Me enervo. Cada vez que oigo eso de «los mercados acosan a España», «estamos sometidos a la dictadura de los mercados», «no vamos a pagar la crisis de los mercados»… me subo por las paredes. Se habla de «los mercados» como si fuese un ente ajeno, malvado, movido por oscuros intereses.
¿Pero qué es el mercado?
Mercado es cada vez que comparas los folletos del supermercado para comprar la leche más barata. Cada vez que sacas tu dinero de un banco para llevarlo a otro donde te dan una vajilla o un 0,1% más de rentabilidad. Cada vez que entras en un comparador de vuelos en internet. Cada vez que vas a «los chinos» a comprar lo que antes comprabas en la papelería o en la juguetería. Cada vez que buscas la gasolinera más barata de tu pueblo para ir a repostar. Cada vez que buscas un producto de electrónica en tiendas online, o lo compras directamente en dealextreme. Cada vez que compras un pescado en vez de otro «porque hoy está caro». Cada vez que te apuntas a una oferta de internet. Cada vez que vas a varios bancos buscando las mejores condiciones para una hipoteca. Cada vez que comparas las tarifas de empresas de móviles. Cada vez que cambias tu seguro a otra compañía porque es más barato. Cada vez que pillas la oferta «3×2», «la hora feliz», «los niños viajan gratis». Cada vez que buscas un trabajo en el que te paguen mejor. Cada vez que buscas en los anuncios de alquileres de piso y segmentas en el precio. Cada vez que no bajas el precio de tu vivienda en venta. Cada vez que…
Decenas de decisiones diarias en las que buscamos maximizar nuestra utilidad. Obtener el mayor valor a cambio de nuestro dinero. Si puedo comprar una barra de pan por 40 céntimos… ¿por qué voy a pagar 80 céntimos por la misma barra de pan? Mejor pagar 40, y los otros 40 los dedico a otra cosa. La suma de todas esas decisiones, las nuestras y las de todos los demás, es el mercado. No es nada ajeno a nosotros.
¿Qué es mercado?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es mercado? ¿Y tú me lo preguntas?
Mercado… eres tú.
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Jeje, a mi me pasa lo mismo…
Cada vez que oigo eso de «la tirania de los mercados», me da una arcada…
Eso es mentira. El mercado es una abstracción. Por tanto no puedo ser yo, que soy una persona concreta. Cada vez que hago esas cosas no «soy el mercado». Dejémonos de neo-lengua por favor. Cada vez que hago esas cosas, sencillamente, hago esas cosas.
El mercado representa al conjunto de compras y ventas de bienes y servicios. Por tanto, tendrá más poder en el mercado quien tenga mayor capacidad de compra de bienes y servicios.
Yo también me enervo cuando dicen eso de «los mercados acosan a España». Deberían ser concretos y decir: los fondos de inversión X, Y, Z dirigidos por las personas concretas Pepito, Manolito y Pedrito de las corporaciones concretas «megacorporación1», «megacorporación2», etc, etc…
y dejarse de mercados, manos invisibles y mundos de yuppie…
El mercado eres tú y soy yo. Somos todos los que tomamos decisiones juntos.
Unos con más poder, que no dinero, que otros. En las decisiones que se toman influyen muchas cosas, que se acaban reflejando en un indicador: los precios.
Cuando encuentren un método de ‘planificación’ mejor que me avisen. Entretanto, culpar al ‘mercado’ (o, más pomposamente, *los* mercados) de los males que acechan al mundo me parece algo más que iluso.
Raúl, un pelín demagógico el post, por decirlo suave.
Descaradamente, el mercado son nuestras decisiones como compradores, tanto como las decisiones de venta y mercadotecnia; es algo inherente.
Ya, claro. Entonces, ¿entonces quieres decir que yo soy igual de mercado cuando compro mil euros de una acción que otro cuando compra 10 millones y manipula el precio? Venga, Raúl, que ya somos mayorcitos: los mercados no son quienes los componen sino quienes los manipulan.
Pues a mi me enervan comentarios como el tuyo…Venga dejemos que el gran capital nos arruine a todos para que unos pocos sigan engordando
Jo, Raúl, parece mentira que justifiques el expolio que unos pocos poderosos siguen haciendo a otros muchos. Vale, todos somos egoístas, esto es la ley de la selva, que sobreviva el más fuerte, al débil, al enfermo y al jodido que les den y que se mueran.
Pos fale.
Cada vez que que oigo eso de «la culpa es del mercado» se me levantan las cejas. Culpar a «los mercados» de la crisis es como culpar a las armas de las guerras. Ridículo.
El «problema de los mercados » surge cuando un país se endeuda en demasía y en los acreedores – inversores prevalece el miedo a la codicia y huyen de la deuda. Ahí aparecen los especuladores que apuestan contra el país, simplemente porque perciben que esa apuesta les va a salir bien porque enfrentan a alguien débil. Pero no hay especuladores contra un país con una conducta fiscal (en la recaudación y en el gasto) sensata. No hay «pérfidos mercados» contra Chile por ejemplo. Conclusión, la culpa no es de «los mercados», es de las administraciones.