Me llamo Raúl y me gusta compartir ideas, reflexiones y herramientas para tener una vida más sencilla, equilibrada y significativa. Cientos de personas ya se han suscrito a mi newsletter semanal gratuita. Más información, aquí


UPyD … ¿y por qué no?

Hoy en el Beers&Blogs ha estado Rosa Díez. Curioso, por cierto, que su presencia me haya generado infinitamente menos rechazo (vamos, nulo en realidad) que el que me generó la visita de Miguel Sebastián hace unos meses (y Rosa Díez no deja de ser una periodista política en campaña… aunque con menos gorilas y menos cohorte de periodistas). No sé, será que he asumido la normalidad de estas situaciones. O que Rosa Díez tiene su blog «de verdad» (y no uno de pinypon como el del candidato Sebastián). O que Rosa Díez me parece de largo mucho más honesta y menos dada a meramente «salir en la foto» (sensación que me ha confirmado en el rato que ha estado por allí). O pura incoherencia por mi parte, qué le vamos a hacer. Pero bueno, éste no es el tema, si no su partido, Unión, Progreso y Democracia (UPyD)
Se acercan las elecciones… y mi voto por decidir. Yo soy uno de ésos que, teniendo unas ciertas nociones políticas, no se casan con nadie a priori: PP o PSOE, he votado a los dos en el pasado. Y para ser honestos… no tengo ganas de votar a ninguno de ellos en esta ocasión. A unos porque me han dejado la amarga sensación de que no merecían la confianza que les dí, y a los otros porque no han hecho nada por recuperar la confianza que dejé de tener en ellos.
La abstención no es una opción. Y no por aquello de «si no votas, luego no te quejes» (que me parece un argumento ridículo), sino porque ya ha quedado demostrado que la abstención (a pesar de alcanzar unas cifras escandalosas, y cada vez peores) es algo que los políticos ni sienten ni padecen: aunque vote el 10% del electorado y el 90% se quede en casa, con ese 10% se hace el reparto de poder y a llenar el parlamento como si tal cosa, sin cuestionarse qué legitimidad pueden tener con esas cifras.
Creo firmemente que en España hace falta un tercer gran partido nacional. Un partido equilibrado ideológicamente, que rompa el binomio formado por unos PP y PSOE empeñados cada día más en convertir la política en una lucha «contra el otro» en vez de una pelea «a favor del ciudadano». Un partido con una cierta representatividad que haga el papel de árbitro en la lucha de poder y se lo quite a partidos de corte nacionalista que no se preocupan en absoluto del bien de todos los españoles, sino única y exclusivamente del de su región, y que sesgan de forma desproporcionada la acción de unos Gobiernos que se ven obligados, pactos mediante, a gobernar más a favor de unos españoles que de los demás.
Es evidente que la consolidación de una opción de estas características es difícil. Es una cuestión de historia (los grandes partidos tienen una masa de votantes ya hecha, un nuevo partido nace de cero), de recursos económicos (los partidos grandes parten con mucho dinero y una gran infraestructura para promocionarse, los pequeños no), de apoyo mediático (los medios apoyan a los partidos con posibilidad de gobernar: son los que luego les dan las noticias, y el dinero a través de innumerables campañas institucionales) y de una ley electoral que castiga a quien obtiene «muchos poquitos» frente a quien obtiene «pocos muchos» (ganar un diputado para un partido de corte nacional requiere muchos más votos porque quedan repartidos entre todas las provincias resultando insuficientes para ganar el diputado en esa provincia, aunque en conjunto sean muchos más votos que los que, concentrados en una única provincia y por lo tanto dando acceso a la plaza, puede recibir un partido de corte nacionalista).
Visto así, podría pensarse que el voto para UPyD es un voto «inútil». Pero quizás, por encima de conseguir representación parlamentaria o no, lo que está en juego es transmitir un mensaje. Mensaje de que hace falta alguien que ocupe ese espacio político. De que sobra crispación y falta equilibrio. Quizás si se juntan unos cuantos miles de votos alguien empiece a pensar que otra política es no sólo posible, sino también demandada por parte de la sociedad. Quizás con esos miles de votos se consiga poner el foco de atención sobre este germen de alternativa, se atraigan más recursos, más personas… y se le dé aire a la iniciativa para que dentro de otros cuatro años tenga más cuerpo y esté más cerca de jugar un papel más importante.
Así que… ¿por qué no?
PD.- Obviamente, no llego a estas conclusiones porque Rosa Díez haya ido al B&B. La alternativa de un partido nacional «distinto» es algo que siempre he manejado como idea atractiva, y me interesé por UPyD hace ya unos meses (incluso valorando, pero muy superficialmente, una posible afiliación). No cabe duda de que es un partido todavía por hacer, con muchos posicionamientos ideológicos por definir, en el que surgirán inevitablemente vicios propios de este tipo de organizaciones (luchas por el poder, ambiciones, tejemanejes, etc.)… pero hoy por hoy es, al menos, una alternativa distinta. A este PP ya lo conozco, y no me gusta. Y a este PSOE también, y tampoco me gusta.

