Me llamo Raúl y me gusta compartir ideas, reflexiones y herramientas para tener una vida más sencilla, equilibrada y significativa. Cientos de personas ya se han suscrito a mi newsletter semanal gratuita. Más información, aquí


¿Qué quieres hacer?

Es un pensamiento que me incomoda bastante de un tiempo a esta parte:

A pesar de echar infinitas pestes sobre los obstáculos que no les dejan avanzar, a la mayoría le resulta muy difícil saber cuáles son los sueños concretos que se les está impidiendo realizar. Hazte estas preguntas: ¿Qué harías, en tu día a día, si tuvieras 100 millones en el banco? ¿Con qué te levantarías ilusionado cada mañana para vivir un nuevo día?

Tim Ferriss en La semana laboral de 4 horas

22 comentarios en “¿Qué quieres hacer?”

  1. Esa es la madre de todas las preguntas. Tenemos muy claro lo que NO queremos hacer, pero a la cuestión de «pide un deseo, ¿que te gustaría hacer principalmente?» la respuesta no es tan evidente como aparentemente debiera ser. A veces por falta de claridad mental, otras por consideraciones y preocupaciones que nublan el entendimiento.
    Como aguijón para decidirse el mismo T Ferris dice algo así (cito de memoria): «piensa que te vas a morir», así de bestia y así de directo

    Responder
  2. A menudo es uno de los temas de conversación entre mi mujer y yo. ¿Que harías si nos tocase la primitiva un montón de millones de euros?.
    Evidentemente a parte de lo típico de los gastos que mejorarían nuestro nivel de vida actual: casa coche un pedazo de viaje, etc, al final acabamos hablando de donde nos gustaría invertir nuestro dinero.
    En este caso, y razonado lo que dice T Ferris, sería que tenemos espíritu de business angels ¿o no?
    Si me sigo psicoanalizando seguramente lo que busco es un negocio propio en el cual verter todas mis ilusiones y esfuerzos diarios. Ahora hace falta encontrar cual es ese negocio propio y lo más importante Tener el dinero!!!!

    Responder
  3. Si los millones son: Euros, Libras o Dólares, está claro que yo me retiraría y me dedicaría a escribir, y viajar, cosas que de momento están por hacer.
    Ahora bien, nunca dejaría de trabajar, eso sí, buscaría lo que me guste de verdad y trabjaría las horas justas para poder dedicar el máximo tiempo posible a la familia.
    Bueno, si algún día cercano me pasara eso, lo primero sería terminar de pagar mi coche y comprar una casita, mona, nada de gran lujo y me pegaría un buen viaje, todo por ese orden, luego pagaría la hipoteca de mis padres y regalaría algo muy chulo a mis hermanos.
    Con tanto dinero es fácil pensar mil cosas, pero y ¿con 100.000 euros?

    Responder
  4. Luis, esa idea lejos de dar más claridad no hace sino aumentar la incomodidad (por no llamarlo angustia directamente). Saber que el tiempo es finito y que, a pesar de ello, eres incapaz de concretar cómo sacarle el máximo jugo al la vida…
    Adrián, estoy familiarizado con las «buenas intenciones». «Trabajar en lo que me guste», «dedicar tiempo a mi familia»… son generalidades. 100 millones en el banco. Ya has hecho todo lo que puedes hacer con dinero (las casas, los coches, las hipotecas para tu familia, regalos a todo el mundo, la vida solucionada para tus hijos y tus nietos y la siguiente generación), todavía te sobra todo el dinero del mundo. Te levantas por la mañana. ¿Qué haces? ¿En qué se traduce «trabajar en lo que me gusta»? ¿En qué se traduce «pasar tiempo con mi familia»? ¿Qué cosas concretas para rellenar tu día a día?
    Arturo, la pregunta implica que no necesitas invertir tu dinero en nada. Te da igual la rentabilidad que tenga. ¿Seguirías preocupado por invertir? «Ahora falta encontrar cuál es el negocio propio». Ése es el tema. Si mañana te cayeran del cielo los 100 millones… ¿sabrías a qué dedicarlos? ¿O te sentarías en tu casa cojonuda, desayunando manjares deliciosos, y pensando qué coño hago ahora? La idea de «disfrutar del desayuno» es apetecible, claro, pero… ¿y al día siguiente? ¿y la semana siguiente? ¿y el mes siguiente?

