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Vacaciones blogueras

Hace casi tres años que empezó la aventura de El Blog Salmón. Desde entonces, puede decirse que soy «blogger profesional» o, por decirlo de otra manera (más correcta, creo), «blogger a sueldo». A El Blog Salmón se unión más tarde ¡VayaTele!, y luego El Blog Hipotecario, y El Blog de FOX, y en fechas más recientes Pymesyautonomos. Todos blogs con unos determinados compromisos que he ido cumpliendo mes tras mes, durante todo este tiempo… hasta ahora.
Porque me he saturado. A mediados de diciembre escribí mis últimos posts. Coincidió con el inicio del periodo navideño (que para mí implica viajes) y con el inicio del nuevo proyecto en el que me he embarcado. Ninguna de las dos cosas, en todo caso, eran suficientes para hacerme «dejar de bloguear» por sí mismas: en anteriores ocasiones también he tenido circunstancias similares. De hecho, en mis viajes me llevé toda la parafernalia necesaria para bloguear. Pero me daba una pereza terrible. Simplemente, no me apetecía bloguear.
En realidad, ya llevaba una época con esa sensación. La de que estaba blogueando más por obligación que por diversión. Que no escribía «porque tengo algo interesante que me apetece contar», sino que como «tengo que escribir x posts, a ver qué encuentro de lo que pueda hacer un post». ¿Resultado? La sensación de que en muchas ocasiones acababa haciendo posts «de relleno», totalmente prescindibles para mí y para quien pudiera leerlos. «¿He aportado algo escribiendo hoy? ¿He contribuído a que mejore la calidad de los contenidos en internet? ¿Me he divertido haciéndolo?». Si no hay respuestas positivas a esas preguntas… malo.
Lo cierto es que hace unos meses pensé, ante mi «periodo sabático», que dedicar unas horas al día a «ser blogger a sueldo» era una buena idea. Incrementé mi ritmo de contribución a los blogs en los que ya estaba, y me apunté a alguno más. Pero lo cierto es que no ha resultado como esperaba. Sí en la parte económica (donde no me puedo quejar del resultado), pero no en el grado de «diversión» que creía iba a suponer. En algunos casos, la temática del blog me venía grande (con lo que en vez de escribir de forma natural, me las veía y me las deseaba para hacer cuatro posts medianamente decentes). En otros, simplemente, ocurre que no tengo tantas cosas que decir (¿las hay, realmente?) como para generar x contenidos al mes. No al menos con el grado de profundidad y conocimiento que creo que son necesarios para que esto merezca la pena.
Porque creo que bloguear tiene sentido (para el blogger) si lo hace con pasión y diversión. Siempre he considerado que bloguear por dinero tiene sentido en la medida en que es un «hobby retribuido»: algo que harías igualmente gratis, porque te divierte y te apasiona. En ese caso, obtener un rendimiento económico a esa pasión y a esa diversión es la cuadratura del círculo. El problema viene cuando pones «el carro antes que los bueyes», y empiezas a obligarte a escribir más de lo que te realmente te apetece, o sobre temas que no te apasionan realmente, con un fin económico. Entonces, la gracia desaparece.
Creo que es lo que me ha sucedido a mí. Sobrepasé la línea. Y me cansé. Adicionalmente, se ha unido una reflexión de corte estratégico: «¿Para qué me sirve bloguear?» «¿A qué objetivo sirve?» «¿Me permite posicionarme de alguna forma?» «¿Me permite mejorar mis habilidades en alguna dirección?». Es una pregunta interesante, porque en algunos casos la respuesta es que bloguear sirve «para bloguear» (sin más; lo cual cuando es divertido per sé está bien, pero si no lo es…) o «para ganar unos euros» (sin más; no está mal, pero tampoco se justifica por el dinero). Que no contribuye a ningún objetivo de carácter superior, que no te hace avanzar en ningún orden.
Sobre esta base, he tomado algunas decisiones con el fin de devolver las aguas a su cauce y acabar con esta situación:

