Nace Ritacifuentes.com

Hoy se ha puesto «en el aire» un proyecto en el que he venido colaborando en los últimos meses. Se trata de Rita Cifuentes Magazine, una web sobre el mundo de la cocina protagonizada por la propia Rita Cifuentes. Rita es una persona con amplia experiencia en su sector, con una importante actividad como formadora y asesora de terceros (ella misma se presenta mucho mejor que yo). El objetivo era disponer de una presencia en internet basada, sobre todo, en los contenidos que puede ser capaz de aportar; no sólo en cuanto a meras recetas (que también), sino conocimientos variados relacionados con el mundillo.
Mi papel en este proyecto, diseñado por Pedro Puig y desarrollado por Onestic, ha sido más bien el de «inspirador» y «facilitador». Colaboré con Rita y Salvador Camarasaltas (que es el fotógrafo que ilustra toda la web) para ayudarles a encauzar la concepción del sitio, y serví de enlace con diseñador y desarrolladores para que la puesta en marcha fuese por los cauces correctos (haciendo de «traductor» en esa muchas veces complicada relación entre «los técnicos» y «el cliente»). No me he implicado con tanta profundidad como en otros proyectos anteriores (donde tocaba revisar hasta la última coma del contenido, o el mínimo detalle de funcionalidad o cuestión técnica), pero creo que el resultado final encaja bastante bien con la idea que en su día se puso sobre la mesa.
En fin, se trata de un proyecto que hoy ve la luz, pero que está llamado a ir creciendo y desarrollándose. Les deseo a Rita y a Salvador la mejor de las suertes con él; ya saben que el lanzamiento público no es ninguna «meta», sino más bien la «salida» de una carrera de fondo donde habrá esfuerzos pero también, confío, satisfacciones.

Desarrollando una tienda online

Bueno, voy a enseñar la patita un poquito más en relación con uno de mis proyectos propios de los que os hablaba hace poco. Se trata de, como ya avanzo en el título, una tienda online.
«¿Una tienda online? Pues vaya, qué chufa, ¡¡si hay millones!!». Jeje, nadie dijo que mis proyectos fueran a ser revolucionarios y que estuvieran llamados a desbancar a Google como «dominador del internet mundial» :D. Bueno, chascarrillos aparte, la idea de tener una tienda virtual siempre me ha llamado la atención. Aunque, para ser más exactos, es el concepto de «tienda» el que me atrae: tener unos proveedores físicos, una logística, clientes «minoristas» que vienen, compran y se van (en contraposición al «cliente» de consultoría donde la relación es distinta), un «escaparate», etc…
El hecho de elegir el canal online (como canal principal, aunque el objetivo es tocar también otros canales) responde meramente a una cuestión logística. Siempre me ha fascinado el concepto de «tienda física», sobre todo cuando vas paseando por la calle y ves muchas tiendas semivacías, y te pones a hacer números… ¿cuánto cuesta un local? ¿y la reforma? ¿y tener a una persona full-time? De verdad, que hay tiendas que no sé cómo cuadran los números. Frente a esto, una tienda on-line es mucho más asequible, más cómoda de gestionar, y con un público potencial mayor. En el lado de las desventajas, lo que supone estar en lo que llamo «el centro comercial infinito«, es decir, que tu tienda es una más entre millones: ser capaz de atraer gente y motivarles a la compra es un reto difícil.
Pero como ya dije en su momento, me lo tomo como un aprendizaje. De momento, en las fases previas a la puesta en marcha, estoy aprendiendo y disfrutando mucho, encontrándome con circunstancias, decisiones a tomar, etc… ¡y eso sin haber salido a la luz!
No, todavía no voy a decir qué venderé en esa tienda online. No tardaré, pero prefiero tenerla ya a punto de caramelo. Pero, sin necesidad de concretar, ya tengo abierto el campo para ir comentando unas cuantas cosas a las que me voy enfrentando.

Web 2.0 y empresas, con ULMA en Oñati

La próxima semana, concretamente el jueves 5 de marzo, estaré en Oñati (Guipuzkoa) en una conferencia / mesa-redonda titulada «Web 2.0 y empresas: retos y oportunidades» gracias a la iniciativa de ULMA.
El evento será a las 11:00 en el Auditorio ULMA, y después de un rato de exposición tendremos un seguro que interesante intercambio de opiniones con David Sánchez e Iker Merchan.
Como siempre, si alguno estáis por allí, ¡nos vemos!