18 comentarios en “UPyD … ¿y por qué no?”

  1. Pues yo estoy en una situación parecida respecto al voto. No me veo votando a PP ni a PSOE ni a IU, con todos tengo diferencias demasiado amplias como para sentirme cómido. Si a eso unimos que no soy nacionalista, me quedan los verdes o algún «nuevo partido», aunque me gustaría conocerlos más a fondo la verdad

    Responder
  2. Bueno, ante un partido (UPD) que dice lindezas como esta: ‘Ante unas 150 personas, Buesa dijo que «no voy a entrar en el tema de la immersión en la enseñanza, pese a ser un problema creciente, ya que puede conllevar fracaso escolar y posterior delincuencia juvenil»‘, creo que la etiqueta de ‘PP bis’ se queda incluso corta.
    La noticia, en: http://www.diarioiberico.com/actualidad/upd-relaciona-inmersi%f3n-ling%fc%edstica-y-delincuencia-18654.html

    Responder
  3. Antonio, mi sensación es que hay mucha gente en una tesitura similar. Por eso creo que hace falta una alternativa. Porque la abstención no nos saca de esta situación…
    Lluis, creo que estaremos de acuerdo en que en todos los partidos siempre va a haber individuos que, por torpeza u oportunismo (para apelar a la visceralidad de sus votantes o para robar un titular en los medios) van a utilizar frases poco afortunadas como la que presentas. Es algo con lo que estoy en completo desacuerdo, ya que no aporta nada al debate, es más, lo único que consigue es enfangar la discusión que debería hacerse sobre argumentos y situaciones reales.
    Ahora bien, creo que muchas veces rascando por debajo de la superficie de la frase desafortunada es donde hay que hacer el debate. Y en el tema de los nacionalismos hay cosas que no se sostienen: que un niño en territorio español no tenga la alternativa (y digo alternativa, no que deba ser la norma para todo el mundo; en la alternativa está la tolerancia, obligar a una cosa o la contraria no es tolerancia en modo alguno) de estudiar en el idioma castellano, que es el común del país, es una situación más que discutible.
    Ése es el trasfondo sobre el que hay que debatir, ésas son las ideas que hay que poner encima de la mesa. Se puede hacer de forma más afortunada o más fuera de tono (desde luego yo prefiero la primera… y que eso lo haga todo el mundo, porque en todos los partidos se cojea del mismo pié), pero lo que importa es el fondo.

    Responder
  4. ¿Y por qué no?.. yo también me lo estoy pensando.
    Me considero de izquierda (moderada) y por más que lo pienso no entiendo como puede ser compatible la búsqueda de una sociedad igualitaria en la que todos comencemos con los mismos derechos, con la ideología nacionalista.
    Parece el partido menos dogmático de los que se presentan.

    Responder
  5. No podría estar más de acuerdo en que España necesita una alternativa nacional a las anormalidades que vive nuestra política, que azuzada por los medios de comunicacion afines a cada partido, aleja más a todo el mundo de los problemas reales y nos sitúa a todos en el enfrentamiento.
    Siempre me he considerado más bien conservador en mis ideas, pero sinceramente no me identifico con el equipo que tiene actualmente el Partido Popular (desgraciadamente, porque pienso que Rajoy es una persona bastante sensata). El PSOE nada actualmente demasiado hipotecado por sus socios y con la mirada demasiado puesta en el pasado, a mi entender su gestión no ha sido buena en general, y sí ha fomentado una división social que se hace cada vez más evidente. Lo más grave es que, usando el símil empresarial, ha olvidado (o le han hecho olvidar) lo que serían la misión, visión y valores de su partido. ¿Cómo se puede hacer política sin tener esto claro?
    Necesitamos un partido que se preocupe de los problemas reales de los españoles y que recupere la unidad entre todas las personas – un poco de sentido común frente a los nacionalismos cada vez más excluyentes con los que no piensan como ellos.
    Creo que partidos como UPD y Ciudadanos/Ciutadans merecen una oportunidad y deben suponer un revulsivo para los partidos nacionales – ya estamos hartos de tanta mierda!
    Respecto del tema de la inmersión lingüística, creo que merece un post aparte, pero estoy completamente de acuerdo con Raúl.

