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¿Sectores enfermos, o expectativas equivocadas?

Hoy publican en El País el artículo «Ingenieros arrepentidos«. Se trata del artículo del que os hablaba hace unos días para el que buscaban «casos reales».
Al leerlo, seguro que muchos reconocéis el escenario. Son testimonios de personas desilusionadas por una carrera profesional decepcionante, sin grandes sueldos, sin desarrollo, sin muchas perspectivas de futuro… nada nuevo bajo el sol.
La cuestión es que podría interpretarse, leyendo este artículo, que es un problema del sector. Y ahí es donde a mí me entran las dudas. ¿Acaso no son estos problemas existentes en cualquier profesión? ¿Es que los abogados, los arquitectos, los médicos, los periodistas… viven de forma generalizada carreras profesionales llenas de satisfacciones? Seguro que no. Imagino que cualquier estudiante de arquitectura quiere ser Foster, pero el 99% acabará trabajando en una promotora visando proyectos de edificios residenciales clónicos. Cualquier estudiante de medicina quiere ser un médico de prestigio, pero el 99% acaba de médico de empresa haciendo reconocimientos rutinarios día sí y día también, o atendiendo pacientes en el ambulatorio a razón de 6 por hora. Cualquier aspirante a periodista quiere destapar el Watergate, pero la mayoría pasará su vida profesional en redacciones de medio pelo cubriendo noticias intrascendentes. Etc.
A lo que voy es que quizás deberíamos asumir que, por defecto, el mundo del trabajo nos ofrece carreras profesionales planas y llenas de miserias en entornos laborales poco estimulantes. A los ingenieros, a los economistas y a todo hijo de vecino. Que eso no es la excepción, si no la regla. Que las carreras profesionales brillantes, en contínua progresión, llenas de estímulos… son un privilegio de unos pocos, y que además no surgen de la nada, sino que exigen poner bastante de nuestra parte, asumir riesgos y sacrificios.
Quizás, teniendo unas expectativas más ajustadas a la realidad, existirían menos decepciones.

42 comentarios en “¿Sectores enfermos, o expectativas equivocadas?”

  1. No es tanto el Mundo Profesional sino cómo terminas la carrera, que debería (o al menos según mi punto de vista) ser eminentemente práctica y no lo es en la inmensa mayoría de casos, como en el mío: Profesores que se hacen Doctores (cuántos ahora como lo exige Bolonia para ser profesor están haciendo el Doctorado en la propia Universidad donde imparten clase y, oh, sorpresa, aprobando) con tesis de becarios o alumnos de 5º presentadas en trabajos…
    La Universidad Española, especialmente en las ingenierías, tiene un verdadero problema. Los profesores no se esfuerzan lo más mínimo (ni en la privada ni en la pública), y en las carreras de ciencias están tan quemados que ni se esfuerzan en intentar inculcar un mínimo de interés a sus alumnos…
    Yo no lo veo así, Raúl…

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  2. Me gusta sobre todo la ultima parte, con la bonanza parece que la cultura del esfuerzo fue a la baja.
    Hay que buscar las oportunidades, y despues de eso podras exigir, pero quedarte en tu casa esperando a que vengan a ofrecerte el trabajo de tu vida es poco realista.

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  3. Como Ingeniero Informático, no quiero ser el nuevo Bill Gates.
    Quiero un contrato de Ingeniero, no de Técnico FP.
    Quiero un horario laboral que me permita seguir siendo un ser humano con vida propia.
    Quiero cobrar las horas extras.
    Quiero que no sea necesario hacerlas porque la gente «de arriba» sabe hacer las cosas en condiciones.
    Quiero las mismas capacidades para «firmar papeles» de un teleco cuando concierna a mi área de dominio.
    Quiero ser Ingeniero Informático, no la última puta del sistema.

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  4. Si es cierto que a veces la gente entra con una idea poco aproximada de la realidad del trabajo, y que efectivamente hay que trabajar mucho y muy duro en cualquier sector y actividad, buscando ser lo más eficiente y productivo posible.
    Pero si creo que hay «sectores», más bien personas, que están «enfermas» y que se dedican más al politiqueo organizacional, al tu me caes mal y voy a por ti, soy un incompetente y por tanto te tengo que echar las culpas a ti para que no se vea mi fracaso, etc. Para mi, esa es el verdadero cancer de las organizaciones, personas que no suman, sino que restan o dividen.
    También es cierto, que existen organizaciones donde se promueven, porque es parte de su cultura, actitudes como las que se comentan en el artículo o se comentarán por aquí en distintos comentarios.
    Y esto pasa en los ingenieros, abogados, médicos, etc. No creo que nadie se libre. Personas que dividen y personas que prefieren quejarse o ahorrar esfuerzos a ser eficientes y productivos (trabajar tus 7, 8 ó 9 horas dedicandote a hacer tu trabajo lo mejor posible, ni más, ni menos).

