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¿Qué trabajo me pega?


Empecé en twitter en 2007. Desde entonces han pasado más de 10 años, y casi 43.000 tuits. Me atrevería a decir que nadie se los ha leído todos, pero a poco que hayan visto una fracción creo que pueden haberse hecho una idea de mí. Al fin y al cabo, la gracia de twitter es que con su formato de frases cortas animan a lanzar pensamientos «según vienen», sin el proceso de preparación, filtro, edición… que suele afectar a formatos más largos.
El caso es que el otro día se me ocurrió lanzar un experimento. Decía así:

Te pido, follower, que respondas a estas preguntas: ¿Qué tipo de trabajo crees que me encaja mejor? ¿En qué tipo de empresa? ¿Haciendo qué labores? No importa si me conoces de hace mucho o de hace poco, «solo de twitter» o de algo más. Me interesan todas las ideas, ver cuál es la imagen que te has hecho de mí.

Llegaron un puñado de respuestas, que paso a reseñar:

  • Alberto Corsín: «Conociéndote de aquí nada más, algo rollo coaching pro/estrategia/cultura en un sitio donde eso no sea tenerlo por tenerlo sino que sí se tenga en cuenta»
  • Bea Jiménez: «En cualquier empresa mediana/grande, como responsable de organización (de que las cosas fluyan, vamos)»
  • Quintinillo: «Yo te veo en colegios e institutos inculcando nuevos metodos de aprendizaje a profesores y alumnos.»
  • Juan Luis Hortelano: «Yo creo que te encajaría algo alrededor de la responsabilidad social corporativa. O en innovación. Pero te tienen que dejar trabajar, y eso es lo jodido»
  • Alejandro Nieto: «Coach? Formación? Procesos? Algo así»
  • Thibaut Deleval: «Yo te veo encargado de montar el plan para acompañar a hordas de prejubilados en un grupo grande tipo Santander (ayudar a que se reinventen/reciclen)»
  • Javi Consuegra: «Pues yo te veo con gente joven/juniors/becarios…mentorizando sus primeros meses en las empresas para que «aprendan a trabajar»…»
  • Fotógrafaporamor: «Vendiendo coches»
  • Ovidio Vidal: «No se si existe o no ese puesto, pero serias la conciencia de la empresa, el que busca la coherencia en todos los procesos de esta. Antes, durante y despues»
  • Esteban Viso: «Es difícil porque no sé si existe el puesto… Te veo como un «faro» para altos directivos: el tío que se encarga de que la estrategia de la empresa se mantenga con los pies en la tierra, poniendo el valor en el equipo humano y la formación adecuada.»

Es muy interesante, y también puede llegar a ser muy sorprendente, conocer «cómo te ven» desde fuera. Ya lo había hecho en alguna ocasión en el ámbito de un proyecto, y otra vez en redes sociales (en aquella vez era «descríbeme con una palabra«) aunque esta vez pretendía concretarlo mucho más en un «puesto de trabajo». Te refuerza en algunas de tus visiones, y a la vez desafía otras que puedas tener. En todo caso, te hace pensar.
Qué valor puedo aportarle yo a una organización o a un proyecto es algo a lo que no he dejado de darle vueltas a lo largo de los años. Curiosamente, varias de estas respuestas enlazan con una reflexión que hice hace unos meses:

«Creo, sin falsa modestia, que por mis características puedo ser muy valioso dentro de una organización o proyecto. Tengo visión de conjunto, y “me entiendo” con perfiles muy distintos. Hablo “sistemas”, hablo “finanzas”, hablo “RRHH”, hablo “operaciones”, hablo “estrategia”. Soy de construir consensos y de tender puentes, más que de buscar conflictos. Tengo buenas dotes de análisis y de síntesis, lo que me permite poner el foco en lo importante, y mantener ese rumbo sin dejar que los detalles te acaben desviando. Comunico bien, y creo que soy muy “tratable” y cercano en las distancias cortas lo que me ayuda a “ganar adeptos” para la causa, y a trabajar “resistencias” cuando aparecen. En resumen, un perfil transversal que ayuda a que las cosas fluyan dentro de una organización, un “lubricante”. Una amiga y ex-compañera me definía como “el muelle” que hacía que las distintas partes del mecanismo funcionasen mejor entre ellas, que aportaba coherencia y visión de conjunto; siempre me sentí identificado con esa metáfora.»