    Responder
  5. Precisamente por eso, te viene a dar en la cara para que no pierdas el tiempo en tonterías. Ferris te viene a decir que NO hacer nada es peor que hacer algo aunque te equivoques (también es verdad que luego lo suaviza algo, haciendo trampa directamente, diciendo que él cree que todo es recuperable)
    Acabé hace dos días el libro y el tipo me parece un cínico de cuidado aunque creo que hay ideas interesantes en el libro. Sus atajos a la libertad financiera me parecen un camelo pero hay reflexiones interesantes sobre planteamientos vitales y priorización de las cosas importantes que hacen que el libro sea merecedor de su lectura. Tengo dos hojas con anotaciones de frases del libro que tenía pensado poner en un megapost. A ver si me pongo

    Responder
  6. Estaba leyendo la cita y digo, «esto yo ya lo he leído antes». Con razón, acabé ayer de leerme el libro y acabo de hacer la crítica en mi blog!
    El autor lo dice varias veces en el libro; él cobra 40-50 mil euros al mes, es decir, que no es un multimillonario, pero eso sí, hace lo que quiere…
    Nos preocupamos a veces demasiado por el dinero, cuando en realidad lo queremos para hacer las cosas que nos gustan. Es complicado…

    Responder
  7. Te puedo dar un listado de las cosas que yo haría y no em sobraría tiempo, a lo mejor hasta me faltaría, empezando porque cada día dormiría al menos una horita más.
    No entiendo el dilema del tiempo, pero si el del dinero, lo siento. Por mi parte dedicaría ese tiempo a escribir lo que ahora no puedo, bajo licencias CC, claro, con todo el dinero del mundo… Hay millones de sitios por visitar y conocer y no en dos días por ciudad como hasta ahora, semanas tal vez, eso te deja con 50 ciudades al año, y eso sin parar, a ese ritmo, no terminarías en una larga vida, de dar vueltas por el mundo. Como te digo hay una lista de cosas que querría hacer y que actualmente me abruman por falta de tiempo, desarrollo personal en contra del desarrollo profesional que no me acaba de llenar.
    Quizá perdería mi tiempo, pero al menos sería mi tiempo y lo perdería a mi antojo.

    Responder
  8. Yo soy incapaz de pasar una tarde «sin hacer nada», pero no nos confundamos: el 90% de la gente se dedicaría a no hacer nada más que gastar dinero y ver la tele.
    Para mí eso no es vida, pero es el nirvana de muchos.

    Responder
  9. Voy a sonar a asceta pero lo pienso así. Desde hace unos años tengo claro (y por eso no juego) que NO quiero que me toque una barbaridad de pasta por los problemas que lleva aparejados. No me va a aumentar sustancialmente mi calidad de vida ya que ésta (para mí) no depende fundamentalmente de comodidades materiales sino de mi tiempo y de las personas con las que elijo relacionarme, desde familia a amigos y compañeros.
    Tengo la enorme fortuna de disfrutar de mi modo de vida: formar una familia, trabajar para mantenerla junto con mi mujer y disfrutar del ocio leyendo mucho, viajando de vez en cuando y relacionándome con personas interesantes que me aporten algo. Nada de eso me lo puede mejorar la pasta, o tengo unas anteojeras del 100.
    No estuve en las grandes consultoras; yo tuve mi pequeña jaula de oro (o de hojalata, pero jaula al fin y al cabo) que se trató de dos empresas propias como autónomo, una ajena y actividades freelance. Tuve la gran, gigantesca, suerte de un día tener que decir que no a un proyecto que implicaba ganancia muy sustancial y muy segura a los 6 meses a costa de esclavizarme esos 6 meses, cuando nacía mi segunda hija. Me costó, dudé, cuando iba a la reunión sabía lo que debía hacer, pero quería la pasta porque ya había hecho el cuento de la lechera. Tuve suerte, fui capaz de negarme. Las siguientes ocasiones costó menos. Ya casi no cuesta: Hace 10 días traspasé casi gratis un inmueble a nombre de mi mujer para que los buitres familiares se lo ventilasen. He perdido un problema en lugar de ganar pasta. Cada vez es más cuesta abajo.
    Luego vino dejar la actividad profesional privada, acostumbrarse a menos y preparar oposiciones. Hubo suerte también.
    Respondiendo a las preguntas: con la pasta no creo que pasara de rellenar huecos y donarla a Caritas (pero mejor que no me toque) y con mi tiempo libre, probablemente seguir con mi vida y cuando crezcan mis hijos aumentaría la parte de tiempo dedicada a lo profesional y al ocio.

    Responder
  10. Raul, coincido totalmente en tu apreciación del libro. No me gustó su actitud ante la creación de empresas, mero vehiculo para la estabilidad financiera, sin importar si engaña un poco más o menos a alguien… Seré un poco simple, pero cuando yo emprenda una aventura empresarial (!un día!), lo haré por que crea en lo que estaré haciendo.
    Pero ese libro sí que tiene la facilidad de hacerte pensar, y decir algunas cosas muy claras. Y si te las planteas, puedes sacar mucho provecho… si consigues respondertelas!! 🙂

    Responder
  11. Vale, vais por delante, yo tengo el libro en el estante desde hace más de un mes y no lo he empezado. Por ello hablo sin fundamento real así que si me equivoco disculparme. Veo que todos (casi) os tiráis por la vía del qué haría yo con 100 kilos. Yo por más que leo la cita de Tim no acabo de ver que esa sea la cuestión. Evidentemente una gran mayoría con 100 kilos acabaría aburrido sin hacer nada. Pero seguro que hizo algo el primer día y el segundo. Eso, lo primero. Eso es lo que en tú interior debes buscar para hacerlo «ahora» sin esos 100 kilos. Esa es al parecer tú meta, tu anhelo ¿No? No es lo que harías si tuvieras la pasta? ¡Pues busca la forma de hacerlo!
    Vamos eso es lo que pienso que puede decir Tim sin haber leído el contexto de la cita. Evidentemente si lo que quieres es comprar un equipo de fútbol va a ser que no. Pero la idea es la reflexión el que todos nos quejamos muchos de que no nos dejan ser felices ni disfrutar de nuestro tiempo pero muchos no sabemos luego qué hacer con él.

