Los que os hayáis pasado por mi recién estrenada Triopic, y además conozcáis el software Prestashop, habréis advertido el gran parecido formal que tiene con la plantilla por defecto que proporciona la herramienta. Vamos, y si no no tenéis más que echar un vistazo y comparar.
Y es que, efectivamente, para ponerme en marcha apenas he hecho unos retoques cosméticos en los colores y poco más. Obviamente, me hubiera encantado hacer una personalización total al sitio, apostar por un diseño epatante… el problema es que eso cuesta bastante dinero, y bastante tiempo. Dinero, porque lo tienen que hacer terceros (mis habilidades no llegan a tanto). Y tiempo, porque entre el trabajo de ellos y el mío para la definición, la supervisión, las pruebas…. hubiese implicado bastantes semanas de dedicación.
Y esa es una de las cosas que creo que se pueden hacer más adelante (y como además tengo el poder de decidirlo, lo hago y punto). Lo que me importa ahora es afinar el concepto, probarlo «en real», ver si tiene aceptación o no. Y para eso, el aspecto externo no es lo más relevante; al menos no lo suficiente como para invertir los recursos que exigiría, que ahora prefiero destinar a poner unos buenos cimientos en la iniciativa. Si funciona, si demuestra un potencial real de generar un flujo de caja interesante, entonces llegará el momento de darle un buen lavado de cara, crear un diseño molón (además construído a partir del feedback real de usuarios reales) y, en definitiva, de invertir en apariencia. Pero hacerlo antes me parecía poner el carro antes que los bueyes, algo que en general no me gusta nada hacer.
inversión
Las lecciones del caso Referenta
Hoy ha salido a la luz lo que podríamos llamar el «Referentagate» o «el caso Referenta». Pero vayamos por partes.
Referenta es un proyecto que se puso en marcha hace unos meses, tras el cual estaban gente como Jero Palacios o José Antonio Gelado (de los que tengo buena opinión en líneas generales). Estuvieron un tiempo tramándolo en silencio, y finalmente salió a la luz con vocación de ser un sitio con contenidos tecnológicos elaborados en profundidad (artículos más largos y trabajados de lo que suelen ser habituales como norma general en los blogs comerciales), y con un interesante componente de red social. El resultado no estaba mal: más allá de que yo no fuese lector habitual (temáticas muy alejadas de mi día a día) sí me parecía percibir ese «toque diferente» en los contenidos.
El caso es que hoy nos enteramos de que el equipo fundador de Referenta ha sido apartado de la web y, tras un par de semanas sin actualizar el sitio, aparecen un par de noticias verdaderamente patéticas (un cortaypega, una nota de prensa y un post de dos párrafos) elaboradas por personas diferentes al equipo habitual, y un comunicado del anterior equipo de Referenta explicando que ellos no tienen nada que ver con eso.
Ya en algunos posts se deja entrever el fondo de la situación: los accionistas mayoritarios (que no eran el grupo fundador, sino unos socios «capitalistas» con posición muy mayoritaria en el capital; algo que a mí me ha pillado por sorpresa, porque había asumido que la empresa era del equipo) no estaban de acuerdo con la línea editorial de «pocos artículos bien trabajados» y querían cambiarla por «muchos y menos trabajados», y lo mejor que se les ocurre es apartar de la noche a la mañana al equipo original.
Sin saber más de lo que he leído por ahí (y por lo tanto con riesgo de «pasarme de frenada» con alguna reflexión), se me vienen a la cabeza estos puntos reseñables en la situación, a modo de lecciones:
Lección 1: las empresas son de quien tiene más acciones
Así, sin más. Quien tiene más acciones, toma las decisiones. No importa que haya socios minoritarios (o incluso no socios) que sientan que la empresa es suya, porque no lo es. No cabe llevarse las manos a la cabeza por algo así.
Lección 2: no actúes como si la empresa fuera tuya cuando no lo es
Ligada directamente a la lección 1. No merece la pena poner toda tu pasión, todo tu esfuerzo, dar la cara o pelearse hasta la extenuación por un proyecto que no es tuyo. Porque cualquier día, el dueño real del proyecto te da una patada, y de nada vale ser el «dueño moral». Si lo haces, le estás haciendo el trabajo sucio a otros.
Lección 3: si realmente amas el proyecto, no entregues el control de tu empresa
Algo que es a veces difícil de cumplir. El dinero es importante, pero tiene un coste. Y no sólo en términos de intereses, sino de someterse a la voluntad y al control de otros que no eres tú, que te imponen por dónde debe ir tu proyecto. Entonces, el proyecto deja de ser tuyo. Hay otras vías de financiación que no pasan por entregar el control. Y si lo entregas, entonces asume las lecciones 1 y 2.
