El concepto de independencia financiera lo utiliza Robert Kiyosaky en su Padre Rico, Padre Pobre, un libro que resulta interesante leer en la medida en que permite reflexionar sobre nuestra forma de comportarnos respecto al dinero. Llama independencia financiera al estado en el que nuestros ingresos pasivos (es decir, los obtenidos sin una intervención intensiva por nuestra parte; rendimiento de inversiones, beneficios de negocios, etc.) superan a nuestros gastos corrientes. Si lográsemos alcanzar ese estado, nos encontraríamos en una situación en la que se podría (si queremos) vivir sin tener que trabajar. Lo cual, teniendo en cuenta las servidumbres habituales del trabajo, no suena mal…
Con una ecuación tan sencilla, parece claro alcanzar la independencia financiera pasa por dos caminos: reducir nuestros gastos e incrementar nuestros ingresos pasivos. Sencillo, ¿verdad? 😛
El caso es que sí, lo sé, eso de la «independencia financiera» suena a palabrería barata, a utopía inalcanzable para la mayoría de nosotros. Y sin embargo… creo que no es nada mala como declaración de intenciones. Probablemente sea algo difícil de alcanzar en términos absolutos, pero lo que está claro es que cuanto más nos acerquemos a ella, mejor será nuestra situación financiera.
(De hecho, ahora que lo leo, se me asemeja mucho al concepto del «móvil perpetuo«: el artilugio mecánico que genera por sí mismo la suficiente energía como para funcionar sin necesidad de ningún aporte adicional. Posiblemente sea un concepto utópico, pero cualquier actuación orientada a conseguirlo, aunque no llegue a hacerlo, redundará en una mejora de la eficiencia energética… pues eso)
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Yo creo que la independiencia financiera (o vivir de rentas como se llamaba antes) no es un fin en si mismo, y no es adecuado para la mayoría de los mortales.
No me imagino despertandome todos los días sin un incentivo, ni acostarme tan cansado como me levanto… En la sociedad, el dinero funciona como LA motivación, y sin ella, muchos caeriamos en la pasividad, la desidia y el acartonamiento mental 🙂
Pues si te interesa el tema, no dejes de pasarte por aquí:
http://www.richdadclub.es/
Es un blog relacionado con esa idea, y ya tiene material interesante al respecto que te puede ser útil.
Ups… me pasa por no poner el ratón encima de los links…
😉
Uffff… Seve, discrepo muchísimo. Obviamente, cada uno puede responder de sus motivaciones, pero yo percibo que hay incentivos más satisfactorios que el dinero.
Al final para mí el dinero tiene un componente claramente higiénico: si no tengo para cubrir mis necesidades «básicas», lo echo en falta y me veo obligado a conseguirlo. Pero una vez cubiertas esas necesidades «básicas», no actúa como elemento motivador: ni siquiera por la vía del status (quienes me conocen creo que podrán atestiguar que el status económico no me quita el sueño; sí el reconocimiento en otros ámbitos, pero no tener un coche para fardar, pegarme viajes de impactar, salir a alternar a los sitios más «in» o ser socio de no sé qué club).
En fin, que creo que me motivaría mucho más con otras cosas antes que por la amenaza de no tener el dinero suficiente… 🙂
En todo caso, veo aquí un claro potencial de sinergia: dado que tú necesitas el incentivo de «conseguir dinero» y yo estaría encantado de no necesitarlo… ¿por qué no pones una transferencia mensual de digamos mil euros a mi cuenta? Así los dos avanzamos en nuestras aspiraciones, ¿no? Tú tendrías un incentivo adicional para conseguir más dinero, y yo estaría mil euros más cerca de la independencia financiera 😀
Si tú no trabajas, y sin embargo tienes dinero… ¿quien trabaja?
¿Te has planteado lo que implica en realidad esa postura?
Yabu, sí, la verdad es que sí. De hecho, mientras lees el libro te das cuenta de que es una implicación que está detrás de todo el planteamiento: tú puedes abandonar la carrera de la rata en la medida en que haya otros «pringaos» que sigan en ella.
