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¿Has oído hablar de la revolución 2.0?

Siguiendo con mis inquietudes respecto a venderme y todo el proceso de desarrollo comercial para Digitalycia, una de las cosas que quería hacer era una «presentación comercial«. Cuando me puse manos a la obra con el powerpoint, empecé a notar los viejos tics: si seguía por ese camino, me iba a salir un texto pesado, tirando a formal, tradicional, con mucho bullet y palabrería consultoril… Y como ese estilo no me gusta nada como «consumidor», malamante iba a conseguir resultar atractivo para otros.
Así que me lié la manta a la cabeza y he preparado esta presentación un poco más dinámica. La idea es que sea autoexplicativa (es decir, que pueda circular por sí misma), por eso tiene tanto texto (aunque no mucho, creo). El objetivo es poner de forma directa sobre la mesa algunos puntos relevantes relacionados con el mundo 2.0 y su impacto en la empresa, y en cierta medida «incomodar» al lector y motivarle a que «quiera saber más». Soy muy consciente de que el tono pueda resultar exagerado (hablar de «revolución» y todo eso: aunque creo firmemente que lo es), pero así es más susceptible de llamar la atención, ¿no creéis?

Por supuesto, todo es susceptible de mejorar, y vuestras opiniones siempre serán bienvenidas. Y más por supuesto aún, si os gusta y queréis darle «publicidad»… pues más bienvenido todavía.

15 comentarios en “¿Has oído hablar de la revolución 2.0?”

  1. La presentación me gusta bastante en su fondo, pero quizás las formas por palabras como revolución 2.0 o por el desarrollo de la misma me ha dejado un poso de «Yo lo se todo y tu nada».
    Eso puede tener sentido si efectivamente el receptor no sabe nada de esto, pero a nada que ya sepa de que va el 2.0 y lo que busca es quien le ayude a montarlo, la presentación me parece ligeramente ofensiva y pretenciosa.
    Ningunear al que paga las facturas no es buen comienzo, yo buscaría un tono más de «socios» y «acompañamiento» en el camino hacia el 2.0. Es más versátil tengas al que tengas al otro lado.

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  2. Hola Raúl,
    Para mi gusto, y quedándome con lo estético, veo demasiado texto. Si la audiencia no es experta en esto de lo 2.0… ¿no se desvía demasiado la atención hacia la pantalla en vez del ponente?.
    Saludos.

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  3. Juan, la idea no es utilizar esta presentación en una exposición, sino que sirva como «folleto». Las que utilizo para hacer presentaciones son, efectivamente, con mucho menos texto (idealmente, una o dos palabras).
    Jaime, gracias por tu punto de vista. El tono es decididamente… «provocativo». Lo que busca es dirigirse precisamente a ese colectivo (infinitamente mayoritario) que no es consciente de las cosas que están pasando (o que han oido cosas sueltas pero no le ven la importancia) y decirles «oye, ¿os habéis dado cuenta de cómo están las cosas? ¿no habéis parado a pensar en el impacto que puede tener en vuestras empresas? Pues yo de vosotros lo haría… y cuanto antes mejor»
    De hecho, sólo al final introduzco la posibilidad («quizás, sólo quizás») de que les pueda venir bien ese acompañamiento. Pero si quieren ir solos, perfecto. Lo importante es que hagan algo.
    En fin, entiendo que alguien al ver la presentación pueda pensar «qué flipao». Incluso que alguien pueda encontrarla «agresiva». Pero creo que es hasta cierto punto necesario para «agitar conciencias» (con todas las comillas del mundo). Si no, probablemente me quedaría demasiado tibio.
    Al fin y al cabo, esto pretende funcionar como un anuncio, llamar la atención.

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  4. Llevo siguiendo tu blog desde hace unos meses y he visto que siempre acentúas «tí». Te propongo que busques en el RAE a ver si tiene tilde 😉
    Con respecto a la presentación, el problema que veo es que es vaga, no se sabe realmente qué haces, que aportas o cuál es tu producto.

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  5. Uf, soy consciente de que no la lleva. Pero hay un grupo (creo que pequeño, pero rebelde) de errores ortográficos que cometo una y otra vez, sin remisión. Tengo que enmendarme.
    Respecto a la vaguedad: sí y no. Sí en la medida en que esta presentación es más un «anzuelo» que pretende que, si quieres saber más, te dirijas a la web para profundizar (allí hay una explicación mucho más detallada de los servicios, etc.). Pero no en la medida en que se especifica lo de que «te podemos ayudar a entender cómo te afecta todo esto, a identificar los riesgos y las oportunidades que pueden aparecer, y a diseñar y ejecutar planes de acción». A mi me parece un planteamiento bastante clarificador sobre qué hacemos y qué aportamos. ¿Mi producto? El asesoramiento. Yo no vendo blogs (aunque puedo hacerlo, o ponerte en contacto con quien lo hace), no vendo SEO (idem), no vendo wikis (idem), no vendo redes sociales (idem), no vendo cursos… vendo lo que viene antes de todo eso.

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  6. Me gusta tu blog y lo sigo, en algún momento hemos tenido vidas paralelas (también he sido consultor especializado en eBusiness)
    En general me ha gustado, pero creo que no esta demás, si la idea es que la presentación se difunda y sea autoexplicativa, el poner logos de clientes con los que has trabajado.
    es solo una idea.