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  5. Yo no soy ingeniero pero por lo menos trabajo en consultoras con muchos de ellos y:
    1º Los sueldos no son tan bajos comos e dice, y no creo que sean excepciones.
    2º El trabajo que hacen no es siempre el mismo y las subidas salariales son más que razonables.
    3º Muchos han empezado desde abajo y han ido subiendo, otros han hecho un máster para empezar un poco más arriba sabiendo algo de empresa.
    4º Todas las profesiones se ven en los mismos problemas.
    5º Que uno se monte un futuro utópico en base a la carrera que a elegido no quiere decir que esté acertando.
    6º El hecho de haber hecho una ingeniería muchas veces es valorado como que eres capaz de hacer frente al esfuerzo.
    En lo que respecta a la formación, supongo que en muchos casos será deficiente y en otros no tanto. Solo conozco un teleco, se sacó la carrera sin problemas y está entusiasmado con su trabajo y no, no es emprendedor.

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  6. Para ver el estado de la educación, no hay más que ir a una facultad de Ingeniería y consultar la lista de matriculados de otros años en cualquier año, hay carreras de 800 personas con un 70% de gente de otros años…es brutal en prácticamente todas

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  7. Tienes razón, a veces los ingenieros y más los informáticos nos creemos diferentes y no lo somos (o no tanto xD).
    Creo que cada uno, haga lo que haga, debe encontrar un porqué para su carrera profesional, y poner su energía y su pasión en lo que haga. Da igual si el arquitecto diseña chalés «clónicos» o el médico le mira las orejas a los abuelos. Si en eso ponen sus fuerzas, si el profesional está motivado para ir cada día a trabajar, entonces, como mínimo, estará sirviendo a la sociedad con su esfuerzo.

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  8. Milleiro, creo que te falta ver una de las patas del asunto, que es la realidad del mundo profesional. Creo que tu análisis queda cojo precisamente por ahí; aun asumiendo las deficiencias del sistema formativo, si éstas se viesen subsanadas, no creo que cambiase en gran medida la situación profesional. Vale, cambiamos la universidad, tenemos un montón de gente super válida y super preparada y super motivada… que van a ir a las mismas consultoras a hacer el mismo trabajo que ahora.
    Óscar, yo también creo eso. Hay quien piensa que, por su cara bonita, le van a ofrecer un trabajazo super interesante y super bien pagado. Que «se lo merece» porque ha hecho una carrera o porque tiene un título. Y creo que no es así.
    Julitros, ¿qué es un «contrato de Ingeniero»? A uno le contratan para hacer un trabajo. Éste es el trabajo que necesito que se haga, éste es el valor que aporta, esto es lo que te pago. ¿Lo quieres? Sí. ¿No lo quieres? El siguiente. Oferta y demanda. Creo que el número de puestos para el que se requieren realmente los conocimientos y habilidades de un ingeniero es mucho menor que la cantidad de ingenieros que hay. Si para lo que te necesitan vale un técnico FP, es lógico que sea eso lo que busquen y lo que paguen. Si hay ingenieros haciendo tareas de técnico FP no es culpa de quienes les contratan, sino de quienes aceptan hacer un trabajo por debajo de su (presunta, porque la cualificación se demuestra trabajando y no con un papelito) cualificación. Lo que no se puede esperar es que las empresas se inventen y paguen puestos de trabajo que no necesitan sólo porque «soy Ingeniero».
    Es como si yo, con mi licenciatura, me meto a barrendero. Y luego protesto porque «soy un licenciado al que tienen de barrendero, merezco que me paguen como a un licenciado». No, merezco que me paguen como a un barrendero, que es el puesto que desempeño y el valor que aporto. En definitiva, que uno debe ser pagado por el valor que aporta en su puesto de trabajo concreto, y no por el título que tiene colgado en la pared.
    Y lo de las horas extras, y lo de «los de arriba» y lo de los horarios… ni que fuese una exclusiva de los ingenieros. No digo que esté bien y que haya que tolerar (especialmente lo de las horas no pagadas), pero desde luego no es algo característico de una única profesión.
    En cuanto a lo de «firmar papeles»: es una batalla (la de informáticos vs. telecos) en la que ni entro ni salgo; ahora bien, creo que «firmar papeles» debería ser algo que uno haga en función de su puesto de trabajo y de su cualificación acreditada (por un título y por más cosas, como trayectoria profesional). Probablemente un título sea característica necesaria, pero no suficiente.

