Los miembros de la comunidad VDC, a escena

Cuando hace unos meses decidí crear una página en Facebook dedicada a Vida de un Consultor, lo hice sobre todo con un objetivo: crear un lugar en el que la gente que se siente cercana al blog (lectores habituales, comentaristas, amigos, etc.) pudiesen «darse de alta» y así interactuar entre ellos. Es decir, conocerse, relacionarse… porque estoy seguro de que aparte de tener en común el ser lectores del blog, seguro que hay un montón de gente diversa con ideas estupendas. Y que si se ponen en común pueden surgir intereses compartidos, colaboraciones, «espera que yo conozco a alguien que te puede ayudar…». Y además pienso que el hecho de compartir el gusto por este blog podría facilitar un primer contacto.
La iniciativa ha tenido un cierto éxito hasta ahora, con casi 90 personas apuntadas. Sin embargo, la dinámica de relación no sucede automáticamente: hasta ahora, lo que ha sucedido simplemente es que la gente se apunta… y nada más. El otro día, en el evento de Hubmadrid y mientras experimentaba eso del speed networking, caí en la cuenta de que, si alguien no toma la iniciativa y dinamiza a la comunidad, la tendencia habitual es a que los individuos se queden pasivos, a la expectativa. Dar el primer paso es lo más difícil.
Así que se me ocurrió lanzar una idea: ofrecer a cada miembro de la comunidad VDC un post en el blog para contar quiénes son, qué hacen, qué buscan… si buscásemos un símil en el mundo físico, sería como esas rondas de presentaciones previas antes de comenzar un evento: cada uno de los asistentes se levanta mientras todas las miradas se dirigen a él, y cuenta algo sobre sí mismo, de forma que más adelante todos los demás le tienen «fichado» y pueden interactuar con ellos de forma más natural.
Ya he recibido las primeras respuestas (las de los «echaos p’alante»), y les iré dando curso poco a poco. Espero que su ejemplo vaya animandoos al resto. Creo que puede ser algo interesante y ¿novedoso? en esto de los blogs.
¿Cuál es el procedimiento si os apetece «presentaros» ante la comunidad?

  • a) Si ya sois miembros de la comunidad VDC, leed el post con las instrucciones (la idea es darle a todas las intervenciones una estructura común, para centrar las cosas).
  • b) Si ya tenéis un perfil en Facebook pero no sois miembros de la comunidad VDC, id a la página y «haceros fans». Luego seguid las instrucciones del punto a)
  • c) Si no tenéis perfil en Facebook, haceos uno. De verdad, creo que es una herramienta fascinante que puede dar mucho de sí. Es sencillo y no os llevará mucho tiempo. Una vez que tengáis el perfil, ya podéis seguir el punto b) y el punto a)

A ver qué tal sale el experimento.

¿Es posible una comunidad independiente alrededor de una marca?

Planteaba esta interesante cuestión ayer Juan Luis en los comentarios sobre el lanzamiento de Actibva: «Creo que justamente el valor de una comunidad lo da la libertad y la imparcialidad. Y dudo que en un sitio de estas caracteristicas esto se pueda dar, por razones obvias.»
Entonces… ¿no es posible libertad e imparcialidad con una marca de por medio? Mi sensación es que sí, que sí es posible. No hablo de Actibva (aunque creo que hay buenos «mimbres», pero el movimiento se demuestra andando), sino en genérico. ¿Por qué no va a ser posible? Lo que sí estoy de acuerdo es en que será más difícil, principalmente, por dos motivos.
El primero son los prejuicios. «Como hay marca, hay parcialidad, no hay independencia». Hay mucha gente que tiene esta concepción previa, y entonces harán que la carga de la prueba recaiga sobre la propia marca. «Mientras no se demuestre lo contrario, es parcial». Y quien tiene este prejuicio, tiende a ver signos de parcialidad por cualquier sitio: el propio Juan Luis lo manifestaba cuando decía que «los banners publicitarios son de la marca». ¿Eso es un signo de parcialidad? A mí no me lo parece (si esos banners estuvieran en cualquier otra web… ¿sospecharíamos? ¿cualquier sitio con publicidad es sospechoso de manipular su contenido? Bueno, en realidad sí hay un sector que opina así…), pero para el que ya está convencido de ello es una prueba irrefutable. Y así con más cosas (p.j. si aparece una noticia relacionada con la marca… ¿no puede estar ahí por méritos propios? ¿está ahí únicamente por el oscuro deseo de manipular a los lectores?); quien está predispuesto a ver pruebas manifiestas de manipulación, las encuentra en cualquier detalle.
Y el segundo, obviamente, es la propia marca/empresa. Es muy difícil construir y financiar un sitio, y asumir la pérdida del control sobre él. No es la forma en la que tradicionalmente se han comportado las empresas, habituadas al «ordeno y mando» en sus procesos de relación con el usuario. ¿Cómo voy a estar pagando por un sitio en el que no aparece mi marca? ¿Cómo voy a estar pagando por un sitio en el que me critican? ¿Cómo voy a dejar que hablen bien de mis competidores en mi casa? Todas éstas, y alguna más, son preguntas que se hace alguien, más pronto o más tarde, dentro de la empresa; incluso cuando el proyecto se pone en marcha con la mejor de las voluntades y el espíritu más «deportivo» del mundo, cuando estas situaciones se dan en realidad es cuando hay que demostrar efectivamente que la apuesta por la independencia y la imparcialidad es seria.
Así que, volviendo a la pregunta original, ¿es posible crear una comunidad independiente alrededor de una marca? Mi respuesta sería que sí, si la empresa es capaz de dominar sus impulsos «primarios» (y creo que cada vez hay más gente en empresas que entiende que las cosas deben ser así, aunque eso no quita para que siga habiendo quienes lo vivan con mucho nerviosismo o simplemente no lo asuman). Por eso creo que debemos dejar a un lado los prejuicios y hacer las valoraciones sobre lo que vemos, sin adoptar un plus de susceptibilidad por el hecho de que haya una empresa detrás. De hecho, personalmente tiendo a confiar más en una iniciativa en la que claramente hay una empresa detrás (incluso descontándole un cierto sesgo corporativista) que en otras iniciativas «con apariencia de imparcialidad» en las que luego resulta que hay intereses ocultos. Me siento más engañado en el segundo caso que en el primero; al primero se le ve venir, al segundo… regular.