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Signos fecales

Ayer, durante la comida que tuve con los responsables de la Escuela Europea de Negocios, estuvimos contando «chascarrillos» sobre nuestras experiencias profesionales. Y especial éxito tuvieron los recuerdos de situaciones surrealistas de esas que se ven todos los días en las empresas (desde el «le ruego que no sonría, porque así da la impresión de que es feliz y sus compañeros se desmotivan» al «ya le daré yo esa información cuando considere que se la merece, usted dedíquese a trabajar»).
Hace unos años, unos socios de Arthur Andersen escribieron un libro (muy «publicitado» a nivel interno) que titularon Vital Signs. Iba sobre la importancia de establecer indicadores para poder valorar la buena marcha de las empresas.
El caso es que mi jefe siempre pensaba que se tenía que poner a escribir otro libro. Y en vez de «Signos vitales», pensaba titularlo «Signos fecales» y referirse a todas esas señales que evidencian que una empresa funciona (con perdón) como el culo. Normalmente no son señales que puedan capturarse en un indicador (aunque a veces sí), sino que tienen más que ver con comportamientos, decisiones, situaciones y anecdotario variado… y que sin embargo son un reflejo palmario de la cultura imperante en una empresa determinada. Cultura que, en última instancia, se lleva por delante cual tsunami cualquier ejercicio de management «racional».
Creo que hoy, igual que ayer, sería un éxito.

4 comentarios en “Signos fecales”

  1. A pesar de lo «escato» del título del post, cuenta conmigo para que te pase alguna anecdotilla del tipo directivos subidos en mesas arengando o directivos cogidos de la mano con los ojos cerrados creyendo que «La Fuerza» existe y les iba a librar de un batacazo.

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  2. Como consultor he estado (estoy y estaré) en diferentes empresas. [La idea de pertenecer a una empresa-proyecto me aterra] Y al final me he dado cuenta que en todas las empresas «cuecen habas». Todas tienen sus cosas, de hecho estoy en un momento que me sorprende que las cosas funcionen relativamente bien: que no se caigan más aviones, que los cajeros automáticos funcionen, que mi banco no se confunde en los movimientos, que mi seguros funcionan razonablemente bien, que mis datos personales estan relativamente seguros, que los procesos electorales funcionan … así hasta el infinito. Por lo tanto cualquier empresa mas o menos grande funciona como puede tirando.

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  3. ja, ja, me habia olvidado ya del libro. Cuento contigo para llevarlo a la practica¡¡¡¡
    El capitulo de los trepas esta casi listo

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