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  7. A mi me parece muy acertada tu presentación, si bien creo que como dice «Anonimo» de la definición del producto que vendes, y enlazando con lo que contabas el otro día de paquetizar las soluciones que ofreces, echo de menos saber algo más de dichas soluciones.
    Aún así me parece muy «inquietante», con lo que el empresario se preguntará al menos ¿pero de que va todo esto?
    Saludos Raul

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  8. Me gusta especialmente la diapo 5 (a parte de la insistente tilde del ti, que está en todas partes, ¿hacemos un grupo de protesta en Facebook?). En ella planteas el asunto con toda su crudeza.
    A partir de ahí (yo hubiera intentado llegar antes)hecho el final feliz, vamos, el BENEFICIO: «con Digitalizia, los que ahora te ponen de vuelta y media, pronto se convertirán en tus mejores prescriptores… y te ahorrarás dinero». Me ha salido con voz de teletienda, pero creo que me explico.
    Enhorabuena, no parece la presentación de un consultor;)

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  9. Bueno, que conste que ya lo he corregido y he subido la presentación corregida(en espera de que la RAE se apee del burro…) no sé si aquí no se ve por alguna cuestión de caché o algo.
    El problema es que no puedes llegar antes a ese punto… sin explicar los motivos. Porque si no lo explicas, parece que te lo estés inventando.
    En cuanto al beneficio: me cuesta trabajo venderlo de forma tan evidente. Yo no puedo asegurar que con mis servicios dejarán de putearte (porque depende de cómo lo haga tu empresa: por mucho facebook que tengas, o por mucha campaña viral que hagas, si tus productos son una puta mierda, la gente lo seguirá diciendo), lo que sí puedo ofrecerte es abrirte los ojos y ayudarte a que avances.
    Gracias por la enhorabuena; nuestra conversación de esta semana algo tienes que ver, como bien imaginarás.
    Iván, lo de los logos te lo comento en un post.
    Cuasante, lo que pretendo es provocar al lector para que se interese sobre el tema, generar la oportunidad de hablar con él y buscar formas de concretar eso. De hecho, en la web de digitalycia ya he tratado de profundizar en ello.

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  10. A mí me parece que la presentación esta bastante acertada y aunque le haría algunos cambios no los comentos porque ya los han mencionado por ahí arriba y no aportaría nada.
    Lo único, y quizás es solamente una sensación mía, el ”quizás, sólo quizás” me da la sensación de venir en tono irónico. Ya me imagino que no es con esa intención, pero esa sensación me da.

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  11. Reflexionando sobre lo que me contestas en #3, lo siento Raúl pero no lo compro. Como presentación provocativa es buena y nos mola un montón a los que estamos aquí, comentando en tu blog.
    Pero el público objetivo no sólo debe sentirse provocado sino además comprar tu proyecto y si marcas demasiadas distancias con tu comprador, al final se colará otro en el hueco para cerrar la venta final y se llevará el trabajo de lo que has sembrado con tus «provocaciones».
    Me veo al que decide diciendo la típica frase de «Digitalycía presenta un proyecto muy bueno pero demasiado alejado de la realidad de nuestra empresa, por eso hemos decidido contratar a X que nos conoce y por cuatro perras podemos empezar a explorar la revolución 2.0». Además se apropiarán hasta de tu término, les harán una chapuza y el cliente quedará escaldado de la revolución 2.0 por muchos años (e incluso hablará mal de ti por haberle «provocado» aunque el desaguisado se lo haya hecho otro.
    Esto de la crisis me pone pesimista. Seguro que en cuanto te dan 5 minutos los tienes comiendo de tu mano y todas mis teorizaciones no valdrán un pimiento.

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  12. Gracias, Jaime. Tus comentarios me dan un optimismo… 🙂
    ¿Sabes qué pasa? Me he pasado unos cuantos años en organizaciones muy «proper», muy «modositas», muy acostumbradas a no decir una palabra más alta que la otra, a ser tibias y templadas, a expresarse con atonía, a cogérsela con papel de fumar, a revisar cada párrafo para decir lo que hiciera falta pero de una forma que les permitiese decir lo contrario si era necesario.
    El objetivo probablemente fuese ése: no disgustar a ningún cliente, que el cliente no tuviese nunca la sensación de que se le llevaba la contraria, y poder decirle «¿ves? eso es lo que yo quería decir».
    ¿Les ha ido mal con esa estrategia? Pues no, lo cierto es que no. Pero no es mi estrategia. Yo no soy así. Es verdad que soy ponderado en mis ideas, pero cuando tengo claro algo me cuesta mucho «templar gaitas». Soy vehemente, y me gusta decir lo que pienso con claridad (y no andar jugando al gato y al ratón con mis ideas para «gustar»). Durante mucho tiempo la cultura de las organizaciones en las que trabajaba me impedía hacerlo. Pero ahora la cultura la defino yo, es mi cultura.
    No creas que no valoro tu visión crítica, porque lo hago. Y probablemente lleves razón en la forma de ver la situación, y probablemente haya clientes que reaccionen así. Quizás pueda, manteniendo la provocación, ser algo más templado. Pero ahora mismo, el cuerpo me pide pasarme más por exceso que por defecto, porque por defecto ya me he pasado muchas veces. Y nunca había estado en mejor situación para hacer «lo que me pida el cuerpo».

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