Lección 4: de verdad, antes de entregar el control, valora si es necesario
Teniendo en cuenta lo anterior, creo que entregar el control debe ser la última opción. Y aquí creo que los chicos de Referenta cometieron un error. Sin duda, con dinero todo se hace más fácil (se hace un diseño molón, se programa una herramienta desde cero, se paga a los editores desde el minuto 1…), pero se asumen unas servidumbres importantes. ¿Hubiera podido Referenta nacer y desarrollarse sin esa inversión inicial? Yo creo que sí, otros lo han conseguido antes. Quizás hubieran tardado más, o los editores tendrían que haber trabajado «de gratis» al principio, o hubieran tenido que conformarse con algo menos que una plataforma a medida. Pero… el proyecto hubiera sido suyo y lo hubieran llevado por donde ellos querían.
Lección 5: si no hay más remedio que entregar el control, cuidado con quién lo haces
Supongo que esto es fácil decirlo a toro pasado, y que ellos pensarían que eran perfectos. Pero viendo cómo se ha desarrollado la historia… ¿realmente estos socios eran los más indicados? Quizás hubiera sido mejor tardar un poco más en encontrar al socio adecuado (alguien de quien te puedas fiar, que confíe en el proyecto, que no actúe de cualquier manera). Ése es un trabajo que puede llegar a costar años, pero seguro que hay gente así.
Lección 6: las formas son importantes
Hay formas y formas de hacer las cosas. Se puede llegar a una situación en la que hay intereses contrapuestos, se puede llegar al punto de decir «aquí el que manda soy yo y ésta es mi decisión». Pero no hay que perder nunca los papeles: las cosas se explican con respeto y se busca la mejor salida posible, un plan de transición razonable (aunque cueste algunos euros más)… y que cada uno siga su camino. Pero cerrar este tipo de situaciones a portazo limpio dice poquísimo de quien lo hace.
Lección 7: ¡es el talento, idiota!
Igual piensan los accionistas de Referenta que ahora podrán hacer con el proyecto lo que quieran. Pero no, simplemente han matado lo mucho o poco que hubieran logrado hasta ahora. Un proyecto así (prácticamente cualquier proyecto) se sostiene esencialmente de talento y pasión. El dinero es (a veces; no siempre) necesario, pero no es nunca suficiente. Es un commodity. Lo que hace que un proyecto destaque no es el dinero. Con su actuación, han eliminado el «alma» de Referenta. Ahora tienen un dominio y un archivo de noticias de unos meses, una fea reputación… y poco más. Tienen dinero, pero no tienen proyecto ninguno.
Bonus track: ¿era sostenible el modelo que proponían en Referenta?
No sé lo que buscaban los accionistas de Referenta: visibilidad, notoriedad, páginas vistas… lo que parece claro es que el enfoque de «pocos posts, muy profundos» no les estaba convenciendo. Puede que haya sido falta de paciencia… o puede que mi teoría de que los blogs comerciales sólo se sostienen con muchas entradas de perfil medio no ande tan desencaminada. Mi sensación es que una apuesta como Referenta podía convertirse en un «blog de culto», pero no en un medio masivo con millones de páginas vistas.
En fin, una situación feucha en la que lamento que se haya visto envuelta gente a la que le tengo cierto aprecio. Pero, aunque suene feo, también nos puede servir a todos para escarmentar en cabeza ajena; creo que aparte de una actuación cuestionable (sobre todo en las formas; en el fondo ellos sabrán lo que quieren para su empresa) por parte de los accionistas de referencia en la web, también ha habido un punto de ingenuidad o de expectativas equivocadas en el equipo, lo cual supongo que hace que duela más el desengaño.
En el evento Actibva: invertir en tiempos de incertidumbre
Esta tarde he estado en el evento que Actibva había convocado en la Bolsa de Madrid, bautizado «Invertir en tiempos de incertidumbre«. Y la verdad es que me ha dejado un buen sabor de boca.
A ver, vaya por delante que era una charla sobre el mundo financiero. Es decir, un tanto «densa», vamos, que si no estabas un poco puesto en la materia podía haber aburrido al más pintado. Pero para el perfil de asistente creo que ha estado bien: a mí me ha retrotraído a mi etapa universitaria (me licencié en Administración y Dirección de Empresas… especialidad Finanzas).
El «mix» de la charla ha estado bien acotado. Antonio Sáiz Eslava ha hecho un repaso de la actual situación económica desde una perspectiva macro, en un tono creo que bastante didáctico, hablando sobre las principales características de la situación, sus causas y las expectativas que tienen para su evolución. Victoria Torras Muñoz ha dado un repaso a algunas recomendaciones de inversión basadas en el análisis técnico (pero en mercados muy amplios, nada de comprar acciones del Ibex: divisas, mercados internacionales, índices, etc.). Y Carmen Martín Manjón ha hecho un repaso de algunas alternativas de inversión quizás menos conocidas como son los warrants, las opciones y los futuros o los ETF’s.
De «postre», hemos podido dar una vueltecita guiada por el edificio de la Bolsa, incluído el célebre «parquet» (por cierto, curiosa la inspiración masónica del edificio).
En fin, que creo que ha salido un evento bastante majete, espero que a la gente le haya gustado y que quieran repetir!