    Responder
  12. Luis (Boisset), ya está, no hace falta que te leas el libro. Ése es exactamente el mensaje que quiere transmitir el autor, y ése es el motivo por el que yo lo pongo. Los «100 millones» no son más que la forma gráfica de decirte «dispones de todo el tiempo del mundo, sin tener que preocuparte de estar obligado a ir a trabajar o a ganar dinero de ningún modo; todo tu tiempo es para tu disfrute, ¿qué haces?».
    Me dais una envidia tremenda, y lo digo sin ningún atisbo de ironía, los que tenéis tan claro qué haríais con todo el tiempo del mundo. Yo, lamentablemente, me enfrento (creo que siempre lo he hecho) a esa laguna.

    Responder
  13. Ah, y en cuanto al libro estoy muy de acuerdo con lo expresado más arriba: la primera parte (la reflexión «vital») me gusta mucho, me ha hecho pensar. Nada que no se haya escrito ya en otras decenas de libros, pero está bien.
    A partir de ahí, el libro deriva a cuestiones que, sin estar mal (la dieta hipoinformativa, la delegación de tareas, el refuerzo de fortalezas, Pareto…) se orientan de forma un tanto burda a algo muy parecido, al final, a un esquema piramidal… no sé, me resulta un poco decepcionante que por un lado se realicen unas reflexiones vitales tan profundas y por otro la solución sea un esquema tan… utilitarista.

    Responder
  14. Sí, coincido en que lo de la pasta en la cita es una metáfora, una forma de centrar el asunto en la definición de los objetivos vitales y/o profesionales.
    Yo creo que parte del error en eso de saber lo que uno quiere es ponerse a mirar en el futuro y en lo que supuestamente debe ser deseable, y no mirar lo que uno hace todos los días, las pequeñas cosas que emprende y mantiene de forma silenciosa y cotidiana. De esas es de donde hay que partir para extraer los verdaderos intereses y los grandes proyectos. El mero hecho de hablar de «sueños» alimenta esa confusión.
    Mi motivación y mis objetivos no están en lo que se supone me tendría que motivar, sino en lo que me interese ahora y que puede transformarse en un proyecto de futuro.

    Responder
  15. Es curioso, el comentario de Yoriento acerca de no mirar tanto a futuro sino al presente, me ha recordado que hace mucho tiempo leí un libro (bueno, parte) que se llamaba Pathfinder o algo así.
    De dicho libro me quedé con una idea que a lo mejor aporta algo o a lo mejor lo complica más: la idea es hacerte la pregunta de ¿con qué soñabas de pequeño? No me refiero al clásico de quiero ser futbolista o médico o lo que sea, sino a cuando te metías en la cama para dormir, ¿qué imaginabas?
    Cuando soñabas despierto, ¿en qué situaciones te veías?
    Cuando jugabas, ¿con qué se te pasaban las horas sin enterarte? (algo de esto creo leí también en Csikzentmihalyi -nota: lo he tenido que mirar para escribirlo bien).
    En definitiva, gran idea la de no mirar tanto al futuro (los árboles y el bosque y todo eso) y mirar al presente, pero también al pasado remoto. Quizás por allí encontremos algunas claves sobre lo que queremos ser de mayores.
    Saludos,
    Antonio.

    Responder
  16. No se qué haría con 100 millones, pero sí que tengo muy claro qué quiero hacer «right now». Hay personas que me parece que vivimos en eterna incertidumbre y buscando «su casa y su motto» por nuestra propia naturaleza.
    Que no quiere decir que no se sufra por ello, claro.
    Un sueño: tener un jardín. Y otro, vivir tranquilo.

    Responder
  17. Lo sorprendente es que pareciéndonos tanto en esencia, preocupándonos por las mismas cuestiones, sintiendo el mismo anhelo de dotar de significado real nuestra existencia … no hayamos sido capaces de encontrar una respuesta a esta pregunta. Yo he optado por buscarla dentro de mí, que es donde todos somos igual de sabios… a mi me funciona, suerte!

    Responder
  18. Pues la verdad es que yo estoy empezando a introducirme en ese sueño de poder desempeñar las tareas que me de la gana y poder viajar sin tener que volver en una fecha determinada, todo ésto después de conocer el negocio que me ha hecho soñar y palpar todo lo inimaginable hace 5 años, espero continuar con este sueño y no despertar jamás

    Responder

Responder a Abogada Cancelar la respuesta