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  9. Supongo que encontrar el equilibrio entre conocer lo que tienes y aceptarlo por un lado, y conocer lo que puedes tener y ambicionarlo por otro es la clave. Tanto en lo profesional como en lo personal.
    @Andrés : El principal problema de las universidades en España es que no tienen relación con el mercado laboral : se forman muchos más economistas, periodistas, abogados… de los que el mercado necesita y por contra hay otras que no pueden abastecer al mercado.

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  10. Íñigo, estoy de acuerdo contigo, aunque se sale un poco de la cuestión. Gente válida y zoquetes los encontraremos en todos los sitios. Pero por eso digo que es una circunstancia generalizada en todos los ámbitos laborales, no una cuestión de «ingenieros».
    Adrián, básicamente de acuerdo con tus puntos.
    Isra, dicen que la felicidad está en ser capaz de amar lo que haces. Que no es más feliz quien más tiene sino quien menos desea. Lo cual de nuevo nos devuelve al tema de las expectativas: si no tienes unas expectativas desbordadas es más fácil que no te sientas decepcionado haciendo el trabajo que te toque.

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  11. Mmmh estoy de acuerdo contigo en parte. También creo que el sector de la informñatica desilusiona más que otros sectores, pero mñas que nada por nuestra culpa, porque nos metemos con la idea equivocada. También tiene culpa que el sector en españa este fatal, si te vas al extranjero ves otro mundo. Quizá pase lo mismo en otros sectores, pero por desgracia no les conozco 🙁

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  12. Zordor, cuando dices que «el sector en España está fatal, si vas al extranjero ves otro mundo»… ¿en qué cosas se aprecian esas diferencias? ¿son diferencias que afectan al sector concreto, o diferencias culturales que afectan a cómo se entiende el mundo del trabajo y la organización y, por tanto, a cualquier tipo de empleo (me inclino más por esto)? ¿podemos hablar de realidades generalizadas, o hablamos de casos de personas puntuales?

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  13. El problema de fondo me da a mi que está en lo de siempre: el amor por los clichés y los tópicos, la sociedad de la comodidad, el confort, el «que trabaje Rita»…
    ¿El problema es la educación? No lo creo. Bolonia no es el demonio que todo lo trunca. Una vez que sales al mundo laboral la visión cambia radicalmente, te das cuenta de que lo que aportó la universidad a tu formación poco vale para tu trabajo. Y eso, realmente, tiene que ser así. Si no lo que sería más razonable es que Microsoft reclute chavales de 17 años y los forme durante 5 años en *sus especificidades*. Eso no es viable, ¿o si? Encontraríamos airadas protestas de cómo va a hipotecar u chaval su futuro sin conocer las variedades que da la vida, la experiencia en la Uni… en fin, veo un callejón sin salida ahí.
    Una vez sales, repito, cambia el mundo. Yo hice Teleco, el PFC en el extranjero, empecé el postgrado (4/6 del primer año, no es demasiado), trabajé en Amena cuando fue la fusión con Orange, en Motorola poco, en Telefónica I´+D… y nunca contento. Ahora trabajo en Weblogs SL, y lo que hago en mi trabajo no «venía en la Universidad». Para nada.
    ¿Qué ocurre? Que para mi la carrera profesional es la que te marcas tú mismo, con tus errores y tus aciertos, no la que marcan los estudios y la «lógica». Admiro a los protagonistas del artículo, porque más allá de quejarse y derivar responsabilidades tiran para delante, dejando atrás los diálogos vacíos de fondo y de forma, que lo que hacen es separarte de *tu carrera profesional». La de verdad.
    Ea, qué parrafada, oigan…

