Unos días en el hogar familiar en Salamanca fueron la segunda etapa de nuestras vacaciones.
No es porque sea mi ciudad, hay que reconocer que Salamanca es una ciudad realmente fotogénica. El sol del atardecer realza los colores de la piedra de Villamayor y provoca ese dorado tan especial, y tan reconocible.
Aunque también es el momento ideal para sacar la silueta de las catedrales, la nueva y la vieja, que son el símbolo de la ciudad. El truco para fotografiar siluetas, como en el caso de las puestas de sol, hacer la medición de la luz en la zona del cielo, para que todo lo demás quede subexpuesto (o sea, oscuro). En este caso, además, he alterado un poco el balance de blancos (para darle un color más cálido al atardecer), y he toqueteado un poco con la herramienta «filtro degradado» del Lightroom 2.
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Pues te ha quedado una imagen muy bonita 😉
Has conseguido una estampa magnífica.
Haces bien presumir de nuestros monumentos.
un abrazo
Hola
Vaya, parece que se está dando bién el LightRoom2.
Un saludo
Preciosa, como siempre.
No creo que hayas hecho mucha magia con el Lightroom: si lo que sale en la tarjeta vale puedes mejorar algun detallito sin importancia; pero si la foto es mala no hay nada que hacer.
Prueba a hacer fotos de la piedra recién mojada, cuando todavía tiene alguna gota sin absorber. Es estupenda para hacer fotos de contrastes de color.