Este tipo de la foto es Jason Calacanis, probablemente el más A-list blogger de entre los A-list blogger del mundo (*). Ya con una trayectoria previa en el mundo de internet, fué el fundador y propietario de Weblogs Inc. (la red de blogs americanos más importante y, en cierta medida, el espejo en el que se mira Weblogs SL) hasta su venta a AOL, después estuvo metido en el «nuevo Netscape» y ahora creo que simplemente es «famoso» (bueno, colabora con una empresa de capital riesgo, es conferenciante, blah, blah, blah…). Y resulta que está por Barcelona.
Y resulta que a través de Julio Alonso (al que alguna vez he oído que le llamaban «el Calacanis español» y que es mi jefe, para más detalle) se está organizando una «cena de bloggers» con él. ¿Voy? ¿No voy? Tuve esas dudas durante unas cuantas horas a finales de la semana.
El tal Calacanis debe ser un tipo bastante interesante. Creo que me gustaría mucho poder compartir una cena y una conversación con él, escuchar sus puntos de vista, plantearle cuestiones… por lo que mi primer impulso fué que sí, que me cogía y me iba a Barcelona para intentar meterme en la cena.
Luego empecé a hacer cálculos… que si el vuelo por aquí (¿o mejor en coche? Total, son solo 700 km…), el hotel por allá, la propia cena, taxis y desplazamientos… en fin, 400-500 euros no me los iba a quitar nadie, por no hablar del día y medio dedicado a la aventurilla en vez de a sacar cosas adelante.
¿Y todo para qué? Para ser uno más de las decenas de personas que se van a juntar en la cena. Y a buen seguro que no me tocaba precisamente el sitio delante del ilustre Calacanis, mucha suerte iba a ser esa. Total, que sería una cena en la que estarías en el mismo restaurante que Calacanis, no una cena CON Calacanis. No me cabe duda de que me lo presentarían, y que incluso probablemente intercambiaríamos algunas palabras, pero dudo mucho que llegase al punto de ser una conversación. 8-10 personas alrededor de una mesa redonda hubiese sido el ideal, pero con este formato…
Nunca he sido mitómano. No lo era de adolescente, y no voy a empezar a serlo ahora. Nada de posters en la pared o de guardar cola durante horas sólo por ver cómo mis ídolos salían de un hotel y se metían en un coche con las lunas tintadas. Así que el lado izquierdo de mi cerebro (el que dicen que es más racional) ha tomado las riendas y ha dicho que no tiene mucho sentido gastarse 500 euros y dedicar día y pico sólo por el hecho de cenar en el mismo restaurante que Calacanis y (quién sabe) sacarme una foto con él.
Sí, sí, ya sé, que además de Calacanis habrá en esa cena un buen puñado de gente interesante… pero a buen seguro que la mayoría de ellos más accesible en cualquier Jornada de Negocios, First Tuesday, Blogs&Beers o cualquier otro evento más «a mano».
Aun así, el lado derecho del cerebro me va a torturar con un «deberías haber ido»… siempre lo hace.
(*) Para los menos metidos en el blogomundo, dicese de los bloggers que son más seguidos y cuyas opiniones, presuntamente, son más influyentes que las del resto de los mortales.
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No sé si te valdrá para mucho, pero ole tus saleros, Raúl. Me alegra conocer a alguien más dentro del mundillo de los blogs, que no es mitómano. Empezaba a sentirme solo…
😉
Dice de ti mas tu acción de no ir que tu acción de ir.
Gracias por tu sentido comun.
¿este no es primo de Don BurbuFón?
Si quieres ver un mito, quedamos un ratito. 😉
La verdad es que el tipo este es muy interesante y tiene una visión de las cosas muy amena. Eso sí, como bien dices, en la cena tampoco le vas a conocer mucho mejor. De hecho, estuvo rodeado de su novia/mujer y de un amigo yanqui, con lo que tampoco ningún español pudo entablar una conversación con él de más de 1 minuto.
Su charla al día siguiente (compartí mesa redonda con él) fue muy interesante. Fue incluso agresivo y a veces daba la impresión de que le diera todo igual. El ponente ideal, vamos.