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  14. Cierto, hay un componente de insatisfacción transversal a todos los sectores. Muy pocos acaban consiguiendo el trabajo de sus sueños. Aunque creo que la situación de los ingenieros informáticos y telecos en España es sensiblemente peor a la media por dos motivos principales:
    1) Sistema educativo anquilosado. Ocurre en todas las carreras, pero el mercado tecnológico avanza mucho más rápido que otros, y la enseñanza informática se mueve al mismo paso eterno que el resto de materias. No hay conexión entre ambos mundos. Simplemente no funciona.
    2) Estrategia de gestión de personas de las grandes y medianas consultoras. Se han empeñado en crear puestos y funciones commodity, en convertir a España en un destino “nearshore”, en una India europea, a base de empujar salarios y condiciones laborales al precipicio. Además, su “marca” y enorme gasto en marketing de contratación atrae como moscas a recién licenciados, muchos de los cuáles no tienen ni idea de qué es ser “consultor”. Resultado, decepción.
    Por supuesto que no es tan simple como esto. Los propios estudiantes tienen su parte de culpa en cuanto a las expectativas: es su trabajo informarse a los 16 años sobre qué ocurre en el mundo real. Y a los 20, a mitad de carrera, si no es lo que esperaban. E influyen muchos otros factores, pero desde luego creo que educación + empresas con estrategias cortoplacistas, tienen la clave.

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  15. Estoy bastante de acuerdo en lo que dices. Hay gente que no es consciente de como es el 99% del mercado laboral.
    Y por otro lado yoyoooyoy comparto plenamente lo que dices, la Universidad vive absolutamente de espaldas a la realidad. La endogamia es enfermiza y los alumnos en el fondo vamos a sacar nuestro título cuanto antes. Aprender lo que se dice aprender lo hacemos trabajando.
    Respecto a lo que dice julitros son peticiones justas pero como las de todos. Lo que tu consideras la última puta del sistema es lo que es la gran mayoría de los trabajadores, muchos de ellos con cualificaciones equivalentes o superiores a las de un ingeniero. La cantidad de arquitectos que hay pululando con becas y contratos de obra en estudios de arquitectura. Los licenciados en derecho que directamente no cobran en sus primeros meses en un despacho. Licenciados en empresariales con master que están años de becarios haciendo de administrativo.
    Así es la vida. Que no nos guste es otra cosa. Pero así es, salvo que la cambiemos.

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  16. ¿Sectores enfermos o expectativas equivocadas? En mi opinión creo que son las dos cosas. En cuanto a las expectativas equivocadas, parece que hay mucha gente (sobre todo algunos de los que formamos la llamada generación X y muchos de la siguiente generación, la Y) que se ha fabricado una idea un tanto infantil o hedonista de lo que significa ocupar un puesto de trabajo. El trabajo es tener obligaciones, objetivos y responsabilidades, cansarse, realizar tareas rutinarias, fracasar, estar fuera de casa, relacionarse con gente que nos cae mal y cuyas decisiones nos afectan, etc. Y entre todo eso hay oportunidades de aprendizaje, de triunfar y progresar profesionalmente. Oportunidades para las que, como mínimo, hay que fabricar una circunstancia. En definitiva todo se resume en una palabra: el éxito requiere esfuerzo y sacrificio.
    Siempre me ha gustado una cita de Pablo Picasso: “La inspiración siempre me pilla trabajando”. Picasso quería demostrar que un trabajo aparentemente tan satisfactorio y poco rutinario como es la creación artística, en realidad puede estar sujeto a los mismos sinsabores que cualquier otro, porque en realidad sólo hay un secreto para poner a funcionar el talento: esfuerzo y sacrificio.
    En cuanto a los sectores enfermos, el sector de la consultoría en España tiene mucho que aprender de otros sectores y de otros países. Me parece interesante comparar la Ingeniería y la Medicina en España. Un aspirante a médico ya sabe que tiene por delante seis años de facultad, un examen brutal de todo el conocimiento adquirido en esos seis años, de tres a cinco años de especialidad en los que trabaja por un sueldo de hambre, estudia y hace guardias de 24 horas cada dos días, para al final acabar ¿trabajando en un consultorio o como médico de empresa? No. El 99% de los médicos no acaba así. Lo que dice el autor del post es totalmente erróneo. Hoy día los médicos españoles están muy valorados internacionalmente, muchos de ellos emigran, lo que agrava la escasez de profesionales en España y está haciendo que los sueldos suban de forma meteórica. ¿Sabéis cuánto cobra un médico pediatra, especialista en neonatología en Madrid (sanidad pública y privada)? De partida, entre 4.000 y 6.000 euros mensuales. ¿Y un cardólogo? ¿Y un neurólogo? Y no los veréis en los consultorios ni como médicos de empresa. ¿Están los ingenieros españoles tan valorados como los médicos? ¿No? ¿Tiene algo qué ver el sector en el que trabajan y el sistema educativo que los forma?
    Conozco el sector de la consultoría en Norteamérica (USA y Canadá). Sólo voy a comentar una diferencia. Cuándo en aquellas latitudes a un consultor le marcan un objetivo o a un jefe de proyecto le encargan la dirección de un nuevo proyecto, lo primero que se pregunta es ¿qué necesitas? Y os puedo asegurar que al menos el 75% de lo que se necesita será puesto a disposición. Es otra forma de trabajar. Aquí tocamos de oído. Allí tocan con partitura.

