Ya os hablé antes de Seesmic. Lo hice con un elevado grado de escepticismo, que para ser francos sigue sin despejarse: no sólo relacionado con el concepto en sí mismo, sino también con el ritmo de desarrollo del producto. Avanza muuuuy lento, y está todavía muuuuy verde. Quizás sea el problema de entrar en una «pre-alpha», y que yo no estoy hecho para ello…
El caso es que dispongo de unas cuantas invitaciones ( Seesmic invites ) para convertirse en usuario de Seesmic. ¿Qué sentido tiene promover una herramienta cuando uno no está convencido de ella? Bueno, varios puntos aquí. Por un lado, mis opiniones son mías y creo que lo lógico es que cada uno pueda sacar las suyas propias, y para eso hay que probarlo. Segundo, uno de los elementos que hacen aburrido Seesmic es el no encontrar gente conocida: escuchar y ver a desconocidos hablando de sus cosas es un rollo. Así que si mis «conocidos digitales» se suman a la iniciativa, quizás tenga más gracia…
Y bueno, luego está todo el rollo de «ser pionero» y tal :P; que soy probablemente el primer usuario en español de Seesmic, el tercero en usarlo desde España después de Varsavsky (inversor en Seesmic) y de Dennis Howlett (que vive en Alcaudete aunque de español… lo justo 🙂 ). Así que, por pueril que resulte… parece que eso también influye en que le haya cogido algo de cariño al chisme.
En fin, que si alguien quiere, que se numere en los comentarios.
seesmic
Probando Seesmic
Desde hace unos cuantos días vengo probando Seesmic. Se trata de la nueva idea que está poniendo en marcha Loïc Le Meur desde San Francisco. Para entendernos, se trata de un twitter con video. Si no conoces twitter, entonces digamos que es un sitio en el que la gente puede subir sus videos (bien grabados directamente con la webcam, archivos .flv desde el disco duro o enlaces desde Youtube), que se muestran a medida que van llegando. Tú puedes suscribirte a los videos de tus «amigos» para así estar al tanto de lo que van contando.
Lo que me atrajo en principio de la idea era la voluntad de Loïc de ir contando el desarrollo del proyecto «en directo» a través de minivideos diarios. De hecho, los primeros días estaban bien… lo que pasa es que luego no hay mucha «chicha» nueva y tengo la sensación de que los videos diarios aportan muy poco.
El caso es que hice alguna sugerencia y Loïc, aparte de responderme, tuvo a bien enviarme una invitación para el servicio. Es una pre-alpha, así que hay muchas cosas por hacer. La apariencia está bastante lograda, y a medida que vayan estando las funcionalidades pues será una cosa bastante bien planteada. Pero sin embargo tengo grandes dudas respecto al «concepto».
Pienso que «grabarse a uno mismo» es esencialmente aburrido: yo hablándole a la webcam, ¿tengo algo interesante que decir? Pfff… no lo sé. Es verdad que eso mismo se podría pensar del blog, o del twitter. Sin embargo, creo que el uso del video sólo se justifica si la imagen aporta algo al texto. Y creo que el mero «mostrar mi cara y mis gestos» es insuficiente. De hecho estas mismas dudas ya las tuve cuando empecé con el videoblog: aquel primer experimento me enseñó que «yo frente a la cámara» es en sí mismo aburrido, independientemente de lo que esté diciendo. De hecho, para seguirlo es igualmente pesado: no es lo mismo hacer una lectura diagonal de un texto, que tener que verse videos íntegramente uno detrás de otro.
Luego, hay un hecho evidente, y es que si tuviese la necesidad/ilusión de grabarme en vivo, ya existen unos servicios mundialmente reconocidos (pienso en Youtube) que permiten hacerlo desde hace meses: puedo subir mis videos, o directamente grabarme con la webcam, o subirlos desde el móvil… Seesmic aporta muy poquito (poco más que un interfaz más «visual» y la posibilidad de enviar pings a twitter cada vez que se publica un video) respecto a Youtube… Creo que quienes quisieran hacer eso ya lo están haciendo en Youtube, y que Seesmic ni ofrece grandes ventajas como para que esas personas se cambien ni supone nada nuevo que haga que «usuarios pasivos» se vayan a lanzar ahora al video.
Por último, hay una crítica a la forma en que se está poniendo el balance entre el «marketing» de la aplicación y su desarrollo. Loïc Le Meur es enormemente entusiasta, un «vendedor» nato. Si le hacemos caso, Seesmic es poco menos que «the next big thing». Está poniendo todo su empeño personal (y su posición de «blogstar») al servicio de Seesmic, habla de ello a todo el mundo (incluyendo otros «blogstars»), consigue que muchos «prueben» su producto. Realmente, hace que te apetezca usar Seesmic. Si atendemos a este hecho, podría pensarse que es ya un éxito enorme. Pero si rascamos un poco tras la superficie, mi sensación es que es mucha fachada y poca «chicha». Vamos, un ejemplo de libro de «hype«.
En el desarrollo del producto se ha puesto el énfasis en que fuese «participativo». Además de publicar los videos del «día a día» y de gestionar bien (mejor en los primeros días que después) el feedback (como que respondan en público a las cuestiones que se les hacen), una de las novedades interesantes era la posibilidad de un desarrollo «participativo» de nuevas funcionalidades (alguien las propone, los usuarios las votan y el equipo técnico implementa las más solicitadas) y de solución de bugs. Una idea brillante… si funcionara. Porque el desarrollo de nuevas funcionalidades está totalmente parado (de hecho, la implementación de las funcionalidades básicas avanza muy lenta), y la resolución no ya de bugs sino de fallos que afectan a funcionalidades esenciales (llevo una semana intentando subir un archivo .flv, he reportado el bug, he escrito un mail… y ni se soluciona ni nadie responde, lo cual es bastante frustrante) idem. Da la sensación de que el dimensionamiento del equipo técnico es completamente insuficiente (si no es que ha desaparecido por completo) e inadecuado al ritmo de promoción de la iniciativa.
Lo cual me lleva a reflexionar sobre el sentido de exponer a la luz pública una versión pre-alpha y cómo debe trabajarse en esa fase. Mi sensación es que si tú lanzas una pre-alpha, el énfasis debe estar no en la promoción urbi et orbe, sino en el desarrollo del producto. De nada te vale que mucha gente conozca Seesmic, si para empezar hay una restricción de acceso (de momento hay invitaciones con cuentagotas) que resulta frustrante: oigo hablar de seesmic… quiero probar seesmic… no puedo… quiero probar seesmic… no puedo… pierdo el interés por seesmic. Y de nada vale dar entrada a unos alpha-testers que están dispuestos a hacer de conejillos de indias de tu producto si luego no hay recursos suficientes para atender sus peticiones/sugerencias (de hecho, ni para responderlas): quiero ayudar a Seesmic… nadie me hace caso… insisto en querer ayudar a Seesmic… nadie me hace caso… que le den a Seesmic.
En este mundo lleno de proyectos, conseguir una porción de atención es enormemente difícil y si se consigue hay que aprovecharla para que prenda la llama y que los que deciden «probar» el servicio se queden y lo recomienden a otros. Y para eso hay que estar preparado. Obviamente, el crédito se amplía si eres un «blogstar»: es más fácil atraer la atención, más fácil generar buzz durante más tiempo, más condescendencia por parte del público… pero es una forma innecesaria de desgastarse.