Me llamo Raúl y me gusta compartir ideas, reflexiones y herramientas para tener una vida más sencilla, equilibrada y significativa. Cientos de personas ya se han suscrito a mi newsletter semanal gratuita. Más información, aquí


La falacia de la excepción

Hay argumentos que me hacen subirme por las paredes. Lamentablemente, están a la orden del día en demasiados ámbitos. En esta ocasión, me refiero a cuando se toma un caso absolutamente excepcional, y se presenta como ejemplo para un colectivo, trasladando una imagen absolutamente distorsionada de la realidad. Podemos pensar en las modelos de las revistas, en los «casos de estudio» que se «analizan» en muchos ámbitos de negocio, en los deportistas de élite, el grupo que «se dió a conocer en internet y ahora vende millones de copias» y otros argumentos dospuntoceristas…
La última que recuerdo fue cuando alguien hablaba de la película Paranormal Activity y decía «veis, gente del cine, cómo se pueden hacer películas por 7.000 dólares y ganar mucho dinero; poneos las pilas». Por supuesto, no dijo cuántas películas de 7.000 dólares no llegan ni a estrenarse, o son un auténtico fracaso, y que este caso estaba en el extremo más lejano de la curva de distribución normal. Cuando le dije que ese argumento era falaz… no respondió. Suele pasar.
Ahora estaba leyendo un artículo de un fotógrafo que «triunfa» en internet, que ganó 40.000 dólares vendiendo una foto a través de twitter… y el mensaje es «tú, si quieres, también puedes». No, mentira. Aunque pongas todo de tu parte, hay muchas probabilidades de que no llegues a emular a la excepción.
Por eso es tan importante el análisis riguroso de datos globales, tendencias, etc... por encima de la anécdota. Del mismo modo que en su momento decía que los dramas humanos no deben hacernos perder la perspectiva, tampoco las «historias de éxito» deben cegarnos, especialmente cuando hay tanta gente interesada en manipularnos con ellas.

12 comentarios en “La falacia de la excepción”

  1. Estoy muy de acuerdo. Recomiendo leer «The Black Swan», de Nassim Nicholas Taleb. Estos que citas son casos claros de cisnes negros, sucesos altamente improbables en los que no puedes basarte para establecer una estrategia.
    Precisamente lo que sucede con la distribución del «éxito» es que no es una distribución normal. Si fuera así sería fácil apuntar al centro de la campana de Gauss, y tener «éxitos medianos».
    El problema es que la distribución del éxito se parece más a una función potencial (http://en.wikipedia.org/wiki/Power_law), y estas tienen algunas propiedades que las hacen mucho más difíciles de manejar.

    Responder
  2. Raul, las historias comunes no venden.
    La gente quiere oir (y contar, no vamos a engañarnos) esas historias de empresas de garaje, de venta de imágenes por una pasta, de «levantar» millones de inversores con un simple powerpoint..pero no se tienen en cuenta los fracasos, como menciona Borja. A todo pasado todo cobra sentido (el que queremos en realidad)
    De entre todas las historias, hay una que poco nos ha ayudado: «mi cuñado se compro un piso por 10 millones y lo vendió por 30».. dejando de lado a los que compraron por 20 y ahora tienen que vender por 16.

    Responder
  3. Nada que objetar. No obstante, voy a sumarme con unas preguntas. ¿Permiten los «casos clínicos» ver cosas que ayuden a entender mejor los normales, donde los pequeños factores distintivos aparecen desdibujados e imperceptibles? ¿Se pueden extraer lecciones aplicables a los cisnes blancos, que también son cisnes?

    Responder
  4. Lo malo es que la excepción casi siempre suele ser consecuencia de la normalidad. De manera que al final se tiende a considerar normales las excepciones. Así por ejemplo, en las dictaduras, las excepciones suelen acabar enfrentadas a un pelotón de fusilamiento. Claro, esto no debe preocupar porque por lo demás la generalidad vive sin hacer demasiado ruido y confortablemente.

    Responder
  5. Borja, interesante el concepto del «cisne negro».
    Pablo, tienes razón. Lo excepcional llama la atención, vende. Supongo que es un instinto primario de algún tipo. Pero por eso mismo, si queremos hacer análisis racionales, tenemos que obviar ese «primer impacto» e ir al fondo de las cuestiones…
    José María, pues yo tengo mis dudas. ¿Hasta qué punto podemos deducir que el caso excepcional es producto de determinados factores, o simplemente del azar? Claro, un estudio econométrico nos permitiría establecer correlaciones, análisis de causalidad… pero la mayoría de las ocasiones, como sucede cuando hablamos de «ciencias sociales», es sumamente complejo individualizar los factores, medirlos de forma experimental, etc.

    Responder
  6. Yo, que me gano la vida (o al menos lo intento) haciendo «análisis riguroso de datos globales, tendencias, etc.» no podría entenderte mejor. En primero de carrera (sociología), un compañero salió, para contestarle a un profesor, con lo típico de «pues yo conozco a una persona que…». El profesor le cortó en seco diciéndo «si alguien sigue empezando argumentaciones así a final de curso, estará suspendido».
    En sociología nos enseñan a no fiarnos de casos particulares, sino de análisis sistemáticos. Y estos pueden ser tanto cuantitativos como cualitativos, ojo, y mejor si son mixtos. La excepcionalidad también explica cosas, pero siempre contextualizada y puesta en relación con la tendencia global. En ese sentido, José María no anda del todo desencaminado. Es, al fin y al cabo, lo que hacen los (buenos) psicólogos sociales. Claro, aplicarlo al mundo de la empresa es otro cantar: una cosa es coger casos de éxito y buscar aprendizajes que puedan ser útiles a otras muchas. Otra, muy diferente, es considerar que si Evan Williams pudo, todos podemos igual.
    En realidad, la frase de @argentino lo ha resumido perfectamente, así que voy a parar ya de hablar.

    Responder
  7. Los casos clínicos en medicina y los fallos singulares en ingeniería son situaciones extraordinarias que han permitido descubrir relaciones aplicables a las situaciones ordinarias. La conjunción de factores que los ha provocado ha sido probablemente un fruto del azar, pero las enseñanzas que se han podido extraer no creo que generalmente lo hayan sido.
    ¿Qué papel jugó el azar en el ojo clínico de la endocrinóloga que apreció síntomas de tumor hipofisiario en una viajera de un bus urbano de Barcelona? ¿Podrán desarrollarse esas habilidades en otros médicos sabiendo que es posible diagnosticar de esa forma?

    Responder
  8. Bueno … «la excepción confirma la regla». Así que esas excepciones deben utilizarse para explicar lo contrario de lo que cuentan por sí mismas 😉
    Namaste,
    silta

    Responder
  9. He visto esta misma situación surgir desde el punto e vista de la excepción y de la norma. Pero creo que en ninguno de los dos casos, la estadística o la norma son realmente relevantes para un caso en particular. Lo realmente importante es analizar las causas del éxito/fracaso y tratar de aplicarlo a tu propia situación en la medida de lo posible.
    Por ejemplo, de la misma forma que en las excepciones, cuando tienes estadísticas de que el 60% de los negocios no superan el año de vida, no significa que tu negocio en particular tiene «60% de probabilidades de fracasar» en el mismo sentido en el que cuando lanzas una moneda tienes «50% de probabilidades de que salga cara/escudo».
    Al final lo que importa es qué tanta información aplicable a tu caso puedes obtener de la norma (o de la excepción). Y luego, lo básico: aprender a tomar decisiones con información limitada.

    Responder

Deja un comentario