Ayer estuve en Madrid, que es algo que suelo hacer prácticamente cada semana. Sin embargo ayer, para variar, decidí ir en autobús en vez de en coche. Recordemos la situación, Aranda de Duero, unos 155 km. de distancia de Madrid. Después de la experiencia… ¿qué es mejor, ir en coche o en autobús? Pues como todo, hay pros y contras…
Horarios: indudablemente, con el coche sales cuando quieres y vuelves cuando quieres. Con el autobús estás sujeto a los horarios que, desde aquí, tampoco es que sean muchos. Eso significa un peor aprovechamiento del tiempo (o te sobra tiempo por delante o por detrás, pero es raro poder ajustar la agenda exactamente a los horarios del autobús), restricciones a la hora de la vuelta (el último sale de Madrid a las 20:00 h.), etc. En esto, claramente, gana el coche.
A la estación: con el coche bajo al garaje y ya estoy en ruta. Con el autobús hay que irse un rato antes a la estación. No está lejos, pero a las 8:00 de la mañana hace frío en Aranda, y si llevas mochila o lo que sea es un incordio. Y a la vuelta, lo mismo: en vez de aparcar en el garaje, el bus te deja en la estación y otro paseíto. Y en Madrid un poco igual: en vez de salir de donde estés, subirte en el coche y para casa, tienes los desplazamientos internos. En esto también gana el coche.
Tiempo: ya en condiciones normales en coche iría más rápido que en bus – sin tiempos de espera, mayor velocidad, sin desplazamientos a / desde la estación… en este caso, además, el autobús se mete por varios pueblillos de los alrededores a coger gente. Nada de «carretera y manta», sino que entras en la autovía, sales de la autovía, vuelves a entrar, vuelves a salir… en total, sólo de tiempo en carretera, hay unos 40 minutos de diferencia (digamos 1h30 en coche, 2h10 en bus). Goleada del coche.
Carga: el maletero del coche funciona como un estupendo almacén. Obviamente no importa tanto durante el viaje (que ahí el autobús también vale) sino durante el día: si te sobra la chaqueta, la dejas en el maletero. Si luego la necesitas, la coges otra vez. Si necesitas la mochila, te la llevas, pero si te sobra la dejas en el coche. Sin embargo, yendo en bus, tú y tus pertenencias tenéis que ser uno a lo largo de todo el día, lo cual puede llegar a ser un incordio si tienes que ir de aquí para allá.
Coste: en términos directos andarán «ahí ahí». El bus me costó 19,76 euros (ida y vuelta) más 1 euro de «costes de gestión» (por sacar el billete por internet… joder con los tiempos modernos). Los 310 km. en coche me saldrán, más o menos, por lo mismo (el depósito de 50 euros me suele durar unos 700-780 km.). Eso sí, llevar el coche a Madrid supone dejarse además un buen dinero en parkings o zonasazules, mientras que armado con un bonometro te mueves la mar de bien. Así que aquí gana el bus.
Desplazamientos internos: con el coche te mueves a tu ritmo, de origen a destino. Eso en condiciones ideales, claro. Pero aparte de todos los problemas de tráfico (que según la hora y la zona, no son moco de pavo), está el problema del aparcamiento: no siempre hay sitio. El transporte público está bien, la red de transporte de Madrid es buena y te permite llegar prácticamente a todos los lados. En Metro, encima, sin atascos (lo del autobús urbano es otra cosa) aunque según la hora puede ser un poco incómodo por las aglomeraciones. Pero creo que si no tienes que ir a ningún sitio del extrarradio (que ya exige mayor conocimiento), con el transporte público los desplazamientos son más cómodos.
Comodidad: en tu coche vas con tu música, o en silencio, como quieras. En el autobús vas oyendo a los de al lado, o la peli que pone el conductor, o el teléfono de fulano o el de mengano… es otra cosa.
Actividades alternativas: cuando vas conduciendo pues vas… conduciendo. Centrado en el volante y en la carretera. Pero cuando vas en autobús puedes pensar, leer, distraerte, hablar tranquilamente por teléfono, navegar por internet, echar un sueñecito… y todo ello completamente despreocupado.
