Se suele utilizar a Darwin para hablar de cambio
It is not the strongest of the species that survives, nor the most intelligent that survives. It is the one that is most adaptable to change
Que por cierto, esa cita no es de Darwin aunque circule como tal, si no que fue un agudo profesor de management utilizó ese argumento y acabó «haciendo parecer» que la frase era de Darwin:
Yes, change is the basic law of nature. But the changes wrought by the passage of time affects individuals and institutions in different ways. According to Darwin’s Origin of Species, it is not the most intellectual of the species that survives; it is not the strongest that survives; but the species that survives is the one that is able best to adapt and adjust to the changing environment in which it finds itself. Applying this theoretical concept to us as individuals, we can state that the civilization that is able to survive is the one that is able to adapt to the changing physical, social, political, moral, and spiritual environment in which it finds itself.
El caso es que este enfoque ha hecho fortuna. Hay que responder al cambio, porque sólo los que responden al cambio sobreviven.
Y es verdad: en la evolución los individuos que resultan están más adaptados al entorno tienen más posibilidades de sobrevivir, y por lo tanto de procrear, y por lo tanto de expandir su genética. Pero quienes usan esta analogía «se olvidan» de un «pequeño» detalle: si tienes una característica que te permite estar más adaptado es por pura casualidad, por una mutación que simplemente ocurre. Tú no has hecho nada, ni puedes hacerlo, para que «te salgan branquias», ni para «tener el cuello más largo», ni «para caminar erguido». Simplemente, en algún momento de la historia, a un individuo «se le cruzaron los genes» y, a través de las sucesivas generaciones, esa configuración genética se fue expandiendo.
Adaptando esta visión de la «lotería evolutiva» al mundo empresarial, la dinámica vendría a ser: «da igual lo que tú hagas; si las circunstancias hacen que el entorno te favorezca saldrás adelante casi por pura inercia, y si vienen mal dadas te vas al carajo».
Puede parecer una visión determinista, incluso cínica. Quizás lo sea. Pero a estas alturas empiezo a dudar bastante de la idea de que tú, como individuo o como empresa, tienes tu destino en tu mano. Que lo único que tienes que hacer es «cambiar para adaptarte al entorno». Y que si no lo haces es porque eres torpe, porque no has sabido entender el mundo que te rodea o porque no te has esforzado lo suficiente en cambiar. O viceversa, que los que sí lo consiguen se atribuyan todo el mérito, «fijaos qué bien me adapté al cambio».
Los expertos en cambio podrían, en realidad, esta otra cita (esta vez real) de Darwin:
A grain in the balance will determine which individual shall live and which shall die – which variety or species shall increase in number, and which shall decrease, or finally become extinct
Cuando cayó el meteorito, los dinosaurios se extinguieron y los pequeños mamíferos sobrevivieron: pero ninguno de ellos hizo nada para merecerlo. Simplemente, ocurrió. «A grain in the balance».