¿Funciona el spam cercano?

Todos tenemos claro, creo, qué es el spam. Mensajes que llegan a tu correo de forma indiscriminada, normalmente anunciándote cosas de lo más peregrinas (desde viagra online a premios en una ignota lotería, pasando por señores que han depositado para ti una enorme cantidad de dinero procedente de Nigeria). El remitente es desconocido, el asunto es ridículo… spam sin contemplaciones.
También hay un segundo nivel de spam. Personas/empresas con las que interactuaste en algún momento del pasado, y que por su propia iniciativa deciden que está bien meterte en sus «listas de distribución», newsletters y demás. No hay ningún interés personal, eres nada más que una dirección de correo metida en un sistema automatizado que vomita mensajes periódicos. Y lo siento mucho, pero para mí esto es poco menos que lo anterior… y como tal lo trato. Botón de «spam» y si te he visto no me acuerdo (hubo un tiempo en el que me molestaba en escribir diciendo que «no me interesaba el contenido, por favor borradme», pero visto el caso omiso que se suele hacer… opté por lo más cómodo para mí).
Pero el «spam cercano» al que me refiero hoy es otro. Se trata de esos mensajes «con varios destinatarios» (a veces ocultos, otras explícitos) que un amigo/conocido te hace llegar, normalmente para anunciarte algo o (más frecuentemente) para pedirte un favor.
Reconozco que a mí no me gustan. Me condicionan de forma negativa. De alguna forma, mi razonamiento es «si tú no has sido capaz de dedicar medio minuto a enviarme un mensaje personalizado, y me has tratado como un ‘elemento de tu agenda de contactos’… no esperes que yo dedique mucho tiempo a preocuparme por lo que me envías». Sí, claro, ya sé que «es un rollo» tener que elaborar mensajes personalizados, cuando con simplemente darle a un botón puedes enviar el mismo mensaje a n destinatarios. Pero en el fondo, esta estrategia no es muy distinta que la del spam de la peor calaña. Y me pregunto si su tasa de respuesta será mucho más significativa.
¿Alternativa? Si quieres que alguien se tome un mínimo interés en ti, dedícale tiempo. Moléstate en escribir un par de líneas introductorias a cada mensaje, interesándote por la persona a la que te diriges, haciendo referencia a la relación que os une. A todos nos gusta que nos hagan sentir mínimamente especiales, y nos disgusta sentirnos «un elemento más» de una lista. Y además cada relación tiene un contexto distinto, no es el mismo acercamiento el que tienes con un «contacto de trabajo» que el de «un amigo de toda la vida», ni es lo mismo alguien con quien te ves a menudo que alguien a quien hace siglos que no ves (y no digamos si es alguien de quien llevas pasando olímpicamente todo ese tiempo). No todo el mundo sabe lo mismo de ti, por lo que cada destinatario necesita que le cuentes las cosas con matices distintos.
Por supuesto, esto implica dedicar tiempo. Y cariño. A lo mejor no podemos llegar al mismo número de destinatarios. Pero tengo la sensación de que, aunque lleguemos a menos gente, la respuesta será mucho mejor.

