Me llamo Raúl y me gusta compartir ideas, reflexiones y herramientas para tener una vida más sencilla, equilibrada y significativa. Cientos de personas ya se han suscrito a mi newsletter semanal gratuita. Más información, aquí


Recomendación básica de vida

Lo ponía hace un rato en twitter, pero lo voy a elevar a categoría de post:

Norma básica para la vida: aléjate de la gente que te chirría, acércate a la gente que te dé buen rollo

A lo largo de la vida interactuamos con mucha gente: familia, colegio, trabajo, en la calle, en los medios de comunicación, en la red… y es evidente que hay algunos con los que tenemos «buen feeling» y otros con los que no. No pasa nada, es una cuestión de química.
El instinto lógico es, claro, pasar el mayor tiempo posible con los primeros y alejarnos de los segundos. Sin embargo, en demasiadas ocasiones nuestra cabeza se interpone en ese instinto y, por los motivos que sean (intereses, inercia, convenciones sociales, miedo al enfrentamiento, obligación) subvertimos ese orden y pasamos más tiempo del deseable (¡incluso hacemos esfuerzos por que así sea!) con gente poco deseable.
Pues bien, creo que es una pérdida de tiempo, de energía… de vida, en definitiva, permanecer cerca (y no digamos encima acercarnos voluntariamente) de gente que nos «chirría», que nos da mal rollo, que tiene ramalazos que no nos gustan. Ni aunque sea verdad que a cambio vamos a obtener algún beneficio, merece la pena. No les dediques ni un minuto, simplemente aléjate todo lo que puedas. No les sigas el rollo, aunque parezca un «sacrificio asumible» para llegar a algún sitio. Tampoco hace falta enfrascarse en enfrentamientos, o en pregonar al resto del mundo vuestra incompatibilidad. Simplemente… reduce su presencia a la mínima expresión: haz, si puedes, como si no existieran. Y si por desgracia tienes que compartir un determinado espacio, marca las distancias tanto como sea posible.
A cambio, invierte tu tiempo en buscar y arrimarte a los otros, a la gente que te da buen rollo, a la gente a la que respetes y valores, con la que compartas unos mínimos irrenunciables. Es verdad, igual pierdes alguna «oportunidad», pero el camino será muchísimo más agradable.

14 comentarios en “Recomendación básica de vida”

  1. Estoy totalmente de acuerdo, en ocasiones nos autoimponemos una serie de justificaciones (aprendizaje, beneficios económicos, carrera profesional, etc.) como soporte para mantenerte en ese estado sin desfallecer.
    Algunos tardamos más que otros en darnos cuenta que hay que mirar más por buscar aquello que nos haga feliz y donde nos sintamos cómodos.

    Responder
  2. Lo malo es que existen muchas situaciones en las que no te queda más que «tragar» con este tipo de elementos: jefes, compañeros muy directos de trabajo, clientes, familia (tanto carnal como política),… y ahí lo único que puedes hacer es llevarlo de la mejor forma posible o «abandonar el barco», acción complicada en muchos casos.

    Responder
  3. Es un buen consejo 🙂 En situaciones díficiles de seguir, como dice #4 Jesús, lo mejor es reducir al máximo ese tiempo obligado de convivencia…

    Responder
  4. En principio estoy de acuerdo con tus apreciaciones, siempre que dependa de mi la decisión de acercarme o separarme de determinada gente. El problema es cuando esta gente de digamos «mal rollo» te es impuesta (ese compañero o ese jefe que estás obligado a soportar)

    Responder
  5. Claro, es evidente que hay situaciones más difíciles que otras.
    Pero lo que no tiene sentido es tener un compañero «mal rollo», y entrar en la dinámica de tomarse los cafés juntos, luego tomarse unas cañas al salir, o reir las gracias durante el cigarrillo.
    O tener un cuñado capullo y aun así insistir en «quedar las parejas» para salir el sábado noche.
    Como dice el anónimo de antes, se trata de minimizar al máximo la convivencia, de confraternizar lo menos posible.
    Y luego siempre se pueden buscar estrategias de huída: cambio de trabajo, cambio de proyecto, cambio de sección…

    Responder
  6. Yo lo que le recomiendo a cualquiera que tenga un compañero/jefe… capullo es que trate de llevarlo lo mejor posible, teniendo la relación justa: está claro que nada que tomar cafés, cervezas, cenar,… Y si es posible y la situación es complicada, tratar de cambiar de trabajo.
    Respecto al cuñado/primo/… familiar capullo, lo normal es decirle a tu pareja lo que hay y hartarlo a disculpas para no quedar, hasta que se de por vencido o por enterado. Por desgracia, la familia, al contrario que los amigos, no los elegimos, viene impuesta.

    Responder
  7. Y tanta razón, por desgracia no somos compatibles todos con todos al 100%, y tenemos que vigilar en no irnos al otro extremo, he escuchado más de una vez «no te fíes de nadie, los demás siempre quieren hacerte daño» si esto fuera verdad entonces tu también entrarías en el saco cuando le den el consejo a otro, y a veces creo que quien piensa así al final él termina haciendo daño ya que cree que los demás también lo hacen.
    A veces también al no ser compatibles parece que esa persona tenga que ser incompatible con todo el mundo, y no, a lo mejor tu eres el problema y no él, y esto no es fácil verlo, o simplemente no sois compatibles, nadie tiene porque tener un problema, simplemente sois piezas diferentes de puzzles diferentes.
    Creo que es un gran consejo, primordial en la vida, ya que al fin y al cabo lo que más hacemos es relacionarnos con los demás.
    Personalmente el consejo no aprendo a ponerlo en práctica, me cuesta, aunque voy aprendiendo.
    También con el tiempo, sólo con ver la cara me da la sensación de saber si será una persona complicada o buena para mi, pero no estoy seguro, se han hecho varios estudios, y suele ir condicionado por la forma de la cara y composición de los ojos,etc que decides si es una persona buena o mala pero no he visto ninguno que explique si la forma de la cara se moldea según tu personalidad, algo parecido a lo que le sucede al agua si escucha música heavy o clásica:
    http://www.youtube.com/watch?v=FvzTNhVb9Y4

    Responder
  8. Es un buen consejo, pero hay que saber medirse. No cuesta nada ser amable con la gente que te chirría; que alguien no te caiga bien no significa que no le contestes cuando te saluda y cosas similares.
    Quizás parace una aclaración tonta, pero yo en mi trabajo lo veo cada día: gente que hace todo lo posible por demostrar ante todos que ciertas personas no le caen bien. Hay que acercarse más a la gente que te da buena vibra como dicen aqui, pero conservar el respeto y la amabilidad con la gente que no te da tan buen feeling.

    Responder
  9. Pingback: Buena gente

Responder a Sergio Alvare Cancelar la respuesta