Esta semana, preparando papeles para el IVA del segundo trimestre, estoy enfrentándome a una situación nueva: las facturas de un alojamiento en Airbnb.
Me gusta Airbnb como plataforma. La he usado antes varias veces, casi siempre por ocio. Esta vez lo usé para un viaje de trabajo: a veces es posible encontrar apartamentos completos por un precio muy competitivo (mejor que un hotel), y puede resultar más conveniente.
El caso es que, a la hora de pedir factura, empiezan los problemas…
El problema de las facturas en Airbnb
La situación es la siguiente. Cuando tú haces una reserva a través de Airbnb, en realidad estás pagando dos cosas:
- Un servicio a Airbnb (por la plataforma, la gestión del pago… es lo que ellos llaman la «tarifa de servicio). Este servicio genera una factura (a la que se puede acceder a través de la web) con su IVA correspondiente… todo en orden (bueno, es una entidad irlandesa… lo cual también hay que tenerlo en cuenta a la hora de declarar el IVA, pero es un tema menor).
- Un pago al «anfitrión» (la persona o empresa que alquila su casa). Aquí lo que hace Airbnb es de puro intermediario: toma tu dinero, y se lo transfiere al anfitrión. Pero (y aquí está el problema) Airbnb se desentiende de los aspectos legales de ese pago. Desde luego, no emite factura: simplemente te dice «eso ya queda entre el anfitrión y el huesped, yo lo único que he hecho es pasar el dinero de uno a otro».
Lo que sucede es que, en muchas ocasiones, los anfitriones no están por la labor de hacer las cosas como deberían. Algunos porque no saben (y creen que lo están haciendo bien… y te dicen que «la factura se puede descargar en Airbnb» o «es cosa de Airbnb», cuando no es cierto) y otros plenamente conscientes (porque reciben el dinero «en negro» y así no declaran esos ingresos).
El caso es que te puedes encontrar con que nadie te emite la factura por esa estancia.
El impacto de no tener factura de Airbnb
¿Qué sucede entonces? Lo ilustraré con mi ejemplo… en esta estancia reciente en Madrid, yo pagué 120,24€, como consta en el «recibo» que genera Airbnb (no confundir con «factura»).
De esos 120,24 euros hay una parte (lo correspondiente a los 16,24€ de la «tarifa de servicio» de Airbnb) que tiene respaldo de factura (que se puede descargar directamente desde la propia web).
Pero el grueso del gasto (los 104€ correspondiente a la estancia) no. Si hubiese una factura, que tendría que emitir el anfitrión, sería algo parecido a: Servicios (104) + 0% IVA (0*) = TOTAL 104€
(*) Aplicando un 0% de IVA puesto, como me indicaban en los comentarios, el servicio de puro alojamiento es una actividad exenta de IVA en España, de acuerdo al Art. 20.1. 23º de la Ley de IVA
¿Qué implicaciones tiene, por tanto, no disponer de esa factura?
- A efectos de IVA, no hay IVA soportado que poder deducirse… así que la diferencia entre tener y no tener factura no existe.
- A efectos de IRPF, con una factura yo podría deducirme ese gasto. Y por lo tanto, ahorrarme los impuestos asociados. Si suponemos un marginal del 25% del IRPF… eso implica 26 euros.
¿Y si comparamos con un hotel?
¿Qué implicaciones tendría esto en comparación con un servicio de hotel por el mismo importe, en el que la factura sería algo así como Servicios (94,54) + 10% IVA (9,45) = TOTAL 104€?
- A la hora de presentar mi declaración trimestral de IVA, yo debería tener un «IVA soportado» que poder deducirme y, por lo tanto, un menor pago a Hacienda. Pero como no lo tengo, esos 9,45 euros «me los como».
- A la hora de presentar mi declaración de IRPF, éste es un gasto que yo podría deducirme pero, al no tener factura, no puedo hacerlo. Por lo tanto, tendré que pagar impuestos sobre esa cantidad que, factura mediante, podría haberme ahorrado. Pongamos un marginal del 25% de IRPF… eso significa que estoy pagando 23,6 euros más de impuestos de lo que me correspondería (los que podría haberme ahorrado si deduzco esos 94,54€).
Frente a la alternativa de haber estado en un establecimiento (hotel, hostal) que emita facturas con normalidad, resulta que estoy asumiendo un sobre coste de 33 euros. Así que, lo que parecía una opción ventajosa económicamente ya lo es un poco menos… y el coste real del servicio no es 120,24 sino 153,24 (un 27,5% más).
¿Y qué puedo hacer?
Lo ideal sería poder saber, con antelación, si el anfitrión emite factura. Si es así, ningún problema. Aunque algo me dice que, si haces esa pregunta a priori, muchos no sabrán (y otros cuantos no querrán) responderla…
La opción de solicitar factura a posteriori al anfitrión se va a encontrar con un problema similar, con la desventaja de que tú el gasto ya lo has hecho. Si finalmente se aviene a emitir una factura, en teoría debería ser por el importe que tú ya has pagado por la estancia (es decir, que el IVA esté ya incluido), aunque es posible que solicite que el IVA se pague aparte… lo cual te obligaría a hacer un pago adicional por fuera de la plataforma.
En caso de que se niegue a hacer factura… reclamar a Airbnb no surte ningún efecto. Ellos se lavan las manos, dicen que «no es cosa suya». Lo que puede quedar es presentar alguna reclamación en las autoridades de consumo… si tienes ganas de meterte en líos.