    Responder
  6. Pues yo creo que la pluralidad es muy buena en política pero mira por donde estoy en contra. Me explico, en un mundo ideal donde los políticos fueran colaborativos, donde no se pusieran zancadillas y trabajaran todos a una para un bien común de la sociedad, esa pluralidad sería deseada. Por qué estoy en contra, pues porque esa situación no se da. Tenemos un país donde es mejor no apoyar al gobierno para sacar leyes buenas porque entonces lo hará bien de cara al ciudadano y esto no conviene que si no, no me van a votar a mi las próximas elecciones.
    Y eso es lo que sucedería si una ley tendría que ser apoyada por varios partidos.
    Mucha gente dice que al final ni el PP es tan de derechas ni el PSOE de izquierdas, entonces por qué no se ponen ni una sola vez de acuerdo para hacer algo juntos?
    Casi preferiría que el que ganase las elecciones gobernara como si tuviera mayoría absoluta y así poderle felicitar o castigar en las próximas elecciones, sin excusas.

    Responder
  7. Uno de los pilares de la formación de UPyD consiste, precisamente, en la defensa de las propias ideas sin achantarse ante las presiones de los pactos para acceder al gobierno por parte de uno u otro de los grandes (PP y PSOE). Es decir, no se trata de firmar cheques en blanco para uno u otro partido, o proclamarse de izquierdas o de derechas en función de la coyuntura. Cuando hablan de un partido transversal se refieren a que estarán de acuerdo con aquellos que defiendan lo que ellos consideran las reformas clave que requiere nuestra sociedad, sean ellos del partido que sean. Se trata de defender ideas y no adscripciones políticas. Es, precisamente, lo novedoso de UPyD. Buscan los pactos de Estado en materias fundamentales como el terrorismo, la educación, la organización territorial,…y para ello se requiere la participación de los dos grandes partidos nacionales. Es un tipo de política de sentido común, más cercana a la ciudadanía. En mi caso, me han convencido plenamente. Espero que le puedan hacer un hueco para que, con su planteamiento, den un impulso al consenso en estas materias fundamentales.

    Responder
  8. Me ha gustado este comentario. Es un reflejo de mis propias reflexiones. Soy un desencantado de estos socialistas (más bien sociatas) y me sigo considerando progresista (que no, progre). Pienso que hace falta un partido como éste para que, al menos, se note alguna reacción ciudadana en este país lanar…, y sustituya a los naZionalistas como bisagra (al menos mientras no alcance cotas de poder). Así que Rosa, adelante. porque tú lo vales y porque nos hace falta (como el pan).
    Saludos a todos los simpatizantes

    Responder
  9. Hay que fomentar lo que nos une. Llevamos mucho tempo haciendo la vista gorda y dando alas a los nacionalistas. En el año 86, cuando gané el campeonato de España de Raid Hípico, cuya final se celebro en Llavaneras (Barcelona), la bandera de España y el himno nacional brillaron por su ausencia; entonces vendían la idea de que ser nacionalista era ser de izquierdas, pero ya hemos crecido. Voy ha votar a UPyD ¡y eso que soy Navarra!

    Responder
  10. Los que vais a votar a estos de UPyD es que los conoceis poco, desde dentro no son mas que los sociatas de siempre, pero algo peor, los que han sido trepas sin conseguir nada, los que han sido corruptos y los han expulsado, los que no han sido nada y pretender vivir del cuento.
    Esto es este partido, sino no teneis mas que investigar un poco entre la gente que hay, y los que no han estado implicados en nada, son unos pardilos utilizados por estos indeseables.
    No votare a estos perros con distinto collar, para eso ya tenemos a los que hay.

    Responder
  11. Los de UPyD se han ganado mi confianza y mi voto y respecto al anterior comentario… que decir ante tan llamativa ignorancia!!! ¡pardiez! ¿cómo puedes tirar por los suelos el trabajo (sin cobrar, poniendo dinero y voluntario) que estamos haciendo los ciudadanos activistas en UPyD?, puedes estar o no de acuerdo con nosotros, pero no tirar infamias sobre algo que desconoces totalmente.
    Un saludo
    Aurora

    Responder
  12. Son las 8 de la mañana y estoy esperando se abran los colegios electorales para ir a votar. Hace tres meses me encontraba en la misma disyuntiva que muchos de vosotros, no estaba dispuesto a votar al PSOE ni tampoco al PP.
    Gracias Rosa por devolverme la ilusión y la seguridad de que esta vez mi voto será un voto útil. Te deseo mucha suerte.

    Responder

Responder a Pau Cancelar la respuesta