Historia de dos negligencias
Nunca piensas que vas a necesitar una copia de seguridad… hasta que la necesitas. Y no la tienes.
El 7 de mayo de 2020, mi web dejó de funcionar. «Se habrá caído el servidor». Paciencia. No es la primera vez. Pendiente de lo que diga la compañía a través de twitter… un «problema no identificado con el centro de datos»… su propia web también está caída…
Haces una búsqueda. Aparece la noticia de que el CEO de la empresa lleva meses metido en juicios por fraude y se ha declarado en bancarrota. La mosca detrás de la oreja. ¿Qué está pasando? Crece la inquietud. No puedo acceder a mi web. No puedo recuperar los datos. No puedo hacer, básicamente, nada con ella. Y empieza a formarse un pensamiento… «¿Y si…?»
«Pero tendrás una copia de seguridad en tu ordenador, ¿no?». Ehem. ¿Sabes esas cosas que sabes que deberías hacer pero no las haces? ¿Como por ejemplo tener una copia de seguridad más o menos reciente de tu web? Pues eso. Aquí no hay más responsable que el que suscribe, y no cabe echar balones fuera.
Finalmente aparece un comunicado de la empresa. Que llevan tiempo con dificultades financieras. Que, básicamente, llevaban tiempo sin pagar al centro de datos. Y que el centro de datos ha decidido cortar el servicio, y que no han podido hacer nada. Que intentarán recuperar los datos, pero que puede ser algo que lleve semanas… y que tampoco lo garantizan.
Adiós a 15 años de contenidos
Empecé mi blog en diciembre de 2004. Son más de 15 años de generar contenidos. Casi 2000 artículos escritos. Que no diré que todos fueran brillantes… pero había algunos que estaban realmente bien. Todo ello, desaparecido como si Thanos hubiese chasqueado los dedos. Desvanecido. Puf.
Estoy bien.
No, en serio, estoy bien.
O sea, el impacto «real» es bastante relativo. Sí, tenía una cierta cantidad de visitas recurrentes a la web, algunas páginas posicionadas en Google… pero nada del otro mundo. Nunca hice dinero con la web, no dependo de ella para nada. La mayoría de los artículos (incluso de los buenos) estaban enterrados en los archivos y no les caía ni una triste visita.
Pero claro, son 15 años de publicar cosas. En estos 15 años el blog se convirtió en un compañero, un testigo de mis circunstancias y de mis pensamientos. Y ahora ese compañero ya no está. Y un poquito de duelo va a tocar hacer.
Lo que es la vida, un día antes había publicado en twitter una minireflexión sobre mi «patrimonio digital»: lo satisfactorio que resultaba tener todo eso generado, y cómo cada dos por tres surgía la oportunidad de pasarle a alguien un enlace. «Mira, escribí sobre el tema hace un tiempo». Ahora me seguiré acordando de todas esas cosas que escribí… pero no podré buscar el enlace.
Adios patrimonio. El señor me lo dio, el señor me lo quitó.
Tocará renacer, ¿no?
Mirándolo por el lado positivo, la mayor parte de lo que el blog me aportó sigue conmigo. Las reflexiones, las ideas que se han ido consolidando con los años. La rutina de pensar. Las personas a las que he tenido oportunidad de conocer. La mucha o poca reputación que me haya traído. Mi capacidad para generar nuevas ideas (o para reescribirlas, si hace falta) está intacta, y si me apuras más afilada después de todo este tiempo.
Como una noche de San Juan adelantada, esta circunstancia me ha puesto en la tesitura de «quemar todas mis posesiones» y empezar de nuevo, limpio. De la nada.
Y eso es lo que va a pasar. Empezaré a crear de nuevo. A darle quizás más sentido, más estructura, más foco. A reforzar la idea de generar contenidos prácticos, útiles, coherentes. ¿Quién sabe? Quizás esto haya sido lo mejor que me podía pasar.
Ah, y también empezaré a hacer copias de seguridad. Espero.
PD.- Cabe la posibilidad de que acabe recuperando el contenido. Si es así, será bienvenido, y me servirá para recuperar aquello que merezca la pena. ¿Y si no? La vida sigue. Siempre sigue.
