Cuando empecé a experimentar con el nuevo objetivo macro, ya me di cuenta de que poder disponer de una iluminación controlada, junto con un fondo adecuado, seguramente enriquecería mucho las fotos (vaya conclusión, eso es algo genérico para cualquier fotografía… pero bueno, a lo que voy).
Así que después de leer varias opciones, me he hecho mi propia «caja de luz» o «softbox» (he leído las dos terminologías, pero no estoy seguro de cuál es la más adecuada) siguiendo un esquema parecido a éste que me indicaba Luis en un comentario. Simplemente una caja, en la que se recortan los laterales (yo le he recortado también la parte superior) como si fueran los marcos de una ventana; el hueco se cubre con un material traslúcido (yo compré un plástico, como el que se pone en las carpetas que se usan para presentar un curriculum o un trabajo en el cole); y de fondo, una cartulina blanca.
Ah, y una «innovación» de mi cosecha (que no lo he visto por ahí, vamos); como lo de tener la caja rodando por ahí no me iba a hacer mucha gracia (y a mi mujer ni os cuento :P) lo que he hecho ha sido cortar cada uno de los laterales, de forma que la caja se pueda plegar para guardarla detrás de una puerta o del armario. Para facilitar que al volver a montar la caja las uniones queden fijas, he comprado un poco de velcro adhesivo que he colocado en las esquinas… y voilá, una caja que se monta y desmonta a voluntad.
A partir de ahí, la cosa consiste en aplicar fuentes de luz a través de esas «ventanas», de forma que la luz entra en la caja tamizada por el material traslúcido, ofreciendo una iluminación suave y difusa (infinitamente mejor que un flashazo directo) unida a un fondo neutro que resalta el motivo que estamos fotografiando. Para eso, y como hoy por hoy no me planteo invertir en nada demasiado profesional, he comprado un par de lamparitas (las más simples que encontré en la tienda, de esas que tienen una pinza para ajustarlas a una mesa) con un par de bombillas de 60 vatios: no es una iluminación muy potente (y además da calor, y corres el riesgo de quemarte si las tocas…) pero ajustando el tiempo de exposición (y montando la cámara en el trípode para que no se mueva mientras) va que chuta.
Y ahí estoy, con mi «mini-estudio» portátil. Os enlazo más fotos hechas en softbox.
Prueba este softbox por 6 euros!!
http://www.ikea.com/es/es/catalog/products/20072454
Los resultados son realmente buenos, tienes bastante espacio dentro, para guardarlo se desmonta y ocupa muy poco espacio.
La mayor dificultad puede ser introducir el flash de la forma adecuada. Por la web seguro que encuentras como lo han usado otras personas y te dan ideas.
Que más se puede pedir por 6 euros!! 😉
Un saludo y enhorabuena por el blog
Yo he visto que hacen estas cajas de luz con Papel cebolla que parece ir muy bien, pues es translúcido y medio plástico. Para el esqueleto de la caja utilizaban barillas de madera. Es otra opción barata.
Hola,
Yo no soy muy fotográfico … pero creo que igual te puede interesar lo que tiene que contar Rafa Barberá: http://www.vacioperfecto.com
En su última entrada tienes enlaces interesantes respecto a cómo que se está moviendo y dónde.
Espero que te parezca interesante.
Namaste,
silta
Yo me he hecho mi «softbox» usando la pantalla del ordenador y una cartulina blanca. Funciona muy bien pq puedes elegir el color que quieras para la iluminación 🙂
Simplemente por si alguien tiene curiosidad: http://iratxo.wordpress.com/2009/02/08/fotografia-de-estudio-para-fotografos-low-cost/
Te animaste, pues el resultado bastante bueno, no se como quedaría con un poco mas de potencia de luz.
Podrias ponernos alguna fotografía de la Softbox, ya me has puesto los dientes largos.
Un saludo,
Nacho, en algún sitio había oído hablar del iglú de Ikea… pero la verdad, tampoco me parece lo más cómodo del mundo. Ah, y a mí me ha salido más barato 😀 (3,50 euros más la caja de cartón que andaba por casa)
Adrián, supongo que una vez que captas «el conceto», se pueden hacer innumerables variaciones. Lo bueno de la caja es que todo el mundo tiene una a mano.
Silta, gracias por la recomendación. El tema de la iluminación sí que me atrae cada vez más.
Iratxo, muy curioso tu planteamiento. Especialmente lo de la pantalla del ordenador. Es verdad que la potencia lumínica es escasa (pero bueno, como bien dices no es problema controlando exposiciones largas), pero lo de los distintos colores puede darle un toque curioso a las fotos. Ah, y lo de «pintar con la linterna» lo leí el otro día no sé dónde… y también resulta un planteamiento que tiene que dar resultados interesantes!
Luis, imagino que con más luz, mejor. Aunque tengo un problema, y es que en cuanto te pasas con la luz (o con la exposición) el fondo blanco se satura enseguida… pero sí, creo que cabe un poco más de luminosidad a las fotos.
Ya voy a sacarle una fotillo, igual esta noche. La verdad es que, con lo manazas que suelo ser, estoy muy orgulloso de mi «invento» :D. Ahora lo que falta es decidir qué fotografiar…
Todo un manitas. Mejor hacerlo si puedes que comprarlo, porque la satisfacción de hacer algo con tus propias manos, es muy grande al menos para mí. Me recuerda aquel post de unos cestos.
Me han gustado mucho los resultados, ya que la fotografía macro me embelasa. Y la técnica de iluminación tan casera, pero tan efectiva. A ver si subes la fotillo de la caja y la vemos, pero vamos, tomaré nota seguro, sólo por probar. Tengo una simple Canon Ixus 80 IS y ya se sabe…
Y un artista poniendo nombre a tus obras, sí señor. Eso de «prisma monetario» y «euro encarcelado» da mucho juego es estos tiempos tan nefandos 😀
yo el mío lo compré en ebay, después compré un metacrilato blanco en el Leroy MErlin y zumbando
Lo que pasa es que luego la clave es la luz que se le ponga desde fuera…
Pues me has abierto los ojos, porque yo estaba pensando en algo mucho más aparatoso y no desmontable para hacer el catálogo de los accesorios y equipos que fabricamos en INERGIA y en DeeCLES.