
Estuve el otro día en una charla de un headhunter. El foco estaba centrado en ver «cómo estaba el patio», qué habilidades profesionales son las que se valoran en el mercado… todo esto desde el punto de vista de alguien que se pasa el día intermediando entre «demandantes» y «ofertantes» de empleo.
El caso es que, en un momento dado de la charla, mencionaba la importancia de tener cierta «visibilidad externa», y cómo a él le gustaba ver candidatos que por ejemplo «tuviesen un blog». Y claro, me sentí interpelado y tuve que intervenir :). «¿Hasta qué punto se valora, en esa visibilidad externa, el tener un blog con opiniones contundentes?».
Llevo casi 12 años con el blog. He escrito mucho, y creo que en ocasiones me he significado bastante con mis ideas. Dentro de una cierta discreción, claro, pero siempre he tenido la duda de cómo se percibiría esto desde fuera… ¿no debería haberme ceñido más al «postureo»? ¿No estaría generándome problemas por escribir algunas de las cosas que escribo? ¿No debería escribir pensando más en «la imagen que transmito», procurar ser más «el profesional perfecto», pulcro y aseado, el yerno que gusta a las madres, el candidato perfecto?
La respuesta del headhunter se movió en los terrenos de lo políticamente correcto, claro. «Siempre está bien ver las ideas de las personas, ver la coherencia y el razonamiento… pero claro, tampoco se puede ser un subversivo». O sea, que sí, que te signifiques pero no mucho. Que no hagamos postureo, pero tampoco nos pasemos de sinceridad.
Siempre he creído que es un poco absurdo intentar maquillar la realidad cuando se trata de encontrar un encaje, lo mismo me da personal que profesional. Hacerte pasar por lo que no eres, esconder bajo la alfombra partes de ti, fabricar un escaparate a base de escamotear información… no sé, es pan para hoy y hambre para mañana. Creo que es mejor exponerse tal y como uno es, «what you see is what you get». Habrá muchos a quienes no les gustes, claro, e igual te da la sensación de que «estás perdiendo oportunidades». Pero si somos sinceros, esas oportunidades no son tales. Porque tarde o temprano acabará aflorando la realidad, y entonces…
Complicado asunto este desde el momento en que de un texto concreto resulta complicado establecer un contexto y lo que para uno son palabras neutras para otro tienen un tono agresivo.
Al hilo de lo que escribes, hoy me he encontrado con este post, que creo tiene bastante que ver:
https://elblogdemercedesromero.wordpress.com/2016/10/18/cuando-tu-marca-personal-no-gusta-a-las-empresas