El hermano de un amigo es pintor. Bueno, en realidad su día a día lo ocupa siendo profesor de instituto, pero «es pintor». Trabaja mucho el circuito de «Certámenes de pintura rápida»; durante prácticamente medio año dedica los fines de semana a ir de pueblo en pueblo, allí donde se organizan este tipo de concursos. Llegas, te sellan el lienzo, y a partir de ahí tienes 8 horas para crear un cuadro de principio a fin.
Es bueno. Gana con cierta frecuencia. Y los premios no son moco de pavo, algunos miles de euros para el vencedor.
«Jo, qué tío, ganarte 3.000 euros por 8 horas de trabajo», le dicen a veces.
«En realidad son 3.000 euros por 8 horas y 20 años», contesta él.
Porque esos cuadros no se crean en 8 horas. Técnicamente sí, hay un lienzo en blanco y 8 horas después hay un cuadro completado. Pero eso sólo es posible gracias a la infinidad de horas que ha dedicado a lo largo de los años a formarse, a practicar, a mejorar, a pulir su técnica y su estilo.
«Ocho horas, mis cojones».
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Dale un abrazo sincero a ese pintor y muéstrale por favor mi máxima admiración.
Es lo mismo con cualquier profesión o actividad que hagas,,,,no son unas cuantas horas,,, es el tiempo que te has ido preparando para determinado fin,,, eso la gente no lo entiende y por supuesto no lo valoran!!
Eso es así. Y no son 20, son 40 años pintando. Él se define como un currante del arte.
Cuanto menos porcentaje de tu talento lo obtengas de la inspiración, mejor.
Se me han acumulado un poco los feeds 😀