Lo leí en un tuit de Jeroen Sangers, que citaba a Tim O’Reilly:
El dinero es como la gasolina durante un viaje; no quieres quedarte sin ella en el camino, pero no planificas el recorrido buscando gasolineras.
Me gustó, me hizo pensar. Cuando uno planifica un viaje lo hace pensando qué quiere ver, dónde quiere ir, qué quiere hacer. Ésos son sus objetivos. Luego, claro, necesitará gasolina (mucha o poca) para llegar allí. Pero la gasolina es algo instrumental, al servicio de los objetivos, y no al revés.
En la vida también deberíamos hacer lo mismo. Plantearnos nuestros objetivos vitales, qué queremos hacer, qué experiencias queremos, qué estilo de vida buscamos. Y en función de eso, necesitaremos dinero para cumplir esa visión. Pero, de nuevo, el dinero es instrumental y al servicio de los objetivos. Sin embargo, en demasiadas ocasiones nos encontramos atrapados en una dinámica perversa en la que «conseguir dinero» es lo primordial, y organizamos nuestra vida entorno a ello aunque eso suponga «vivir mal» (en horarios, preocupaciones, ausencia de tiempo, dejar de lado lo que nos gusta, a nuestros amigos, a nuestra familia, nuestros hobbies…). Nosotros solos nos metemos en la «carrera de la rata» y al final acabamos preocupándonos más de las gasolineras que de ir a donde queríamos ir.
Foto: Svadilfari
Cierto, pero la dinámica de la vida no te lleva por ese camino:
Cuando eres joven tienes que decidir como quieres ganarte la vida (no que vida quieres llevar. Probablemente ni siquiera puedes valorar esa decisión), y no tienes ni idea de las implicaciones.
Lo que ocurre luego es que adaptas tu nivel de vida a tus ingresos, e intentas mejorarlo (mejorando tus ingresos, habitualmente), lo que te lleva a entrar en la rueda que comentas (Ingresos, horarios, hijos, gastos, imprevistos,estrés…). Es a partir de los 40 cuando empiezas a pensar en lo que de verdad te importa y en desprenderte de lo accesorio. Y a veces puedes, y otras no… Pero creo que tienes razón, aunque creo que es muy dificil planificar una vida. Porque es un viaje desconocido. No es una ruta que puedas ver de antemano, sino un viaje sin mapa.
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joder tío, lo que eras y en lo q te has convertido, hostias!!!, tu fracaso en vida de un consultor es el posicionarte mucho ideologicamente y politicamente, a mucha peña eso le jode jejejej
salud y republica :)))
Desgraciadamente cuando planeas un viaje también planeas el presupuesto. Sin embargo para el «viaje de la vida» partes con 0€ y tienes que ir ganándolos para seguir una ruta.
La vida sería más parecido a un viaje de mochilero haciendo autostop y consiguiendo dinero de lo que surja.
Pero de todas formas, es un gran planteamiento para intentar evitar que el dinero coarte en nuestras verdaderas metas.
Cuando empiezas un viaje, también tienes el depósito vacío. Pero tienes una serie de recursos para irlo llenando. Y en la vida exactamente igual: partimos con cero euros, pero tenemos unos recursos (nuestro esfuerzo, nuestro tiempo, nuestra dedicación, nuestros conocimientos, nuestro compromiso…) para ir consiguiendo el dinero que necesitemos.
César, no estoy del todo de acuerdo. Es verdad que hay una cierta «inercia» que hay que romper, pero decidir qué vida quieres llevar, cuáles son los principios básicos que van a regirla, es algo que se puede hacer tan joven como haga falta. Otra cosa es que nos dejemos llevar por esa inercia, pero eso es responsabilidad de cada uno, no «de la sociedad».
Yo cada vez veo a más gente preocupada por obtener la gasolina suficiente para el más mínimo de los objetivos y de las necesidades vitales, Raúl. Y gente que ya no sólo piensa en ser feliz sino solamente en poder «ser» y subsistir.
Hoy hablaba con un amigo oficial de una Notaría y me comentaba que ellos mejor que nadie podrían calendarizar la crisis: de firmar compras y luego, con otra vuelta de tuerca, a firmar refinanciamientos, ahora han pasado a no firmar nada, pero nada absolutamente y los acuciados por las deudas directamente dicen al Banco «llévate lo que sea» que no doy más de mí.
Perdón, que me enrollo. Tu felicidad de ahora depende también de que dejes un poco el terreno labrado para que seas feliz en un futuro próximo, o a unos años vista, y un poco también para tus hijos, o para que al menos no lo tengan tan negro, si puedes o crees que depende mínimamente de ti allanarles el camino. Eso exige estar siempre con la batería enchufada y en tensionante alerta: nada se puede dar por asegurado y la felicidad es muy efímera.
Hace tiempo que llegué a la conclusión de que esta vida está siendo difícil para todos: cada uno a su nivel tiene sus problemas y sus aspiraciones de felicidad truncadas o pospuestas. Pero todos.
Todos decimos que seríamos felices con tres cabras y unas gallinas en un pueblo en la montaña, pero tenemos en la sangre la droga de la ciudad y nos va la marcha. Nadie cogemos la boina y accedemos al retiro pacífico, supone renunciar a otras cosas a las que maldecimos porque nos matan la salud, pero que también, en un fondo masoca que todos mimamos con estrés, nos hacen felices.
Dinámica «perversa». Totalmente de acuerdo.
Ya, bueno cuando tienes tu vida resuelta puedes pensar que quieres hacer. Pero yo por ejemplo puedo querer muchas cosas pero me es imposible. Para hacer ciertas cosas necesito dinero. Si no lo tengo no puedo hacerlo.
Yo ahora mismo lo que quiero es trabajar. Cosa que por mucho que quiera es imposible. Por tanto eso impide cualquier cosa.
Asi que si quiero hacer algo primero tendre que tener el dinero. Y para tener el dinero, necesitare trabajar.
Mientras no haya trabajo, lo unico que puedo hacer es estar sentado aburrido sin poder hacer nada.
Que facil es hablar cuando tienes la vida arreglada.