Ya he recurrido alguna vez a este fragmento de «Los caballeros de la mesa cuadrada (y sus locos seguidores)«, película imprescindible de los Monty Python. Pero es que me encanta.
«¡Es una bruja!». Me acuerdo de ello cada vez que alguien, basándose en sus prejuicios, es capaz de elaborar los argumentos más peregrinos (que ellos elevan a la categoría de «lógica aplastante») para «demostrar» que, efectivamente, tienen razón.