Parafraseo el exabrupto de Arrabal para titular el nuevo episodio del podcast «Diarios de un knowmad». En el que (sorpresa) hablamos de coaching para profesionales. Como ya sabréis los más habituales, llevo unos meses acercándome (desde la distancia y descreimiento inicial) a esto del coaching. Y para guiarme en ese camino le pedí ayuda a mi amigo Alberto Mallo, compañero de fatigas consultoriles desde principios de siglo. En una de nuestras conversaciones le sugerí, «¿por qué no grabamos una entrevista hablando de estas cosas?». Y dijo que sí.
En la recapitulación final de la conversación nos surgía la inquietud derivada de hablar sin tener un feedback directo de los escuchantes… y de ahí ha salido la idea de «abrir las líneas» para que cualquiera pueda dejarnos sus preguntas, sus inquietudes, sus críticas… y si funciona, tendremos una nueva conversación en formato «preguntas y respuestas». Así que ya sabes, si te apetece resolver alguna cuestión sobre coaching, déjame un email en rahego (arroba) gmail.com y la abordaremos más adelante.
Dejo aquí el audio de la entrevista. Y ya sabes, si te gusta puedes suscribirte al podcast en iVoox y en iTunes, comentar, recomendar, compartir…
Éstos son los temas que han ido saliendo en la conversación:
- 01:00 – Cuento qué me llevó inicialmente a acercarme al coaching, cómo surgió la idea de pedirle ayuda a Alberto… y la sorpresa que le di al hacerlo.
- 06:22 – Le pregunto a Alberto qué le sedujo a él del coaching, especialmente viniendo de su formación como psicólogo. Hablamos del carácter ecléctico y pragmático del coaching, en el sentido de que incorpora elementos de distintas disciplinas y lo hace con una vocación de «hacer que funcione».
- 12:00 – ¿Qué aporta trabajar con un coach? ¿Para qué y para quién puede servir?
- 19:05 – Hablamos de las barreras que puede tener cualquier persona a la hora de pensar en el coaching como herramienta útil, desde el desconocimiento, la desconfianza o las expectativas difusas.
- 23:44 – Comentamos los factores de éxito de un proceso de coaching, donde lo relacionado con el «coachee» tiene mucho más que ver que con lo relacionado con el coach. Un coach normalito puede ser suficiente para una persona motivada, pero ni el mejor coach del mundo puede hacer nada con una persona que no pone de su parte.
- 26:05 – Reflexión sobre el coaching como proceso, como algo que «empieza y termina», con unos objetivos concretos. Nada de acompañamientos eternos, se trata de generar aprendizaje y autonomía.
- 30:22 – ¿Qué resultados ha observado Alberto en su trabajo como coach? Hablamos sobre todo de gente haciendo cosas que durante mucho tiempo consideraban fuera de su alcance, del efecto liberador que eso tiene, y de lo que pasa una vez que empiezan a encadenarse acciones.
- 36:11 – Entramos en terreno de críticas. La intangibilidad del coaching hace que sea fácil verlo con desconfianza, y desde ahí acusar de «vendehumos«, de «charlatanes«, de «abusar de la fragilidad de otros«… Juicios legítimos, que tendrán su origen (como todos los juicios, también los nuestros). También cuestionamos hasta qué punto algunos coachs se deslizan hacia el «mrwonderfulismo» y si eso tiene sentido o no (siendo como es el coaching un proceso esencialmente individual, poco sujeto a «mensajes generales»… ¿Son obviedades? Posiblemente, pero las cosas que resultan obvias para unos no lo son para otros (para mí, que nunca he fumado, me puede parecer ridículo que alguien sea incapaz de dejarlo… pero ahí están) y lo importante es el proceso de descubrirlo.
- 53:58 – Hablamos del coaching como habilidad interesante para tu mochila profesional, cómo aporta una forma de ver el comportamiento de las personas y herramientas para gestionarnos a nosotros mismos y a los demás.
- 59:46 – Preguntado sobre la mejor manera de acercarse (como coachee o como coach) al mundo del coaching, Alberto sugiere simplemente probar (en muchas escuelas de coaching es habitual que soliciten voluntarios para hacer de «conejillos de indias», yo mismo lo he hecho). Y a partir de ahí valorar.
- 1:02:00 – En las reflexiones de cierre, hacemos un poquito de recapitulación. La sensación es de haber hablado de muchas cosas, y queda la inquietud de saber si habremos respondido al interés de quienes escuchan… y de ahí surge la idea de lanzar una «sesión de preguntas y respuestas».