El otro día leía en twitter esta frase que me gustó mucho:
Digiriendo noticias sobre estrellas y estrellados, supernovas y agujeros negros. Observar las galaxias corporativas es fascinante
Es fascinante, sí, como lo es observar una tormenta… pero sin estar metido en ella. Ese mundo corporativo de figuras emergentes, de gente a la que se le corta la cabeza, de gente que asciende vertiginosamente, de defenestrados, de intrigas palaciegas, de grupos enfrentados, de batallitas y guerras declaradas, de estar en la buena cordada o despeñarse, de departamentos estrella y cementerios de elefantes, de esperar a la reorganización a ver quién sale reforzado y quién pierde poder, de reinos de taifas…
No, gracias. Eso no es para mí.
Raúl,
Esta es, precisamente, una de las razones que me convenció para hacerme emprendedor. Nada hay más frustrante que tener que dedicarse a sobrevivir en las ‘guerras internas’ en lugar de dedicar todos nuestros esfuerzos a sobrevivir y triunfar en el mercado, que es donde tiene lugar la batalla realmente importante.
Gracias por el post!