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  17. Ricardo, aceptando que desconozco los datos reales sobre los médicos, tampoco cambia el fondo de mi argumento. Me da igual que acabes siendo cirujano en vez de médico de empresa. Un cirujano está, la mayoría de los días, dentro de la misma rutina que cualquier otro (ahora una hernia, ahora un apéndice, ahora una vesícula, ahora otro apéndice…). Las oportunidades de hacer una operación histórica, de innovar en procedimientos médicos o de publicar en prestigiosas revistas… no es algo de todos los días. En definitiva, que al final vamos a tu primer párrafo: que estés donde estés, el trabajo es trabajo y tiene un gran componente de elementos frustrantes.
    En cuanto a la consultoría en norteamérica, de nuevo voy con lo que le preguntaba a Zordor: ¿es una diferencia entre consultoría de aquí y de allí, o es una diferencia entre el mundo del trabajo en general de aquí a allí? Yo creo que lo segundo más que lo primero.
    León, quizás el asunto sea… que sobran un huevo de universitarios. Que es muy bonito eso de la educación para todos, pero igual es que luego no hay trabajo «de universitario» para todos.
    Manuel, a mí me parece muy legítima la estrategia competitiva de ser «la nueva India». ¿Por qué no? Podemos discutir si es rentable o sostenible a medio plazo, pero es tan válida como cualquier otra. Ahora bien, quizás lo que ocurra es que para eso no se necesiten universitarios, igual que no se necesitan para apretar tuercas en una cadena de montaje.
    Al final estoy más de acuerdo con Esteban. La Universidad no puede aspirar a ser un «cursillo de formación». No importa tanto que te enseñen «lo último en informática» como que te den unas pautas globales, una estructura general mental y de conocimientos, unos cimientos, una forma de pensar y de trabajar… que te permitan después ser capaz de adaptarte con rapidez y solvencia a lo que te vaya surgiendo. Que te enseñe a pescar, no que te dé peces.

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  18. Yo también he conocido el sector de consultoría en otros países (UK, México, USA) y es cierto, que la cultura es muy diferente (y hablo de la misma Big 4) en muchos aspectos. Ni mejor ni peor, diferente; y para muestra, allí si estás más de 2 semanas in the beach (sin proyecto) te vas a la calle y en España hemos llegado a estar 5 meses sin proyecto y todos remando para conseguir propuestas (y no buscando otro trabajo).

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  19. El sector de la informática es curioso porque trabaja mucha gente que ha tenido otros estudios y los que han estudiado informática quieren dedicarse a otra cosa. Es decir, los que supuestamente les gusta el sector (por eso han elegido esta carrera) están bastante quemados pero para otros que han estudiado otra carrera les vale.

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  20. ¿Y qué podemos decir de los que contribuyen a crear esas expectativas insatisfechas con unos artículos tan sustanciosos e «informativos»?
    ¿De dónde se habrán sacado los que van a la universidad que el título les da derecho a un cierto salario?