  • El Blog de Fox (un blog en el que me costaba bastante escribir, habida cuenta de la nula colaboración de la cadena en el flujo de contenidos y de que no sigo en realidad casi ninguna de las series que ofrecen) terminaba el pasado mes de diciembre. Un problema menos.
  • El Blog Hipotecario me venía definitivamente grande. Mis conocimientos sobre el mundo hipotecario son demasiado superficiales como para escribir de forma regular en un blog tan especializado. Y tampoco es un mundo en el que me apetezca ni interesa profundizar. Por lo tanto, he decidido simplemente abandonar el equipo de edición.
  • ¡VayaTele! ha sido divertido durante algunas épocas. Pero hace ya tiempo que prácticamente no veo la televisión. Apenas una horita al día, dedicada a alguna serie de la que probablemente ya esté todo dicho (nada de «ritmo americano»). Por lo tanto, se me hacía muy cuesta arriba escribir contenidos de primera mano, y acababa recurriendo a comentar «noticias» de forma un tanto rutinaria. Y teniendo en cuenta que tampoco es un mundillo en el que me interese lo más mínimo posicionarme, también he decidido dejar este blog.
  • En cuanto a El Blog Salmón, la situación es diferente. El Blog Salmón es «mi blog», estoy en él desde el primer día. Y normalmente he escrito a gusto en él, y es una temática que sí tiene más afinidad con mi perfil. Lo más normal es que siga adelante, aunque he decidido tomarme un descanso de unas semanas. Quiero despejarme, quitarme de encima la sensación de «bloguear por obligación», y dejar que las ganas de escribir vuelvan por sí mismas. Lo que tengo claro es que, si vuelven, será eso exactamente lo que escriba: lo que me apetezca y cuando me apetezca. No tengo que batir ningún record. No se trata de eso.
  • Por último, con Pymesyautonomos tengo más dudas. La idea a priori me atraía, como una extensión de mi actividad en El Blog Salmón. Pero no sé si es que ha llegado en mal momento (sintiéndome saturado por el resto de temas) o qué, pero no estoy muy seguro de ser capaz de aportar cosas «con miga». Mis conocimientos del mundo empresarial (a nivel «operativo») son los que son, y al final me veo escribiendo siempre sobre «espíritu emprendedor» y cosas similares… que bueno, están bien, pero no dejan de ser dar vueltas a los mismos temas una y otra vez… En fin, en este caso lo que vamos a hacer es dejar que las cosas vayan cayendo por su propio peso; si entro en una dinámica positiva estupendo, y si no encuentro el punto satisfactorio, lo dejaré tranquilamente.

En definitiva: le he dado un revolcón a mi relación con los blogs «profesionales». Quiero recuperar el espíritu de la pasión y la diversión al escribir. Quiero escribir en la medida en que contribuya a mi desarrollo, porque sólo entonces tendrá sentido para mí, y sólo entonces tendrá sentido compartirlo con otros. Puede que sin pasión y sin diversión escribiese cosas útiles para los lectores (¿por qué no?), pero si no disfruto del trayecto, entonces no merece la pena.

28 comentarios en “Vacaciones blogueras”

  1. Estoy 100% de acuerdo contigo en todo lo que dices. Yo tambien perdí esa ilusión y no encontré un «sentido» más allá del bloguear por bloguear. Te entiendo y ánimos.
    Un saludo.

