Me llamo Raúl y me gusta compartir ideas, reflexiones y herramientas para tener una vida más sencilla, equilibrada y significativa. Cientos de personas ya se han suscrito a mi newsletter semanal gratuita. Más información, aquí


¡Votame!

Que no, que no quiero que me votéis en ningún sitio. Más bien al contrario… voy a despotricar sobre los concursos que funcionan en base a «votación popular». Ya sabéis, me refiero a esos en los que se anima a los concursantes a «hacer campaña» para conseguir votos, ya que los más votados o bien reciben un premio directo, o bien entran en una «final» en la que un jurado escoge a los ganadores. No voy a personalizar en ninguno: seguro que a los «interneteros» se os vienen a la mente unos cuantos ejemplos, y a los «no interneteros» también.
Pues bien, no me gustan ni un pelo. Me parecen una fuente de ruido y de spam, que no beneficia a los mejores proyectos si no a los que más capacidad de movilizar a «amiguetes» tienen (incluso convirtiéndose en unos coñazos multimedia; que si «votame» en twitter, que si abrirte una ventanita de mensajería para pedirte un voto, que si mails masivos, que si…), y me parecen un método en general bastante burdo por parte de los organizadores para conseguir visibilidad y relevancia a costa del esfuerzo bienintencionado de los concursantes por conseguir votos.
Si alguien tiene interés en montar un concurso serio, lo que hace es solicitar candidatos (y mejor aun, complementar las inscripciones con una selección realizada directamente para evitar dejar fuera a proyectos que no se hayan inscrito) y tener un jurado de expertos que elija, con criterios serios, rigurosos y profesionales, a los mejores. Todo lo demás, puro marketing a costa de los participantes.
O sea que dudo mucho que nunca me vaya a inscribir por voluntad propia en un concurso de esas características o que vaya a hacer campaña en favor de ningún participante (ni de mí mismo, claro) ni a hablar bien de un montaje de este tipo. Y si alguna vez lo hago, caigan sobre mí hordas de comentaristas recordándome este post.

23 comentarios en “¡Votame!”

  1. las votaciones populares me parecen una buena forma de seleccionar algo, lo que sea. aunque esto no significa que lo más votado sea lo mejor.
    pero sí que es cierto que la promoción es un coñazo y, sobre todo, en muchas ocasiones implica un esfuerzo mayor que el de generar buen contenido, y muchas veces mucho mamoneo con la mendicidad de votos o su intercambio.
    un saludo.

    Responder
  2. Si te refieres a esos de la tele en los que hay que mandar un SMS o llamar a un 905, no son concursos, son máquinas de generar ingresos. El objetivo no es que gane el «mejor» en la categoría que sea, sino recibir el mayor número de SMS/llamadas posibles para generar un producto rentable.
    Yo cambiaría el título por «Por qué le llaman concurso cuando quieren decir tragaperras».

    Responder
  3. Raúl, de tu nota pudiera desprenderse que no crees en que los mejores proyectos (o lo que sea) salgan de los votos iguales en unos demos de los que pueda formar parte «todo quisque».
    ¿Es así o te refieres sólo al «coñazo» que pueden suponer las movilizaciones de «amiguetes» para que voten?
    Esto de la meritocracia/democracia, los profesionales/aficionados, la «sabiduría de las masas»… puede dar para muchas reflexiones interesantes, aparte de para ahorrar en la partida de publicidad y promoción, ¿no te parece?

    Responder
  4. Tienes razón y no hay mucho que discutir.
    Pero, ¡ay, amigo! ¿entonces que es la democracia sino un concurso por votación popular? 🙂
    Por cierto, que dentro de poco votaremos por Internet (ya ha habido pruebas) y en cuatro días ¿lo haremos también por SMS?

    Responder
  5. Lástima, yo te habría votado… 🙂
    Yo creo que depende mucho del tipo de «participación» y para qué sea el concurso. Pero sobretodo, si las normas están claras desde un principio, cada uno es libre de participar o no. A mí me preocuparía más que me dijeran que es por votación popular y luego se vean «cosas raras» en el ganador.
    Nos parezca más o menos justo, estamos en una era «social»…
    Un saludo,

    Responder
  6. Como ya te han comentado: si la democracia te parece malo para algo tan intrascendental como un concurso de «freaks», ¿qué te parece la democracia para decidir cosas realmente importantes? ¿Y qué te parece la publicidad? ¿Y el dinero? Todo está relacionado…
    Meritocracia FTW.

