No cabe duda de que el email es un gran invento y que ha dinamizado la comunicaci�n empresarial. Sin embargo, a veces genera comportamientos curiosos…
- Un cliente, al entregar su tarjeta de presentaci�n, tachaba la direcci�n de email: «yo esas cosas es que no las uso».
- A otro cliente le mandamos un informe. Al no recibir respuesta, le llamamos al cabo de unos d�as. «Ah, pues puede que lo hayais enviado. Es que recibo tantos mails que a veces cojo los �ltimos 100 y los borro sin mirarlos, si era algo importante ya llama la gente. �Me lo pod�is volver a mandar?»
- La directora general de otra empresa nos ped�a que le envi�semos los documentos a su email en hotmail, en vez de a la direcci�n corporativa. «Es que la corporativa la maneja tambi�n la secretaria, y hay cosas que no debe ver».
- El gerente de otro cliente tiene el sistema configurado para recibir copia de todos y cada uno de los mails entrantes en la empresa, a cualquier nivel. As� tiene control sobre todo… y una saturaci�n de informaci�n que transforma en invisibles los correos que le enviamos.
- Durante una �poca de «pradera», nos convertimos en pulsadores compulsivos de F5 (la tecla para comprobar si hab�a nuevos correos). �Mi reino por un correo!
Y seguro que hay muchos m�s comportamientos enfermizos…
Todav�a me estoy riendo, CA.
eso de la «pradera» me suena. No des tantas pistas que al final te pillan.
�T� y yo nos conocemos?
Y eso que s�lo has hablado del email, que practicamente todo el mundo sabe c�mo va.
Ya para escribir un libro con los comportamientos en otros sistemas de comunicaci�n m�s personalizados.
Nos pagan para crearles una intranet super participativa y comunicativa, para al mes siguiente decirnos que les ha subido de forma alarmante la factura de los moviles de la empresa.
Todos se llamaban para comentarse las cosas que pon�an en la intranet.
Bienvenido de vuelta al cole.
Seidenbaum, dicen que el cambio es lo m�s dif�cil de conseguir…
Fernando, jurar�a que no nos conocemos. Cuento, como ventaja, que yo si he visto fotos tuyas… 😛