El otro día cayó en mis manos un libro curioso, «Las aventuras de Johnny Bunko» de Daniel Pink. Su curiosidad radica no tanto en su contenido, si no en su forma. Y me explico.
«Las aventuras de Johnny Bunko» es una reflexión orientada a todos aquellos que se sienten atrapados en una carrera profesional que no es lo que ellos esperaban. Contiene seis lecciones muy concretitas:
- No hay plan: no es verdad que la vida tenga «caminos predefinidos» ni guía de instrucciones. No es cierto que «si hago esto y aquello, obtendré tales resultados». Así que no te dejes limitar por ello, busca tu propio camino.
- Confía en tus fortalezas: identificar aquellas cosas que haces bien, y construir sobre ellas, es mejor que darse de cabezazos con lo que se nos da mal.
- Contribuye al éxito de los demás para tener éxito tú: es más fácil que obtengas recompensas si aportas valor a otros (clientes, compañeros, jefes) que si estás permanentemente pensando en ti mismo.
- La perseverancia vence al talento: insistir, insistir y volver a insistir es la mejor fórmula para lograr el éxito; el mundo está lleno de gente talentosa que tiró la toalla demasiado pronto.
- El error es parte del proceso de aprendizaje: fallar, ser consciente de dónde están los errores, rescatar de ellos el aprendizaje necesario y aplicarlo en los siguientes intentos es consustancial a la mejora.
- Deja huella: vincula tus esfuerzos a algo más grande que tú mismo, intenta aportar de forma significativa a algo que le dé sentido a tu contribución.
En fin, como decía antes, seis cosas bastante concretas y diría (sin restarles importancia o validez) que bastante «manidas».
Lo curioso es que he sido capaz de recitar los seis puntos de carrerilla; que se me han quedado grabados. Y todo ello gracias al formato del libro: una historia plasmada en un cómic (estilo manga japonés). Efectivamente, los seis puntos están hilados dentro de una historia (debe ser esto a lo que llaman storytelling) en la que Johnny Bunko es el protagonista junto con una especie de «hada madrina» bastante llamativa que aparece cuando rompe unos palillos de madera para darle consejos. Encima el formato desenfadado del dibujo lo hace de fácil digestión… y fácil recuerdo.
En definitiva, si nos ciñésemos a las «seis lecciones», el libro sería básicamente uno de tantos libros de «autoayuda profesional». Es su formato el que lo hace destacar en tu memoria… lo cual es una valiosa lección a tener en cuenta.