Ahí están la coherencia, ahí está el «hacer que las cosas fluyan», ahí está el «mantener los pies en la tierra». El problema es que hay un «pero». Como dicen Ovidio o Esteban, «no sé si existe ese puesto«.

«La paradoja reside en que este valor es difícil de vender. Se manifiesta y florece una vez que estoy dentro de un proyecto o de una organización, pero no es un buen argumento de entrada. Las empresas tienden a buscar “posiciones” (sea un “director de RRHH”, un “jefe de proyecto especializado en no sé qué tecnología”, etc.), y se centran en personas que “aporten experiencia acreditable en posiciones equivalentes”. O buscan un consultor “para hacer un proyecto concreto”, y restringen su búsqueda a los que se declaran “especializados” en ese ámbito. Y ahí mi perfil no destaca, mi valor no es evidente. Lo cual hace difícil “meter el pie” y empezar a hacer lo que sé hacer, mientras que otros con un perfil menos valioso pero más “concreto” pasan por delante de mí.»

Otra rama de las respuestas habla de algo que, hasta estos últimos meses, he pasado por alto: el «coaching«. De forma más genérica, o más concreta. No es la primera vez que me lo dicen, y ése es uno de los motivos por los que últimamente le estoy prestando una atención más consciente a esa materia:

Cuando comparto reflexiones sobre mi trayectoria profesional, hay personas que me lanzan una idea: que me ven en el rol de “coach”. Es algo a lo que intuitivamente le tengo cierto recelo, pero cuando no son una ni dos ni tres las personas las que te lo dicen, empiezas a darle alguna vuelta más. Lo cierto es que siempre me ha gustado ejercer una cierta labor de “referente”. Me gusta que otras personas se acerquen a mí porque sientan que les puedo aportar algo.

En fin, lo dicho, un experimento interesante. ¡Agradecido quedo a todos los que contribuyeron a él! Y si alguno más se anima a profundizar en comentarios, yo encantado 🙂

3 comentarios en “¿Qué trabajo me pega?”

  1. Hola, Raúl:
    No me enteré del ejercicio o pregunta que lanzaste, sino hubiera participado. Me gusta colaborar en ese tipo de reflexiones, porque sé que la diversidad de opiniones ayuda mucho. De hecho, me ha encantado la idea e igual un día de estos invito a mis seguidores del blog/Twitter a ver qué pistas me dan. Creo que es un ejercicio valioso.
    El valor que le veo es matizable. Puedo capturar «pistas», pero sé que se produce un filtro sesgado, porque la gente no te da las opiniones negativas que pueda tener de tu imagen. Solo te dirán lo que creen que puede agradarte. Sin embargo, es bueno para hacerte una idea de dónde «te posiciona» tu imagen, y lo que me parece más importante, descubrir proyecciones nuevas, en las que uno ni siquiera había pensado (¿a que no te veías vendiendo coches?)
    Aunque llegue tarde, déjame darte mi opinión: Me pareces un tío bastante polivalente. Creo que puedes hacer muchas cosas, pero me parece que puedes rendir mucho en temas de «aprendizaje». Yo tiraría por ahí. Me gustaron las sugerencias de «reinventar a pre-jubilados» (o a cualquiera que necesite encontrar su sitio profesional), y también a jóvenes. Si haces coaching lo ideal es que sea «de aprendizaje», en la línea de la especialización que estas consiguiendo con el «Skillopment». No cualquier coaching, sino un centrado en «aprender» y «desaprender». ¡¡suerte!!

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    • ¡Gracias, Amalio! Sí, soy consciente de los múltiples sesgos que tiene este ejercicio, incluyendo el propio de confirmación (que tiende a sentirse encantado con los que encajan con tu imagen previa, y a mirar de soslayo los que te chirrían más). Aun así, es una forma curiosa de «dejar entrar aire» en una rumiación que muchas veces tiene mucho de solitario. Incluso en la forma en la que se expresan las ideas, las palabras usadas… uno encuentra motivos de reflexión.
      Tomo nota también de tu visión… curiosamente mis avances en el tema de coaching me ayudan a descubrir de qué maneras esa herramienta puede llegar a ser útil incluso orientándola a algo concreto como lo que planteas. ¡Seguiremos elucubrando!

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