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  2. Como casi siempre, aún siendo a priori situaciones tan diferentes, yo también me siento muy identificada con lo que cuentas. Muy especialmente con esta frase: «En otros, simplemente, ocurre que no tengo tantas cosas que decir (¿las hay, realmente?) como para generar x contenidos al mes. No al menos con el grado de profundidad y conocimiento que creo que son necesarios para que esto merezca la pena».
    Cuándo nos vas a contar de tu nuevo proyecto. Yo ya estoy de los nervios 🙂

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  3. Raúl, las cosas van y vienen. Vamos pasando páginas, entrando y saliendo de proyectos. Cuanto más sean de obligación y menos de gusto personal, peor el panorama. Sea lo que sea lo que decidas, seguro que seguimos conversando. Hay muchas formas y la gran mayoría sanas para cuerpo y alma. Cuídate.
    Un abrazo,
    Julen

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  4. Totalmente de acuerdo con tus comentarios. Sin pasión y diversión no merece la pena seguir blogueando.
    Me parece acertadísima tu decisión.
    Un saludo

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  5. Ánimo Raúl. Los cambios que has hecho en tu vida en los últimos meses son muchos e importantes. Quizá el más importante sea el de ser padre. Es una experiencia que te atrapa y te pone en orden las prioridades de forma muy clara.
    Te deseo lo mejor para el 2008.
    Te recomiendo, con mucha humildad, que dejes de llamarte Consultor Anónimo, ni eres Consultor ni eres Anónimo.

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  6. Raúl,
    Ya te comenté en Sevilla que entré en la blogosfera porque descubrí por accidente este blog. Y ahora aquí estoy, con blog propio desde agosto.
    Me costó decidirme porque ya sé lo que es encontrar temas frescos y sobre lo que puedas aportar cosas con un mínimo de interés: llevo 5 años colaborando semanalmente con prensa y radio y sabía que un tema diario… ni de «coña», mi objetivo es de dos o tres cositas a la semana con un mínimo de calidad (cosa que no siempre se consigue).
    En mi caso me decidí por un blog muy especializado porque pensé que como no existía a alguien le haría gracia encontrarlo por casualidad en algún buscador (tan especializado que el concepto no aparecía en wikipedia y lo tuve que crear) y como por casualidad comencé a escribir cosas que me apetecía recopilar para que, dentro de cuatro o cinco años, poder volver sobre ellas y reescribirlas o borrarlas: sentencias, conceptos, ideas nuevas, etc.
    Descubrí – como por accidente – que un blog era precisamente eso: un cuaderno de bitácora.
    Te conocí personalmente en Sevilla y también conocí, a estos sólo desde los asientos, a Minid y a Juanma Ortega. Antes de escribir cualquier Post o contestar como estoy haciendo ahora me vienen a la cabeza dos frases:
    «Nunca escribir por deporte» (Minid): Dejo tu post como ampliación de la frase.
    «Uno tiene muchas visitas anónimas hasta que tienes «la visita»» (Juanma Ortega en alusión a la que será su futura esposa): Es decir, no se tiene que para las «visitas» sino para esa persona especial que, un día, puede entrar.
    Un abrazo y ánimo,
    j.a.

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  7. A mi me pasó algo parecido cuando empecé a colaborar en Moto22, me saturó la necesidad de «tengo que escribir X posts», pero lo ví venir a tiempo. En fin, Maestro, en EBS te esperamos con cariño (pero sin roce) 😉

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  8. Raul, me resulta cuando menos curiosa tu reflexión. No quiero decir que no crea que hayas hecho bien o mal. No creo que nadie de los que te leemos te lo tengamos que decir.
    Es una decisión personal, pero igual que en algún otro comentario he hecho alabanza de tu independencia y de tu forma personal de ver las cosas (en las que realmente coincido contigo), ahora mi reflexión me lleva a pensar: Nos debemos dejar guiar siempre por lo que más nos apetece o no? No hemos de poner un poco de disciplina en nuestra vida también? ¿no hemos de obligarnos a hacer algo de vez en cuando?
    No se si me estoy metiendo donde no me llaman, pero la verdad es que esa dicotomía del deber y del querer la llevo yo también muy dentro y post como este contribuyen a que yo también me coma el tarro.
    En todo caso me alegro de que sigas escribiendo en este tu blog, y seguiré manteniendo en mis feeds EBS y Pymes y Autónomos a la espera de tus post.

