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Los genios

La mayor�a de la gente, en su vida, no tiene ocasi�n de conocer de primera mano un genio.
Los genios destacan r�pidamente del resto del mundo. Suelen ser personas brillantes, con un cerebro privilegiado. A eso le suelen unir una curiosidad insaciable, un inter�s interminable por conocer nuevas cosas, nuevas ideas, nuevas experiencias. Y a ese c�ctel de capacidad y de inquietud le a�aden un tercer elemento: osad�a. Osad�a no entendida como temeridad (derivada de una hipot�tica ignorancia) sino la osad�a de quien ha visto claro cu�l es su camino y est� determinado a superar cualquier obst�culo que le impida seguirlo.
Los genios tienden a tener, como resultado de lo anterior, ciertas peculiaridades. Al ser personas inquietas, brillantes y osadas, no les importa romper cualquier convencionalismo establecido, tanto en el comportamiento social, en su atuendo, en sus costumbres… Estas peculiaridades les pueden poner, en un momento determinado, a los pies de los caballos: los dem�s tienen que agarrarse a sus rarezas para poder criticarles y nublar as� la envidia que les produce ver a alguien que les supera.
No todos los genios «triunfan», si entendemos el triunfo desde una perspectiva «tradicional» (�xito=dinero+poder). Sin embargo, echando un vistazo a la historia, se descubre que los grandes avances de la humanidad en cualquiera de sus vertientes (arte, literatura, industria, negocios…) son provocados por genios… son ellos los personajes que mayor admiraci�n despiertan, los que mayoritariamente se convierten en espejos en los que mirarnos…
Dec�a al principio que la mayor�a de la gente no tiene ocasi�n de conocer a un genio de primera mano. Lo cual no s� si es una ventaja o un inconveniente. Porque cuando se conoce a uno, se tienen dos opciones: o retorcerse de la envidia (en cuyo caso hubiese sido mejor no conocerlo) o abrir los ojos y admirar la genialidad que se tiene tan cerca. Entonces es una verdadera suerte.

1 comentario en “Los genios”

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