Actualización: publicado video del Evento Actibva
De business angels y otras historias
Como ya conté hace unos días, ayer jueves iba a estar en una jornada sobre inversión privada en nuevas empresas de base tecnológica, y así fue.
Dejando al margen una buena organización (incluida la comida, que me pareció muy correcta), la jornada resultó un tanto desigual. Destacaría la intervención de Albert Colomer, que hizo una muy dinámica y entretenida presentación de lo que son los business angels, las dificultades que tienen en su actividad en España, y la dinámica asociativa que está surgiendo en los últimos años a través de las BAN (Business Angels Networks). Y también la de Rodolfo Carpintier, que sin ser muy profunda, sí que hizo un buen repaso de su experiencia como inversor individual (al margen de que su planteamiento inicial ya mereció la pena: «si hay algo que aprendí hace años, es que no hay que aburrir al personal»). Y sin duda la estrella del día fue Luis Martín Cabiedes, cuya intervención creo que mereció la pena por toda la jornada junta. Una exposición brillante y divertida, descarnada, sin falsas modestias y sin vender ninguna moto, mojándose cuando se tenía que mojar, respondiendo a un montón de preguntas… al final me acerqué a saludarle y encima resultó ser una persona enormemente cordial. Muy bueno.
Y el resto… pues del montón. No es que no hubiera detalles interesantes, que alguno había. Pero la diferencia entre leer las hojitas de powerpoint y escuchar las intervenciones era tirando a nula… de verdad, sigo alucinando de cómo es posible que haya gente así dando conferencias y charlas por el mundo. Me siento, leo los puntos que vienen en mi powerpoint (y meto alguna gracieta con calzador) y me voy… qué somnolencia me dio alguno. Y otro detalle: ¿qué sentido tiene, a estas alturas de siglo, entregar la documentación en papel y no entregarla en un bonito CD, en un bonito pendrive, o simplemente colgar los pdf’s en la red?. Ya tengo otra bonita carpeta que acabará desapareciendo en una caja.
Mención aparte merece la comida, donde pasamos un rato muy agradable con Javier «Loogic» Martín, Eneko Knörr, José Antonio «Alianzo» del Moral y Ãngel Arbonies (a quien no conocía previamente y que me pareció un tipo muy reseñable). La comida se alargó por la charla y lo que tardaron con el café, pero mereció la pena.
En definitiva, se trata de una temática muy interesante y la charla de ayer me permitió empezar a conocer en mayor profundidad algunos aspectos. «Investigaremos» 🙂
Otras referencias a la jornada:
- El Blog del Piloto: Ideas y frases de la Jornada de inversión en nebt organizada por Madri+d
- Loogic: En la jornada de inversión privada en NEBT , Luis Martín Cabiedes inversor en empresas de internet
- Carlos Blanco: Charla de Rodolfo Carpintier en la Jornada Business Angels, ¿Qué aporta un Business Angel?
- Rodolfo Carpintier: Vuelvo del evento
Invertir en tiempos de incertidumbre
Éste es el título de una charla-debate-coloquio que estamos organizando desde Actibva. Se celebrará el próximo jueves 19 de junio por la terde en el edificio de la Bolsa de Madrid, y es un evento gratuito (pero requiere inscripción previa, por temas de aforo y seguridad).
Creo que el planteamiento de la charla es adecuado para los tiempos que corren. Recuerdo que en el 98-99 no hubiera hecho falta esta charla. Con «compra Terra» estaba todo arreglado. Dicen los aficionados al mar que con malas condiciones es cuando se conoce al buen navegante, y sin duda ahora estamos viviendo una mala época económica en la que no viene mal tratar de buscar resquicios para encontrar la rentabilidad (o, cuanto menos, no perderla)
Pues eso, que si os apetece el tema, por allí nos vemos.
Jornada sobre inversión privada en nuevas empresas de base tecnológica
Leí el post en el blog de Rubén, eché un vistazo, me pareció atractivo y pensé… ¿por qué no?
El próximo jueves día 5 de junio estaré en Madrid, en la jornada que organiza Madri+d, y que se subtitula «Guía práctica para business angels». ¿Que espero encontrar? Pues, la verdad, además de experiencias (que seguro que aportan alguno de los ponentes), un cierto «marco conceptual» relacionado con la inversión en empresas tecnológicas.
Creo que hay mucho futuro en los negocios con implicaciones en la red, pero también creo que hay que aprender a separar el grano de la paja. Obviamente no soy candidato (¿todavía?) a ser un business angel a gran escala (ni a pequeña casi tampoco), pero es algo que me encantaría ser en el futuro (para eso hace falta pasta, ¿no?). Pero, en su defecto, creo que hay un potencial muy interesante para alguien capaz de entender este tipo de negocios y servir como «puente» a los que tienen el dinero pero que, quizás, estén un poco más alejados del sector.
En todo caso, me ha parecido un planteamiento potencialmente interesante (luego habrá que ver qué tal sale) y por eso he creído que merece la pena pagar la cuota de inscripción. Espero que el análisis a posteriori también redunde en lo mismo.