Opiniones sobre el curso de "Sensibilización y formación 2.0"

El viernes por la tarde estuve haciendo uno de mis cursos de sensibilización y formación 2.0 . Tenía cierta inquietud, al fin y al cabo era el primero de los cursos con el formato de 4 horas que hacía. ¿Gustaría? ¿Estarían bien ajustados los tiempos? ¿Funcionarían bien las actividades que planteaba? ¿Resultaría entretenido, útil? ¿Se haría largo? ¿Quedaría demasiado superficial, o por el contrario, demasiado profundo?
A parte de las sensaciones que uno pudiera sacar «en vivo y en directo», pasé al final del curso una hoja de evaluación (algo que me parece imprescindible cuando uno imparte sesiones de formación: es la forma de captar el feedback estructurado de los asistentes, y por lo tanto de mejorar), y hoy he estado tabulando las respuestas.
En general, ha resultado bastante satisfactorio. Han valorado muy bien el interés del contenido, la utilidad, mi preparación, la amenidad de las clases… quizás el cuadro que más me guste (aunque no sea en el que más puntuación he sacado) sea éste: ¿recomendarías este curso?

Curso Digitalycia

En una escala de 7 puntos, 5 asistentes han dado la máxima puntuación y el resto, la inmediata inferior. Si a eso le sumamos algunas afirmaciones textuales (a la pregunta de qué me ha gustado más: «lo ameno, claro y entretenido que ha sido», «las experiencias personales de Raúl», «el contenido e información me puede ayudar en mi trabajo», «muy ameno y profundo sin ser pesado», «muy bien explicado», «la amenidad, participación y claridad», «lo rápido que ha conseguido Raúl adentrarnos en este mundillo»…) pues en fin, que me quedo bastante satisfecho.
¿Nada que mejorar? Por supuesto que sí. Me encantaría que en el gráfico anterior todos los asistentes estuvieran en la puntuación máxima, y en eso es en lo que voy a seguir trabajando. Quizás de los matices que más se repiten es que la sesión pudo resultar «un poco larga» (realmente estuvimos cuatro horas con apenas 15 minutos de descanso, y para más inri un viernes por la tarde y en horario «no laboral»: y aun así parece que no se les hizo demasiado cansino…), que la introducción quizás ocupara demasiado (es toda la parte dedicada a «sensibilización»… aunque creo que es porque el colectivo ya estaba un poco sensibilizado) y que les hubiera gustado profundizar más en «aplicaciones prácticas». Lo que pasa es que ahí ya empezamos a rozar el larguero de lo que es un curso y de lo que es consultoría… aunque seguro que todo se puede mejorar.
En fin, una buena y satisfactoria experiencia. ¿Quién quiere ser el siguiente? 🙂

Cursos de formación 2.0 en Digitalycia

Una de las «líneas de negocio» más evidentes de Digitalycia es la formación sobre la web 2.0 orientada a empresas. En ese sentido, estoy «paquetizando» un curso de media jornada de duración en el que primero hablamos sobre qué es la web 2.0 y reflexionamos sobre el impacto que puede tener sobre las empresas y por qué hay que prestar atención a este fenómeno. Y después pasamos a hacer un repaso sobre distintos aspectos de esta «web 2.0» (herramientas, utilización, casos de éxito, etc.) siempre planteado desde su uso más corporativo, con la idea de que sirva de «inspiración» a los asistentes como materia a desarrollar en su propia actividad.
La idea es ofrecerlo en dos tipos de convocatorias: in-company (para empresas que contraten una o varias sesiones completas del curso; con importantes descuentos para sesiones múltiples) y convocatorias abiertas (para profesionales individuales o empresas que quieran apuntar a pocas personas), que se irán realizando a medida que vaya habiendo «quorum».
Así que nada, si tenéis por ahí gente a la que le pueda interesar el tema (a los lectores habituales ya os doy por más que instruidos… aunque igual en vuestro entorno, incluso en vuestras propias empresas, hay cabida para ello, ¿no?), ¡ya sabéis dónde encontrarme! (más información en la página de Digitalycia)

El valor del self-service

Hace un rato he publicado en Digitalycia esta presentación: se trata de un esquema de trabajo para ayudar a las organizaciones a definir líneas de acción para adaptarse al entorno 2.0. O sea, uno de mis productos: yo ayudo a las empresas a definir, en base a mi conocimiento y experiencia, esas líneas de acción.