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  21. Yo creo que «expectativas fallidas».
    Cada uno se fabrica su propia bola en su cabeza y si se la agranda es problema suyo. Cuando decidí estudiar Derecho (y así muchos de mis compañeros, sé que no soy caso único) uno no aspiraba a abrir un edificio de 10 pisos en la acera de enfrente de Garrigues o de Cuatrecasas. Uno soñaba con la posibilidad de ser becario en estos bufetes, aunque sólo fuera por aprender algo y aunque no vieses nunca 100 pesetas juntas…
    Creo que cuando se elige una carrera hay que ser consciente de la realidad que rodea a esa enseñanza y a la profesión a que está abocada.
    El único trabajo que promete «una aventura diaria» es el de soldado profesional. Al menos eso decía el anuncio de la tele, ¿no? 😀
    Con Dios

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  22. @Esteban, respecto del redactor quiero decir lo que dice Raúl: «La cuestión es que podría interpretarse, leyendo este artículo, que es un problema del sector. Y ahí es donde a mí me entran las dudas.» En mi caso, estas dudas conducen a pensar que el «sector del periodismo» también está enfermo.
    Respecto de los que salen con un título académico asociado a unas ciertas expectativas salariales, lo que quiero decir es que el único sitio donde he visto conectados títulos y salarios es en los convenios colectivos y en las tablas de cotización a la SS (mínimos y máximos). Puedo constatar que los alumnos que yo tenía en último año de carrera esperaban salarios muy superiores por el simple hecho de presentar su «papel de aptitud».
    En las encuestas salariales de mercado que se manejan en las grandes empresas desde hace años (sobre todo en las multinacionales de matriz en los EUA) no se encuesta por títulos, sino por puestos, conocimientos, habilidades…

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  23. Sobre médicos puedo hablar, mi mujer lo es. Efectivamente, los médicos españoles están bien valorados… fuera de España; por ello muchos emigran. Y si están bien valorados es gracias a un sistema educativo (me refiero al específico de la Medicina) muy riguroso y en íntimo contacto con la realidad profesional a la que va dirigido, característica que probablemente no se da en ninguna otra profesión. Los médicos españoles están magníficamente cualificados, y da igual que te atiendan en la pública o en la privada, porque son los mismos.
    Efectivamente, un especialista puede ganar un buen dinero, tras al menos cinco años de ejercicio profesional, a contar desde los ocho o diez que dura su formación desde que comienza los estudios superiores. Durante el MIR tendrá un sueldo pero no demasiado espléndido. El especialista qie quiera ganar dinero lo conseguirá echando muchas horas y, en cualquier caso, su retribución no será equiparable a la responsabilidad que asume en cada uno de sus actos médicos. Y ese buen dinero tiene mucho que ver con la escasez de médicos, porque el sistema educativo no produce los suficientes como para cubrir la demanda asistencial, que a su vez tampoco cubre la demanda que nuestra sociedad tiene de servicios médicos. Ahí tenéis las listas de espera, hasta para una «simple» consulta. Por último, Raúl, muchos médicos se darían con un canto en los dientes por disponer de 10 minutos para cada paciente (busca en Google «plataforma 10 minutos»). Acabas de ser papá por segunda vez así que habrás bregado con ginecólogos: mi mujer lo es y en una mañana de consulta ha llegado a tener citadas cuarenta pacientes. Si, he dicho cuarenta (40).

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  24. Esto es como lo de las top models. Sólo hay cinco o seis. Y como el fútbol, y como los CEO de las grandes Empresas Españolas.
    Por favor, no lean este tipo de artículos. Menos si son ingenieros.
    La formación es mala, la gente que llega está mal preparada. Ergo el mercado está dispuesto a pagar lo que fuera frente a la promoción de las canteras. Ergo, de nuevo, el mercado se llena de gente no bien preparada, motivada, cualificada. Ergo ¡la cagamos!.
    Es como el fútbol. Si fuera futbolista estaría asustado. Este verano, con la crisis y las renovaciones, muchos se tendrán que dedicar a otra cosa, ¿no crees?
    ¡Sean felices!

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  25. Gracias josempelaez, ahora sí que te entiendo, y además estoy esencialmente de acuerdo. El problema es la falsa creencia de que el papel te da un salario, cuando lo que se debe inculcar es que tu valía integral es la que debe regular eso. Además de que es muy cómodo pensar en que «soy ingeniero, de 40.000 no bajo».
    Mi pensamiento más recurrente es que todo lo que yo quiera conseguir tengo que trabajarlo yo solo. Mi problema es que quiero conseguir siempre más y mejor (y no hablo necesariamente de dinero), no creo en el salario por derecho y sí en base al esfuerzo, sea del tipo que sea. Eso no significa trabajar 16 horas diarias, hay un libro por ahí que promete vida de jeque con 4 horas a la semana. ¿Utopía? Pues en realidad creo que no lo es… ;D