    Responder
  7. Uy, la democracia. ¿Nos metemos en un jardín de ese calibre? No se me ocurre sistema «menos malo», pero tiene sus problemas evidentes. Si lo único que vale es un voto, y un voto bien informado vale lo mismo que un voto mal informado… llegamos a una situación como en la que nos encontramos, una política de slogan y consigna, de «yo soy bueno y el otro es horrible», de apelar a lo más bajo de cada individuo («te van a quitar las pensiones», «España se rompe» y similares). ¿Se me ocurren mejores alternativas? No. Pero no se me ocurriría ir por ahí diciendo lo maravillosa que es la democracia.
    Aun así, una democracia universal como la que nos rige en el ámbito político no tienen NADA QUE VER con la dinámica de estos concursos. Para empezar, el sufragio universal (todos votan, un hombre un voto) y la conciencia generalizada de que hay que votar hacen que, de lo malo, el resultado pueda considerarse representativo (aunque si resulta que hay una abstención gigantesca podríamos empezar a plantearnos la representatividad del resultado, aunque es algo que nadie hace). En estos concursos no hay nada de eso: el control del voto es sui géneris (cuando existe) y sólo vota el que quiere generalmente dentro de un volumen pequeño. Como consecuencia, el resultado es que gana el que más ruido hace. Para que el resultado fuese representativo, ningún individuo o grupo debería ser capaz, a través de sus acciones, de inclinar la balanza en ningún sentido. Sólo así el «crowdsourcing» tiene razón de ser.
    Por último, meritocracia significa que el mejor consiga el mayor reconocimiento. No creo que eso suceda con votaciones populares, eso implicaría que «lo más popular es lo mejor». Si fuese así, ¿cuáles serían «los mejores programas de televisión»? ¿La mejor música? ¿Las noticias más importantes?
    Pero sí, como dice Chema, cada uno es muy libre de participar o no. Yo elijo no hacerlo. Y además el resultado obtenido en estos concursos nunca es para mí un criterio relevante a la hora de valorar nada, es como una medalla de hojalata. Y cuando alguien va sacando pecho y va diciendo «soy el mejor porque gané el concurso X»… pfff.
    En fin, que para mí estas cosas tienen 0 trascendencia y 0 importancia a la hora de considerar si algo es bueno o malo, si merece la pena o no. Me fío más de la opinión de 5 contactos respetados que de algo así.

    Responder
  8. Si alguien tiene interés en montar un concurso serio, lo que hace es solicitar candidatos (y mejor aun, complementar las inscripciones con una selección realizada directamente para evitar dejar fuera a proyectos que no se hayan inscrito) y tener un jurado de expertos que elija, con criterios serios, rigurosos y profesionales, a los mejores. Todo lo demás, puro marketing a costa de los participantes.

    Acabas de definir a la perfección los Premios Bitacoras.com. El sistema le pide al usuario (solicita) sus candidatos en distintas categorías. Son los usuarios los que proponen cada uno de los blogs nominados, libremente y posteriormente un jurado de expertos es el que elige.

    Responder
  9. Je, Marcos, pues no lo había aplicado… pero en el fondo es algo similar: por 20,000 inscritos a ese grupo, hay 44.980.000 residentes en España que no. ¿A quién hacemos caso? Y si alguien propone «Chiquito Presidente» y la cosa hace gracia y se hacen fans 40.000… ¿Chiquito a la Moncloa?
    El ejemplo más claro lo tuvimos en la Eurovisión del Chikichiki. Si permites una votación de ese tipo, alguien es capaz de movilizar a miles de personas y el Chiquilicuatre a Eurovisión. Según la teoría que parece que defienden algunos, eso es meritocracia y, cómo es el que más votos tuvo, es el mejor cantante de todos.
    No, definitivamente hay cosas que no se pueden dejar a votación popular.
    Luis Carlos, no sé si el Planeta será el mejor exponente de un premio «limpio» (por lo que tengo oído en la decisión pesan muchos criterios no estrictamente literarios), pero vamos, que en comparación está claro. O el Nóbel; seguro que con votación popular acababan dando el Nóbel a cualquier «chikichiki».

    Responder
  10. Ese es el problema con cualquier votación online, no hay controles ni jueces.
    Pero no debería de preocuparte si votan o no, total si sí, es mayor publicidad a tu blog.

    Responder
  11. Raúl, me ha sorprendido saber que hay quienes defienden que es una meritocracia lo del Chikichiki de Eurovisión. ¿No fue un proceso en el que podía votar democráticamente todo el que quisiera, independientemente de sus méritos?
    Otra cosa es que sea meritoria la movilización de miles de personas. ¿Se referirán a eso con su teoría de la meritocracia? 😉

    Responder
  12. Interesante discusión y la reflexión con respecto a la democracia. Efectivamente al poder de movilización es importante cuando todos tenemos que decidir algo, y el efecto chiquilicuatre es mas habitual de lo que pensamos. Lo cual no quiera decir que no tenga esta forma de elección sus bondades.
    Nadie puede el exito de mucho concursos de este tipo, como Operación Triunfo donde la movilización de los pueblos y ciudades era tremenda. La politica aunque no queramos verlo es algo parecido. La bases de los partidos politicos no son mas que esos amiguetes de los que hablas. Porque al final esos pequeños grupo que mediante esa movilización van a o no van a las urnas son los que la deciden. Diría que mas del 70% votan siempre al mismo partido.
    Yo sinceramente lo veo mucho peor en casos como Meneame, donde claramente lo que todo el mundo vota es algo que yo particulamente no leiría nunca. A mi me recuerdo mucho a lo que en Televisión llamamos telebasura. Noticias que generalmente destacan por que llaman la atención, una interminable cronica de sucesos. Un sistema que al final no es nada democratico y como hemos visto en meneame acaba moderando una mafia que publica lo que le interesa.
    No obstante y en la vida la capacidad de movilización es algo necesario, y en muchos casos el exito de muchos proyectos. No todos los esfuerzo por movilizar a la gente tienen su efecto.

    Responder

Responder a soulinake Cancelar la respuesta