En fin, hay puntos a favor del coche y puntos a favor del autobús. En general, tengo la sensación de que si optimizo bien la agenda (para adaptarla a los horarios) y el equipaje (para no ir demasiado cargado y desplazarme con comodidad por la ciudad) la opción del autobús sigue siendo válida, aunque lo de «cortarme el rollo» a las 20:00h. me impide ir a «saraos varios»…
Ninguna conclusión definitiva, pues. Ni me he enamorado del autobús, ni lo he aborrecido.
Me llamo Raúl y me gusta compartir ideas, reflexiones y herramientas para tener una vida más sencilla, equilibrada y significativa. Cientos de personas ya se han suscrito a mi newsletter semanal gratuita. Más información, aquí
Te dejas algunas categorías:
Medio ambiente: Yendo en autobús contaminas infinitamente menos, y tu huella ecológica es menor (gastas menos recursos naturales, no sólo el combustible, sino también los utilizados para producir tu coche y sustituirlo tras n viajes a Madrid)
Solidaridad con tus semejantes: Yendo en autobús montas menos atascos que yendo en coche, molestando menos a los que no han tenido la buena suerte de poder ir en bus.
Por cierto, en bus es bastante más barato, no sólo cuentes la gasolina, cuenta también la amortización del coche, el seguro, y demás.
En definitiva, si vas en autobús, eres una persona mejor, aunque te tengas que poner a Bisbal en los auriculares en vez de poder andar gritando, ave maría, cuándo serás mía. Pero siempre puedes ponerte en el pasillo a hacer la patada giratoria :oD
También está el peligro de accidente. No sé datos exactos de accidentes pero con el bus seguro que hay menos.
Para mi el autobús supone encajar mis piernas en un espacio que no está pensado para ellas… La distancia disponible es muy habitualmente menos que la que hay desde donde la espalda pierde su nobleza (era asi?) hasta la punta de mis rodillas.
Y claro, mis experiencias místicas en viajes Madrid-Vigo de siete y hasta ocho horas, con señora al lado, o pesao al móvil, o lo que sea, hace que sin lugar a dudas el coche gane en desplazamientos de más de una hora. Eso, si no hay tren con posibilidad de ir en una fila individual 🙂
Otra variable importante es la de cuánto tiempo tardas en encontrar sitio para aparcar, y a qué distancia.
En mi caso, para ir a trabajar tengo más cerca la estación del tren que el lugar donde aparco el coche, tanto en casa como en el trabajo, y teniendo en cuenta lo que se tarda en entrar y en salir de cualquier núcleo urbano, pues el tren es hasta más rápido, al menos en desplazamientos medios-cortos.
Eso sí, el autobús puede llegar a ser un auténtico infierno en determinados desplazamientos, si realiza unas seis paradas en cada pueblo que atraviesa.
Otra ventaja del transporte público es que durante el vieje puedes ir tranquilamente leyendo una novela o el periódico, preparando una reunión, o charlando amigablemente de cosas banales con los compañeros de viaje.
Sin embargo la independencia y libertad de horarios que te da el vehículo privado, solo podría igualarse con unas líneas más racionales y mayores frecuencias en el transporte público.
En el Coste te olvidas de que no solo gastas gasolina, sino que también gastas coche (seguro, neumáticos, revisiones, y cada 200mil coche nuevo), así que sería conveniente meter estos datos en un excel y ver que te sale. En mi caso, con un coche diesel de 18mil€, me sale el km a unos 0,20€. Si haces 310km, el valor REAL del viaje es de 60€, y no 20 como dices tu. En conclusión, por cada viaje que haces en autobús te ahorras unos 40€! El coche sale a cuenta si sois 2 o 3 personas (en mi caso vamos 4 en coche, y cada dia hacemos 120km. A cambio de tener menos libertad de movimiento me ahorro 360€ al mes, y tengo mi conciencia ecológica mas tranquila)
Otra alternativa,
Vas en coche hasta plaza Castilla, Parking y a moverte en metro, la verdad es que la carretera vas más rápido y cómodo en coche, pero dentro de Madrid, el metro gana.
Salutes.