Me lo decía uno de mis fotógrafos de cabecera: que el mundo de la fotografía era un pozo sin fondo para el bolsillo. Que siempre estabas con objetivos, cuerpos, filtros, discos duros, mejores ordenadores para procesar fotos… yo, desde mi perspectiva de usuario de una compacta, me decía para mis adentros: «bah, para tanto no será».
El caso es que los Reyes me trajeron mi primera réflex digital. Y empiezas a bucear en este mundillo, a través de foros, blogs y demás. Y empiezan los cantos de sirena. Un trípode, claro, «para velocidades de obturación bajas». Ojo, no vayas a comprar uno «de plasticucho», que esos se mueven que da gusto. Los Manfrotto son buenos. Filtros, claro. «Para proteger el objetivo» unos UV, y un polarizador también te hará falta. Ojo, no vayas a comprar los baratuchos, que distorsionan. Los Hoya o los BW, por favor.
¿Y tus objetivos? Los que traen el kit no están mal, pero… son tan poco luminosos… con uno más luminoso podrías jugar con el desenfoque mucho mejor. Además, ni tienes un gran angular en condiciones, ni tampoco un teleobjetivo de mucho calado. Ah, y no son macro, con lo que te gusta a tí el macro. Eh, ojo, que hay objetivos marca Sigma, pero si quieres calidad… vas a tener que irte a los buenos, que menuda nitidez, y lo rápido que hacen el autofoco, y no viñetean ni tienen aberraciones cromáticas… y ya se sabe que la calidad depende mucho de la óptica.
Y vas viendo precios: que si un objetivo no sé cuántos cientos de euros, que si unos filtros decenas de euros, que si el Manfrotto otro talegazo (¡y eso que la rótula hay que comprarla aparte del trípode!). Se pone uno a mirar y, sin tener ni puñetera idea, se ve con un «wishlist» de miles de euros. Y si encima uno es dado a la compra compulsiva (yo lo soy, me ha pasado antes) y con cierta tendencia a dejarse comer el tarro (con las cosas esas de «no compres el malo, compra el bueno, que comprar barato es tirar el dinero»)… pues te encuentras en un mundo francamente peligroso!
Y aquí estoy yo, el que decía que no tenía ansias por una réflex y que con su compacta todavía tenía mucho camino por recorrer…
De momento ha caído una primera compra. Un trípode «gama media» (vamos, que no es un manfrotto y tampoco un hama), y unos filtros UV y polarizador para mis dos objetivos. Bueno, el «susto» no ha sido excesivo. Tengo en mente las siguientes compras, pero creo que me voy a forzar a no hacerlas: un tele más potente, un gran angular en condiciones y una focal fija luminosa y con macro. Aunque quizás antes debería aprender a sacar fotos…