Digitalycia Plan De Acción 2.0

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El caso es que lo he comentado en Twitter y he recibido el comentario de Íñigo: «Es una presentación muy buena (y un poco self-service ¿no?)». Gracias por lo de «muy buena», por cierto. 😀
Cuando dice «self-service», entiendo dos cosas:
a) Un potencial cliente podría ver esta presentación y «cocinarse» su propio plan de acción, prescindiendo de mí. ¡Pues vaya una acción comercial!
b) Un potencial competidor podría ver esta presentación, «apropiársela», y utilizarla para vender y «robarme» clientes. ¡Otro movimiento brillante por mi parte!
Veamos. No desprecio esos «riesgos», es posible que suceda tanto lo uno como lo otro. Pero es que no creo que mi valor añadido resida en «retener» ideas (unas ideas que, por otra parte, tampoco son nada del otro mundo: vamos, que no soy un genio que se ha pasado años haciendo I+D para parir esto, ni salen del estudio de una realidad que sólo yo estoy viendo). Mi valor añadido reside por un lado en poner en práctica esas ideas, y por otro lado en mi capacidad para generar otras nuevas.
Así pues, con la publicación de la presentación, lo que quiero decir es «eh, aquí están estas ideas: si te gustan y quieres ponerlas en práctica, quizás te pueda ayudar» y también «mira, éstas son mis capacidades de análisis, síntesis, organización, creatividad… si te gustan, las puedo poner a tu servicio». Al final es como si publicas unas «instrucciones para aprender a conducir», consistentes en explicarte que hay que pisar el embrague, meter la marcha y soltar mientras pisas el acelerador. En teoría, con eso alguien podría efectivamente ponerse a conducir. Sin embargo, todos (los que conducimos) sabemos que para aprender a conducir hace falta mucho más que eso: hace falta la ayuda de alguien externo que te vaya indicando cómo se hacen esas cosas que vienen escritas, que te vaya explicando todos los matices, las excepciones, las cosas a tener en cuenta, que te acompañe en el proceso… sí, también lo puedes hacer solo, pero luego los resultados son los que son.
En definitiva, que yo no vendo el «how», sino el «know how». Regalo el «how» para mostrar que sé de lo que estoy hablando, y que merece la pena pagar por mi «know how». Si alguien prefiere quedarse sólo con el «how»… pues estupendo.
También es una forma de marcar el territorio, de hacerme notar: éste es mi argumentario, mi forma de ver las cosas. En el mundo de las ideas es absurdo pensar que puedes guardártelas en un cajón sin que nadie las vea. Las ideas fluyen, van de un sitio a otro, inspiran, se mezclan, se enriquecen. Yo lo hago con ideas de otros, y otros lo hacen con las mías. Y en este juego, prefiero ser «inspiración» y «referencia» para otros que pasar inadvertido (incluso asumiendo que parte de esos «otros» puedan jugar sucio; otros muchos jugarán limpio)

¿Has oído hablar de la revolución 2.0?

Siguiendo con mis inquietudes respecto a venderme y todo el proceso de desarrollo comercial para Digitalycia, una de las cosas que quería hacer era una «presentación comercial«. Cuando me puse manos a la obra con el powerpoint, empecé a notar los viejos tics: si seguía por ese camino, me iba a salir un texto pesado, tirando a formal, tradicional, con mucho bullet y palabrería consultoril… Y como ese estilo no me gusta nada como «consumidor», malamante iba a conseguir resultar atractivo para otros.
Así que me lié la manta a la cabeza y he preparado esta presentación un poco más dinámica. La idea es que sea autoexplicativa (es decir, que pueda circular por sí misma), por eso tiene tanto texto (aunque no mucho, creo). El objetivo es poner de forma directa sobre la mesa algunos puntos relevantes relacionados con el mundo 2.0 y su impacto en la empresa, y en cierta medida «incomodar» al lector y motivarle a que «quiera saber más». Soy muy consciente de que el tono pueda resultar exagerado (hablar de «revolución» y todo eso: aunque creo firmemente que lo es), pero así es más susceptible de llamar la atención, ¿no creéis?

Por supuesto, todo es susceptible de mejorar, y vuestras opiniones siempre serán bienvenidas. Y más por supuesto aún, si os gusta y queréis darle «publicidad»… pues más bienvenido todavía.

Digitalycia

Bueno, pues después de leer muy atentamente vuestros comentarios a mi duda sobre si lanzar o no un nuevo blog… al final he decidido seguir adelante y poner en marcha Digitalycia.
Definitivamente, y a pesar del riesgo de que se pierda el «contexto» sobre quién soy yo (al poner sólo posts «profesionales» allí), creo que a día de hoy este «Vida de un consultor» tiene ya demasiados tipos de contenidos conviviendo juntos, y además me gusta que sea así. Aquí, los posts profesionales quedan muy difusos.
La idea de dejar «Vida de un consultor» como blog profesional y crear uno de tipo personal tampoco me convencía, a pesar de las evidentes ventajas (sobre todo desde el punto de vista de la visibilidad y el posicionamiento ya ganado) que el movimiento podía tener. Digamos que el motivo, en este caso, es más «sentimental». «Vida de un consultor» es lo que es, ha ido generando su personalidad a lo largo de casi cuatro años. Y cambiarla de forma radical de un día para otro se me hace difícil. Llamadme idiota si queréis, pero le he cogido cariño a este blog tal y como es, y quiero que siga siendo así.
Por lo tanto, nace Digitalycia como «blog profesional» de Raúl Hernández González, consultor de empresas digitales. La idea es llevar allí los contenidos más «profesionales», aquéllas reflexiones que pudieran servir, en un momento determinado, como «escaparate» de mi actividad y mi utilidad como asesor para clientes potenciales.
Ahora es cuestión de ir cogiendo el tono, el ritmo… de que Digitalycia vaya generando su propia personalidad. En unos meses podremos ver qué tal ha funcionado la idea. De momento, estáis todos invitados :).