea algún día como me veo yo», sino que piensa, «ojalá algún día llegue a estar en su misma posición». Esto es así y mientras no lo queramos ver no levantaremos cabeza.
    Educar a nuestro pueblo:
    Pero una cultura real, no esas chorradas de arte pop, contracultura y hipsters haciéndose los modernillos, sino conocer quiénes somos, nuestra historia. Conocer que por ejemplo Inglaterra indundó el mundo de propaganda anti española al ser sus eternos rivales hasta que sucumbimos como imperio. De manera que sepamos quienes somos, pues sólo sabiendo de dónde venimos sabremos entender porque somos cómo somos. Una vez que empecemos por ahí todo es más fácil.
    Controlar los medios:
    Esto puede sonar muy fuerte, lo sé, pero si pensamos un poco y conocemos que el 80% de los medios de comunicación están controlados por catalanes desinformados a su vez por el aparato nacionalista de medios de comunicación y educación autonómicos, nos será más fácil entender porque desde hace unos 39-40 años los españoles nos sentimos acomplejados y avergonzados de nosotros mismos (con lo que España ha supuesto en la historia mundial), y es que los medios de comunicación son el medio más fuerte a la hora de concienciar. Si en tiempo récord colectivos históricamente repudiados como gays, inmigrantes, etc, etc se ven casi aceptados en poco tiempo (poco tiempo en términos históricos son décadas) por algo será.
    Una vez logrado esto ya podremos hacer política constructiva y buscar mecanismos para controlar a los políticos. Eso sí, como dice Raúl, los políticos no son una especie a parte, son tu vecino, tu tío o hermano. En definitiva, somos el pueblo, solo que ellos roban porque lo tienen a mano. El que no puede robar en política, defrauda a hacienda, o hace lo que puede en este país del Lazarillo de Tormes. Eso es lo urge cambiar, nuestra condición y nuestra ética/moral.
    Quien tenga una solución o necesite un camarada para arreglar el país, aquí me tiene. Ardo en deseos de poder cambiar la situación.
    Un abrazo a TODOS. No os acomplejéis y predicad con el ejemplo y la palabra.

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