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  26. Estimado señor Anónimo
    ¿Qué es un “contrato de Ingeniero”?
    Es cuando la empresa en la oferta de trabajo buscan perfil «Ingeniero/Ingeniero Técnico» y cuando te contratan te ponen a hacer tareas de ingeniero, no de técnico FP. Esto pasa y a manos llenas. De hecho es mi situación, de momento. Lo cual descarta tu ejemplo del barrendero por no ajustarse a lo que estoy diciendo. Complemento yo con un ejemplo:
    Busca y contrata a un arquitecto para una obra, y dile que se ponga a levantar tabiques. Si no se muere de risa, lo mismo te levanta el dedo. ¿Nosotros tenemos que poner el culo?
    Y lo de las horas extras, […]
    ¿Y por eso simplemente tengo que tolerarlo y meterme el dedo en culo y no quejarme? ¿Porque pasa en todos lados? Si los demas no se quejan, los tontos son ellos, no yo. A ver si es que aqui hay que ser putas y ademas poner la cama.
    En cuanto a lo de “firmar papeles” [blabla]
    Si si, todo lo que tu quieras. Pongamos dos Ingenieros, un Teleco y un Informático. Mismos años trabajando, cualidades similares, de valor equivalente para la empresa, y ambos han salvado al mundo el mismo numero de veces. Lo digo para que no salgas por lo de «es que eso es segun experiencia y tal». Suponemos que son igualmente capaces, demostrado. Entra un nuevo proyecto mucho más del dominio de la Informática que de las Telecomunicaciones. Uno puede firmar y otro no. ¿Es correcto? ¿Es justo? ¿Hola?

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  27. Bueno, como «teleco» que soy, voy a contar una «divertida anécdota» que me pasó de la que siempre me acuerdo en estos casos.
    Fui primera promoción de Ing. de Teleco en la Universidad de Alcalá, fuimos los primeros que entramos y, en la presentación, nos dieron una charla sobre lo importantes que éramos, que la carrera iba a ser el «buque insignia» de la escuela, blablabla…
    El primer día de clase nos pusieron en unos barracones prefabricados a punto de caerse, donde estuvimos todo un año…
    Es un poco «analogía tonta», pero creo que en el caso de las ingenierías y algún otro trabajo, hay ciertas «expectativas sociales» que son radicalmente falsas. Por el hecho de ser Ingeniero no tienes garantizado un sueldazo. Tampoco que no te echen. Tampoco que te traten bien en el trabajo. Igual que no lo tienes por ser Abogado, Arquitecto, o Dentista…
    No sé si es el «espíritu del notario» o qué, pero siempre parece que funciona igual. Te sacas «el examen» (en este caso, la carrera) y ya parece que has ganado de por vida… Y no es así. Tienes que trabajar todos los días y la vida profesional es más de «evaluación contínua».
    No sólo eso, además, tiene que jugar bien tus cartas, cosa que a los ingenieros, informáticos, etc, por lo que he visto en general, nos cuesta. Estamos muy acostumbrados a trabajar mucho y ha «hacer cosas» y nos cuesta concentrarnos en temas más intagibles como «gestionar nuestra carrera», «vendernos», «poner tu trabajo en valor», etc…
    Otra cosa que se inculca en la carrera es un cierto aire de superioridad que siempre me ha tocado los pies, y creo que no hace nada bien a largo plazo.
    Y será por mi trabajo, pero nunca he visto necesitar firmar un proyecto, por nadie… Y eso que he trabajado desarrollando software crítico para aviación, que es exigente en sus resultados y si falla, pueden pasar desgracias…