(Actualización 11-mayo: con la ayuda de una buena amiga, seguidora del blog desde hace años, he conseguido recuperar gran parte de los contenidos desde 2012 en adelante. Veré de qué manera puedo ir resubiendo lo más interesante a la web… me siento muy agradecido de contar con seguidores así <3)
(Actualización 16-mayo: mi ex-hosting consiguió, contra todo pronóstico, que el centro de datos nos permitiese acceder a nuestros datos durante 48 horas. Aproveché para entrar y hacer mi copia de seguridad. Aun así, creo que no haré una resubida masiva… sino que aprovecharé para ir filtrando y subiendo contenidos a medida que vayan siendo oportunos y útiles. ¡Gracias por vuestro interés!
Lo siento, me ha extrañado no poder conectarme en estos días. Localicé los podcast, que los voy oyendo desde que entrevistaste de Carlos Rojo y comencé por el 1.
Mucho ánimo. No todo el contenido se ha perdido y en todo caso habrá a quién le haya ayudado ya y eso permanece.
Aprovechar para darte la enhorabuena por la constancia.
Muchas gracias, Guillermo :_)
Esto es una oportunidad para hacer cosas distintas. Así que volveremos!
No sé si decir «lo siento» o «enhorabuena»… Estoy un poco confuso… En cualquier caso he hecho copia de seguridad de una web que tengo. Cuando veas las barbas de tu vecino afeitar…
Ángel, creo que las dos cosas aplican :). Como decía Campoamor… «nada es verdad ni es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira».
Joder que pena.
Últimamente yo te sigo en plan lector esporádico y con participación nula. Pero recuerdo que cuando yo tenia blog (muertos por inanición) y tu eras Consultor Anónimo eras uno de mis referentes.
Tocará mentalidad estoica, si esta fuera de tu capacidad de actuación no merece la pena preocuparse. De todas formas gracias a tu antiguo blog por los buenos momentos.
¡Gracias, Hugo! Quizás esa época sea la que más pena me da… pero bueno, como supongo que me da pena cualquier cosa de «cuando éramos jóvenes» :). ¡Gracias por estar ahí durante todo este tiempo!
Yo hace un par de semanas tuve un susto parecido, aunque con la suerte de poder recuperarlo todo.
En mi caso tampoco se habría perdido gran cosa, la verdad, lo único de valor que había eran los comentarios de la época primigenia, y esos se perdieron con la muerte de Haloscan hace mucho.
Lo tuyo lo veo casi como una pérdida en carne propias. Referente desde el principio, y de los pocos de esa época que no se ha rendido.
Envidio tu mentalidad estoica, pero estoy seguro que esto será un acicate para seguir regalándonos contenidos extraordinarios.
Gracias, Alberto. Esta situación me ha llevado a reflexionar mucho sobre algunas cuestiones (de minimalismo, apego, etc.). Al final, el pasado es pasado (por mucho que queramos aferrarnos a él a través de objetos, o de entradas en un blog). Así que… puede quedarse atrás.
Y honestamente, al repasar contenidos, también te das cuenta de la idealización del pasado… que sí, que de vez en cuando te sale un buen artículo, pero madre mía la cantidad de «paja» que había también 😀
Buenos días Raúl,
Existe una página: https://web.archive.org/ dónde se guardan ciertas páginas web a lo largo del tiempo. Solo tienes que introducir tu dirección URL (https://blog.raulhernandezgonzalez.com) y podrás ver tu contenido guardado desde 2010 por meses y días.
Gracias!!! Sí, tengo por ahí webarchive como alternativa. También estuve tirando del cache de Google. Quizás el problema mayor es que tengo que ir URL por URL… y llegado este punto, salvo algunos artículos que tengo en mente como muy «memorables», no sé si me merece la pena ir uno a uno intentando rescatar. Con la ayuda de Bea conseguí recuperar los artículos de 2013 en adelante desde el feed, y con eso la verdad es que me siento ya bastante aliviado.
Hola Raúl,
Una pena sobre todo por lo que comentas de poder referenciar a veces un artículo antiguo y, como bien dices, tienes la suerte de que el blog no era algo que monetizaras directamente; así que no queda más remedio que mirar hacia delante y volver a generar contenido durante otros 15 años… 😉
Yo hasta ahora solía hacer un backup en el mismo servidor donde está alojado el blog, pero creo que no va a ser mala idea lo de tener un respaldo en otro sitio… 😉
Ánimo y gracias por seguir aportando.
Un saludo.
Antonio, si sirve para que escarmientes en cabeza ajena, bien vale 🙂
15 años más? Cuenta con ello!!!