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  9. Gracias a todos por vuestros comentarios. Marcos, lo de ser padre es algo que sin duda a mí me ha cambiado la vida, y probablemente haya desencadenado todo el torrente de cambios de este último año y pico.
    Arturo, muy interesante tu reflexión, es algo que también me he planteado y no estoy muy seguro de haber llegado a ninguna conclusión. Algo dejaba entrever en mi pasado post sobre la zona de confort: ¿busco siempre el lugar donde estar calentito, o debo forzarme a salir a la zona incómoda para crecer? Pero por otro lado, no acabo de ver lo de la disciplina por deporte. ¿De qué sirve disciplinarse, o hacer algo a disgusto, si no sirve a un propósito superior? Quiero decir, está bien alejarse del hedonismo y dominar la voluntad si sirve para algo. Pero si no sirve para nada…
    Y en este caso concreto de los blogs, algo que uno hace exclusivamente para divertirse… si resulta que no se divierte… ¿qué sentido tiene seguir haciéndolo, si no sirve a ningún otro propósito?).

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  10. Hombre, sin ánimo de convertir esto en un debate, me gustaría contestar.
    Lo primero de todo citas un post anterior que me pareció simplemente genial y además a la par muy cierto, si no sales de la zona de confort probablemente no hay avance. Todo depende de que es lo que se entienda por zona de confort: ¿estaban todos esos blogs dentro de tu zona de confort?.
    Respecto a lo que dices que la disciplina por deporte, tienes toda la razón, lo contrario es ser un masoca. No obstante entendía que el escribir en los blogs era tu profesión, no solo una cosa para divertirte. No puedo estar de acuerdo en que escribir en blogs no sirva para nada. Creo que es tu ventana de comunicación con el mundo, lo que nos permite a los demás conocer tu valía. De hecho creo que edans ha dicho en numerosas ocasiones que se gana muy bien la vida gracias a su blog.
    No obstante creo que debo de dejar claro que evidentemente es tu decisión y que tu sabes que es lo que te conviene y lo que quieres hacer. Yo lo único que pretendo es hacer de abogado del diablo, ver las cosas desde otro punto de vista y conocer tu impresión acerca de ello. Evidentemente como te han dicho es tu decisión y chapeau, que te salga genial y que sobre todo vuelvas a tener ganas de escribir, que lo haces bien, con tino y con sabiduría.
    Un abrazo y perdón por el rollo

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  11. Arturo, no, escribir en blogs no es mi profesión, ni aspiro a que lo sea. Era un divertimento que me permitía ganar un dinerillo adicional a mi actividad profesional, que antaño era consultoría de organización, luego fué responsable de servicios a empresas de Weblogs SL (es decir, un cargo «directivo», lo de escribir en los blogs seguía siendo un entretenimiento).
    La cuestión es que una vez que decidí que ser responsable de servicios a empresas de WSL no era lo que quería hacer, y que me iba a dar un tiempo para replantearme las cosas, apareció más tiempo libre para poder dedicar a mis aficiones. Y me pareció que entretener parte de ese tiempo escribiendo en blogs era interesante y que además me podía dar un dinerillo mientras pensaba qué hacer y qué rumbo profesional tomar. Pero el entretenimiento se convirtió en obligación, y empezó a cascar todo.
    Escribir en blogs por supuesto que vale para algo. Pero siempre y cuando se lo tome uno como una actividad «íntima», en el sentido de que esa comunicación sea la que te apetece (como es mi caso en este blog). Cuando uno lo hace por rutina, «porque tengo que escribir x al mes», cuando uno se dedica a rebuscar en feeds «a ver de qué puedo escribir hoy» (en vez de simplemente escribir cuando encuentra algo con lo que puede aportar), cuando uno no pone «el corazón» en ello… entonces sirve para bien poco.
    En cuanto a edans… se gana la vida muy bien porque es profesor del IE. Y su blog es un complemento muy bien empastado con su actividad académica, que además le permite tener una visibilidad pública y conseguir «extras» por la vía de conferencias y demás. Por mí perfecto. Su blog es un medio para sus fines. Pero lo que yo hacía en EBS, o en Vayatele no era eso… habían acabado siendo posts desligados de mi actividad y casi de mis intereses, «escribir por escribir», sin ningún retorno (más allá de los eurillos) ni ninguna contribución a mi desarrollo.

