Me llamo Raúl y me gusta compartir ideas, reflexiones y herramientas para tener una vida más sencilla, equilibrada y significativa. Cientos de personas ya se han suscrito a mi newsletter semanal gratuita. Más información, aquí


Dudas de fe para tiempos líquidos


He pasado un par de días en Madrid en los que he tenido la ocasión de tener un puñado de charlas interesantes. Siempre da gusto juntarse con gente sin «agenda», sin unos objetivos, simplemente por el placer de charlar y compartir ideas.
Una de las reflexiones que se han repetido tiene que ver con los «tiempos líquidos«. Con esa sensación de inestabilidad (en el ámbito profesional, sobre todo; pero con incuestionables implicaciones en el personal) en la que vivimos. Que el mundo avanza a toda velocidad, que las relaciones profesionales/laborales cambian, que los límites entre lo profesional y lo personal se difuminan…
Todas las conversaciones coincidían en algo: que éste es un mundo incómodo, que nos obliga a estar en alerta permanente, dispuestos a cambiar.

Es mucho más incómodo en el día a día, claro (ese cuestionamiento permanente de si estaré haciendo lo correcto, de si voy bien, de si estoy adaptándome correctamente a todo lo que sucede, de cuáles son las alternativas… puede ser agotador)

Incluso los que estamos convencidos de que esto es lo que hay tenemos que vivir con esa incomodidad. Y echamos de menos (a veces) un escenario distinto, de calma, de paz, de certidumbre, de rebajar el nivel de alerta. Y a veces nos entran dudas. Porque sí, creemos que todo apunta a que ese escenario no es posible (y si no es posible, es tontería torturarse con desearlo). Pero por otro lado vemos gente que vive en esa «realidad alternativa» de la nómina fija y la tranquilidad respecto al futuro. Una «realidad» que yo no creo cierta, que no es más que un escenario de cartón piedra que tranquiliza conciencias, un Matrix que tarde o temprano acaba cayendo. Pero mientras tanto…
Es difícil vivir en la incertidumbre y la complejidad, y a veces echas de menos un poquito de «simple but wrong» o de «mentiras reconfortantes«.

Deja un comentario