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  28. Julitros, insisto. Las empresas contratan a gente para hacer determinadas tareas. El número de puestos con tareas «para ingenieros» es muchísimo menor que el número de ingenieros que salen al mercado, ergo habrá muchos ingenieros «de título» haciendo tareas «que no son de ingenieros». Es lo que hay. El ser ingeniero, como bien dice Jaime, no significa que a la salida tengas que tener (por derecho divino) un puesto «de ingeniero», ni un sueldo «de ingeniero».
    Y si no te gusta, pues qué le vamos a hacer. Los puestos «de ingeniero» tienden a ser ocupados por los mejores ingenieros. El resto tiene dos opciones: o acepta otros trabajos (que si consultor, que si comercial, que si programador…), o «le levanta un dedo» al que pretende contratarle y se queda en casa rumiando la injusticia del mundo que no le da «lo que le corresponde».
    Lo de las horas extras, voy a insistir para que me entiendas: no es exclusivo de los ingenieros. Y no, no está bien, y no te tienes que meter ningún apéndice por ningún orificio corporal. Pero un ingeniero no es especial por sufrirlo, no es más sangrante por el hecho de que lo sufra un ingeniero en vez de cualquier otro mortal. Porque parece, por lo que dices, que está mal lo de las horas extras en general, pero que encima le pase a un ingeniero es intolerable. Pues tan intolerable como a cualquiera, ni más ni menos.

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  29. Hay una cosa que yo matizaría y puede sonar muy zen, pero creo que todo el trabajo moderno es consultoría en cualquiera de sus aproximaciones. Ni más ni menos, tenemos que quitarnos un poco la venda (y sobre todo, que cada vez haya menos narcisismo como el que leo en julitros).
    Esto viene a ser lo mismo que decir, y perdonad la simpleza, que el trabajo, trabajo es, y que al final la validez y el valor de una persona como trabajador no tiene que ver con títulos y sí con actitudes. Más con actitudes que con aptitudes, me atrevería a decir.
    Definitivamente sigo suscribiendo las palabras de Raúl, lo que pasa es que creo que hay que leerlas con detenimiento y en cualquier caso, con todos los dedos desocupados…

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  30. Uhm, que confuso me quedó el salto del primer al segundo párrafo.
    Entiéndase que quería decir «Perdonad la simpleza, pero el trabajo, trabajo es, y al final la validez y el valor de una persona como trabajador no tiene que ver con títulos y sí con actitudes.»
    Un lapsus 🙂

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  31. No me queda más remedio que preguntarme
    ¿Es relamente la actividad lo alienante?
    ¿Existe una mínima posibilidad de que un porcentaje alto de titulados no estén realmente capacitados para el desarrollo en campo de su especialidad?
    ¿Se dedica a la actividad el tiempo suficiente como para obtener de ella la satisfacción requeridad? o, por el contrario esperamos encontrarnos en una empresa que nos facilite de forma simplificada el ascenso al NOBEL por el camino de, después de siesta, vienes, que seguro que el experimento está ya a punto?

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  32. Ganas tengo que un «informático» firme un desarrollo de software en este pais.
    El trabajo es trabajo, todo lo demás tonterías. Vamos que seguro que cualquiera persona que esta de cajera en los supermecado Día [personalmente desde el exterior me parecen que son las que estan peor tratadas ] tenía esas expectativas para su vida:seguro que era con lo que soñaba.
    Mucho vicio es lo que hay. Pero claro de algo hay que quejarse.

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  33. Pasión es lo que hace falta para que cada uno sienta que lo que hace vale la pena… pasión… el éxito llega después y automáticamente.

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  34. Estimado Raúl,
    Me voy a sumar a quienes no comparten tu comentario.
    No es cierto que la vida profesional deba ser como es. Una clase de profesionales medios sin expectativas, sumidos en la rutina, no hacen un buen futuro.
    Es cierto que la iniciativa personal cuenta, pero las políticas que aquí mismo se dan por sobreentendidas no cuentan con ella, y contribuyen a ahogarla.
    Quienes reflexionan y aconsejan sobre esta realidad debieran apuntar a objetivos más positivos, enriquecedores y potenciadores de las capacidades de las personas.
    Sostenerlo como un hecho ineludible es recurrir al bien conocido lema español: «es lo que hay».
    Los que transformaron el management no lo vieron así.

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  35. Hola!
    Soy artista escénico, la verdad es que el arte es un campo fértil no explotado como se debería, recientemente está despertando un auge por la mercadotecnia cultural, ésto está interesando a muchas empresas, sin embargo, no contamos con la gente necesaria para el área de la producción ejecutiva, que se encargue de las relaciones públicas y de la venta de proyectos… considero que literalmente, el campo de la gestión cultural, la mercadotecnia cultural y las ventas enfocadas en el arte son aquel privilegio -como lo mencionas-, que pocos tenemos, pero agregaría, que es tan reciente, que está abriendo los brazos para crecer y expandirse en manos de algún mercadólogo, publicista, etc., aventurero… quién dijo yo???

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