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  12. Creo que de alguna manera expolicas lo que va a ser cotidiano leer en los proximos años. Escribir tanto puede saturar. Y no es normal ni natural el ritmo de entradas que se escriben cada día en la blogosfera. Se escribe bastante por dinero, eso es perfecto, pero ha de ser duro. Escribir 15 posts cada día es duro.

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  13. Carlos, yo creo que hay dos factores que se entremezclan: uno es lo «duro» que pueda resultar al blogger, y otro el «valor aportado» con los contenidos que escribes.
    Lo de la dureza varía: si eres un aunténtico friki de un tema y te pasas las horas leyendo sobre él, profundizando mucho… pues escribir sobre dicho tema puede ser una forma muy natural de dar salida a esa pasión.
    De hecho, si ése es el perfil, probablemente consigas aportar mucho valor con tus contenidos. Porque no te limitarás a reseñar noticias, sino que aportarás conocimiento diferencial (relacionando noticias, haciendo análisis, contextualizando, etc…).
    La cuestión es: ¿cuántos bloggers cumplen ese perfil del «apasionado con grandes conocimientos»? Mi sensación es que desde luego no todos. Que muchos suplen lo que les falta de pasión o de conocimientos con una cierta «industrialización». Y en esos casos sí que debe hacerse duro «forzarse» a un ritmo determinado, para además acabar aportando tirando a poco. Desde luego, ni es el estilo de blogging que yo quiero hacer, ni es el que me interesa leer.
    Por otro lado… ¿para qué ritmo da la mezcla de pasión+conocimientos? ¿Para hacer 10 contenidos al mes? ¿50? ¿100? ¿300?. Obviamente depende de cada uno. Mi sensación es que todo tiene un límite, y por mucho que te guste y mucho que sepas de un tema, el limón se puede exprimir sólo hasta un punto. ¿Que hay algún «tarado» que es capaz de escribir 300 posts al mes con pasión y conocimiento? No digo que no, hay limones con mucho zumo. Pero es más fácil que la calidad media decaiga si forzamos mucho la máquina.
    En mi caso, mi nivel de pasión+conocimientos daba para un determinado ritmo. En el momento en el que intenté superar ese ritmo, me encontré «industrializando» el proceso. Pasé de escribir lo que me apetecía y cuando me apetecía a escribir «porque tengo que escribir». Y eso creo que ni era bueno para mí, ni era bueno para los contenidos.
    ¿El resto? Cada uno sabrá en conciencia cuánto de lo que hace es «de verdad» y cuánto es «por hacer».

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  14. Tus reflexiones se ve que te salen de dentro y si realmente crees que es mejor desligarte de tanta intensidad de blogs me parece que haces lo correcto. Hacer algo por obligación cuando puedes elegir el no hacerlo no es la mejor opción. Además siempre te quedará el blog Salmón. Espero que no tardes en contarnos tus nuevos derroteros profesionales. Mucho ánimo!

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  15. Pues poco que añadir a tu contestación
    , consultor. Tienes razón en todo lo que has expuesto y la argumentación es de una lógica aplastante. Siempre quedará el que disfruta de lo que escribe por que le atrae el tema que toca. Pero de esos cada día quedaís menos. O los mismos… es una cuestión de proporciones.
    Saludos.

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