Asertividad contra el SPAM

En fin, no sé hasta qué punto es una batalla perdida o no, pero por mí que no quede. Hoy he recibido un email procedente de Lourdes Muñoz, una diputada socialista en el congreso (bueno, de su asistente), que se las da de ser «muy 2.0» (con su blog, su twitter, su facebook, su flickr, su youtube, su slideshare y su cuota de micrófono cada vez que hay un evento en el que se habla de «política y 2.0»), con una arenga ideológica. Ya en el pasado había recibido mails similares, y había pedido por favor que eliminasen mi email de la lista de distribución. Concretamente, dije:
«te agradecería, si fueras tan amable, que eliminaras mi dirección de esta lista de correo; estoy seguro de que, si el contenido es interesante, me acabará llegando a través de las fuentes habituales a las que estoy suscrito voluntariamente.»
Amable, cordial y sutil, creo. Recibí la callada por respuesta; creo que lo mínimo hubiera sido un «lo siento, atendemos tu petición y no volverá a suceder» pero bueno, al menos esperaba que me hubiesen hecho caso. Pero parece que no, hoy he vuelto a recibir otro correo de similares características, y de nuevo me he tomado la molestia en responder:
«en respuesta a uno de vuestros anteriores correos no solicitados ya os pedí que elimináseis mi dirección de la lista de distribución, en la medida en que ni los he pedido, ni os he cedido nunca mi dirección de email para eso (ni para ninguna otra cosa, que yo sepa), ni tengo interés ninguno en recibirlos. Observo con tristeza cómo aquella cordial petición ha sido desatendida (no sólo no recibí contestación, sino que los hechos demuestran que sigo recibiendo estos correos), por lo que procedo a incluir vuestros envíos en la carpeta de SPAM; obviamente, hubiera preferido no recurrir a esta medida y que hubiéseis atendido mi petición, pero eso es algo que queda fuera de mi control.»
Y ya está, correos a la carpeta de SPAM y no habrá más molestias. Imagino que, igual que no me respondieron la primera vez, no lo harán ésta segunda. Me da igual. Lo que me da rabia es que esta gente sea la que luego saca pecho y se las da de ser adalides de «lo 2.0» y de las nuevas formas de hacer política y de la conversación, y blah, blah, blah. Ya, ya sé, culpa mía por esperar algo bueno de un político.

Nokia, el dospuntocero y el spam

Quizás me meta en un lío innecesario, pero es que hoy he recibido un claro ejemplo de lo que decía el otro día relacionado con las agencias de comunicación y los bloggers. Que no se enteran, vaya.
Recibo un correo remitido por unas personas de la agencia Ketchum, aunque el texto venga firmado por Solange Cummins, Communication Manager Spain de Nokia (que seguro que ni sabe quien soy yo, ni le importa demasiado). Nunca he tenido un Nokia, nunca he autorizado a que se incluya mi email en una comunicación comercial de este tipo. Imagino que han hecho un rastreo de «mails de gente de la blogosfera» y han hecho un mailing masivo.
En fin, el contenido del mail es éste:

¡Hola!
Como sabes, este sábado es el Día de Internet. Te habrás dado cuenta que en los últimos tiempos, Nokia es cada vez una compañía más volcada en la red, con iniciativas como N-Gage, La Casa de Música, Nokia Maps, Nokia Sports Tracker…
En este mundo conectado en el que vivimos, los blogs se han convertido en un punto de encuentro para intercambiar información y opiniones. Sabemos que los blogs tenéis un estilo y un lenguaje propio que os diferencia de los medios “tradicionales”, por lo que queremos crear un canal nuevo para comunicarnos con vosotros. Una comunicación que, fiel al estilo 2.0, nos permita además saber lo que opináis, las preguntas que se os pasan por la cabeza, lo que os interesa que os contemos y también lo que no.
Y por eso estamos aquí: queremos, si tú quieres, ser el link con la blogosfera para ponerte lo más fácil posible acceder a cualquier tema sobre nosotros. Nokia dispone de una comunidad online llamada Share on Ovi donde cualquiera puede compartir; colgar fotos, videos y subir archivos de distintos formatos… a la que puedes acceder tanto desde PC como desde móviles Nokia compatibles. Creemos que puede ser una buena manera de comunicarnos contigo.
Hemos puesto en marcha cuatro canales en Share on Ovi en los que iremos colgando, poco a poco, fotos, comunicados, vídeos, recursos multimedia y todo lo que se nos vaya ocurriendo que pueda ser de interés.
Te invitamos, si quieres, a hacerte una cuenta en Share on Ovi donde podrás colgar ficheros de hasta 100 MB y sin límite de capacidad (totalmente gratis, no faltaba más). Si de momento prefieres no registrarte, siempre puedes visitar nuestros canales y descargarte lo que quieras; no hace falta ser miembro registrado.
Esto es todo por el momento. Nos gustaría que nos comentaras qué te parece esta nueva forma de comunicarnos contigo, y si tienes alguna sugerencia para que podamos hacerlo mejor.
Gracias por tu tiempo y ¡¡feliz Día de Internet!!
Solange Cummins
Communications Manager
Nokia Spain

