-
Cuando las empresas juegan a despistar a los clientes a ver si entre medias pueden mejorar sus beneficios
-
Este hombre vive por encima del bien y del mal… pero a veces tiene más razón que un santo
Me llamo Raúl y me gusta compartir ideas, reflexiones y herramientas para tener una vida más sencilla, equilibrada y significativa. Cientos de personas ya se han suscrito a mi newsletter semanal gratuita. Más información, aquí
En cuanto a lo del «amigo» Martin no se que decirte compañero. En primer lugar tengo casi claro que lo único que busca es polémica. En segundo tiene tanta idea de lo que habla como si yo me pusiera a criticar las motivaciones de los inmigrantes que se juegan la vida para venir a Europa en sus pateras. Tiene todo el derecho a hacerlo pero la mayor parte de las veces no conoce ni de lejos las realidades de las que está hablando. Es muy fácil y muy bonito ver los toros desde la barrera…
Por encima de los conocimientos que tenga, lo cierto es que a mí de vez en cuando me hace pensar. Y a veces estoy en desacuerdo, y a veces (como ésta) estoy de acuerdo.
No se Consultor. Yo cada vez que le leo una opinión como esta pienso que tiene una visión demasiado monocroma de la vida: blanco o negro, sin matices. En mi entorno, por ejemplo, las cosas no tienen nada que ver con la realidad que el dibuja. Existe mucha gente que no tiene ambiciones por ganar mucho dinero y ser rico pero no por miedo a sentirse excluido como afirma Varsavsky. Ni siquiera por miedo a los riesgos sino porque no nos apetece. Queremos un trabajo digno, remunerado de acuerdo a los conocimientos, experiencia y profesionalidad que podemos aportar y no nos apetece en absoluto correr riesgos porque no creemos que sea ese nuestro papel: los riesgos y los posibles beneficios los debe de correr el empresario que, al final, es el que toma las decisiones que pueden llevar la empresa a buen puerto o a hundirla.
La gente de éxito y con dinero no son excluídas por la sociedad: se autoexcluyen a si mismas. Ese «discursito» de las envidias lo tiene ya muy trillado… Si yo tengo mucho dinero no puedo pretender que las personas que no lo tienen se muevan en mi entorno y sigan mi ritmo: no pueden. Tengo que ser yo quien me adapte a lo que hace la mayoría. Si pretendo irme de fin de semana a Canada a hacer unos kilómetros con la bici no puedo relacionarme con gente normal. Para hacerlo así tengo que irme a Cercedilla.
En cuanto a su idea de lo que debería de aprenderse en las universidades no puedo estar más de acuerdo con Ricardo. Creo que Varsavsky confunde la formación profesional con la universidad. Yo tuve una formación muy poco práctica (informática en mis tiempos era licenciatura y no ingeniería) pero que me ha proporcionado un abanico de conocimientos teóricos rico y amplio que me ha permitido trabajar en prácticamente todos los entornos y ambientes posibles de la informática: consultoría, desarrollo, comunicaciones, testing, sistemas, etc.