Mi reflexión, ya que piden feedback:
Lo primero de todo, no sé en base a qué se me está mandando este email no solicitado. No he dado autorización nunca a que se me enviase ningún tipo de comunicación comercial por parte de Nokia (a esto creo que se le llama SPAM, y de hecho creo que la Agencia de Protección de Datos no lo ve con muy buenos ojos). Imagino que a alguien le ha parecido buena idea recoger emails y mandar esto, pero definitivamente NO es una buena idea. Y menos por triplicado.
Segundo, aunque obviásemos lo anterior, esta comunicación conmigo no tiene ningún sentido. Si me conocieran de verdad, sabrían que no me interesa Nokia para nada; tengo un blog personal, en el que hablo de mis cosas, y Nokia no es una de ellas (de hecho, lo que tengo es un Sony Ericsson del que estoy muy satisfecho). ¿Por qué, entonces, me mandan este email? Es evidente de con la (¿secreta?) esperanza de conseguir menciones y enlaces en los blogs. Es algo que les interesa a ellos, y que a mí no me interesa ni lo más mínimo.
Pero ya por encima de ésto (que invalida totalmente la comunicación), un par de detalles más que, si yo fuera un blog comercial (que insisto, disto mucho de ser), también apreciaría.
No está de más que si el correo lo firma «Solange Cummins», lo envíe desde su cuenta. La comunicación 2.0 tiene mucho que ver con las personas. No se trata de que «parezca personal», sino de que lo sea de verdad. Entiendo que eso cuesta dinero, que esta persona no tendrá tiempo… pero es que a mí eso no me importa, pero en cambio sí que me molesta que se me venga «de colegas» cuando es todo una estrategia de comunicación masiva con «apariencia de buen rollo».
Más cosas: me parece bien que se cuelguen materiales interesantes. Pero habiendo decenas de lugares infinitamente más habituales para hacerlo (flickr, youtube, etc.), hacerlo dentro de un sitio propio es redundante, e intrascendente. Si de verdad se trata de ponérselo fácil a los bloggers, hay opciones mejores que Share on Ovi. Claro, que imagino que de lo que se trata en realidad no es de poner las cosas fáciles, sino de darle vidilla a la plataforma.
En fin, señores de las empresas, repito lo que ya he dicho más veces: entiendo que la web 2.0 es para ustedes un caramelo goloso, pero tomense la molestia de entender cómo funciona antes de hacer cosas como ésta, que es más perjudicial que beneficiosa. Y a las agencias de comunicación, me permito recomendarles unas nociones básicas. Y a unos y a otros, si necesitan que alguien les oriente (cosa que me parece que es evidente que sí necesitan), me ofrezco a darles un mayor asesoramiento (pagado, claro; que soy blogger, no idiota).
Actualización 19 de mayo: se ha puesto en conctacto conmigo Solange Cummins, de Nokia, para comentar la jugada. Al parecer, mi email se coló en su lista de distribución por mi relación con El Blog Salmón, y no en cuanto «blogger individual», y en cualquier caso me pide disculpas que, aunque no eran necesarias, se agradecen. En todo caso, como ya le he comentado, sigo pensando que hay errores de concepto en esta forma de afrontar la comunicación: sea como miembro de El Blog Salmón o como lo que sea, lo cierto es que nunca había habido una relación previa; alguien decidió que yo era un «objetivo interesante», agarró mi email y lo incluyó en una lista de distribución. Segundo, es mucho mejor una relación personal «de verdad» (aunque sea con una persona de la agencia; entiendo que no puede gestionar personalmente todas las comunicaciones) que una «interpuesta»; y eso descarta también los mensajes masivos; qué menos que un mínimo intento de personalizar las comunicaciones (con mi nombre, con algún detalle que permita darse cuenta de que efectivamente saben quién soy, conocen el blog, contextualizando por qué recibo esa comunicación…). Creo que la webdospuntocero es, en esencia, relaciones entre personas. Y en cuanto a Share on Ovi, más de lo mismo: dar visibilidad a su plataforma es algo que les interesa a ellos, pero que no aporta ningún valor añadido ni tiene ningún interés para el blogger; si el objetivo es «hacer más fácil la vida al blogger», entonces Share on Ovi es intrascendente y no puede convertirse en el centro de la comunicación.