Ahora bien, creo que como legítima aspiración personal está bien, y además está abierta a todo el mundo. Si luego todos avanzamos a la vez hacia el mismo objetivo, no lo conseguiremos (ley de mercado), mala suerte. Pero si hay un % de gente que no se plantea esta situación o que incluso planteándosela decide que la carrera de la rata es «más segura»… entonces yo no puedo sentirme culpable de esas situaciones, ¿no?
¡Te unes a la secta de los seguidores de Kiyosaki!
La idea de la independencia financiera no suena mal, aunque si lees el libro de Kiyosaki con un poco de espíritu crítico te das cuenta de que hay un montón de chorradas. Cuando tenga tiempo escribiré en El Blog Salmón sobre el tema.
Consultor, el libro no me lo he leído pero por lo que entendí en su día abandonar la carrera de la rata no es dejar de trabajar: una cosa es renunciar a tener un nivel de vida para ganar más libertad (es lo que entiendo yo por abandonar la carrera) y otra estar en casa tocándose el pirulo y viviendo de rentas. En el primer caso, no hace falta que nadie se quede corriendo la carrera. En el segundo, sí.
Creo que son dos conceptos diferentes. Por lo que he entendido en tu post abogas por el segundo.
En cuanto a lo de sentirse culpable o no: yo creo que la ventaja de la vida social es poder compartir y ayudarnos. Creo que es más justo el intentar conseguir un futuro mejor para todos que de decir que mientras se fastidien algunos, pues yo a vivir. Lo veo un poco más «opensource»: todo lo que aportemos, lo vamos a recibir multiplicado.
Hale voy a ver si averiguo algo de Kiyosaki.
(Anda, pues resulta que la carrera de la rata es otra cosa, yo pensaba que te referías a esto:
http://alamismave.blogspot.com/2007/07/la-felicidad-est-la-vuelta-de-la.html )
Yabu, la idea de abandonar la carrera de la rata no implica necesariamente lo del pirulo :). Pero sí viene a decir que «no necesitarías trabajar para mantener tu estilo de vida». Y eso pasa por dos elementos confluyentes: que tu estilo de vida sea lo más «barato» posible (es decir, no te endeudes, no caigas en caprichos estúpidos, no compres por comprar, no pienses que consumiendo vas a ser más feliz) y otro que en la medida de lo posible generes ingresos que no dependan de «dar pedales». Como dice Kiyosaky, «no trabajar por dinero, sino que el dinero trabaje por tí». Claro que en general, si lo piensas, no es verdad ese «que el dinero trabaje por tí» (el dinero no se multiplica solo), sino que «otros trabajen por tí» (por mucho que queramos esterilizarlo pensando en «mercados financieros», «intereses» o «rendimientos de inversiones»; el dinero solo crece si detrás hay gente trabajando).
Es decir, con esa libertad que ganas puedes permitirte trabajar en algo que te guste, trabajar al ritmo que te apetezca… o no trabajar si es lo que quieres (el problema es que si no trabajas… gastas, y vuelves a hacer de rata :P).
No me he debido explicar muy bien con el planteamiento de «los demás que se fastidien». No se trata de eso. Lo que digo es que cada uno es muy libre de escoger su camino. Y si dentro de esa libertad hay un elevado porcentaje de gente que quiere vivir en la carrera de la rata (por mucho que les contemos hasta qué punto es una trampa), es su decisión. Pero si yo quiero salirme, no voy a dejar hacerlo por una mal entendida solidaridad: «como vosotros queréis seguir en la carrera de la rata, bueno, pues yo también».
Es como lo de mi piso: decido venderlo porque la hipoteca es una carga para mí que me impide hacer otras cosas. Lo vendo, además con una plusvalía maja, a otra persona que va a tener que hipotecarse. Lo que para mí era malo, para él era bueno (si no, no lo haría… ¿no?). Al final, yo conseguí liberarme de mi hipoteca a cambio de que otro la asumiera. ¿Eso me convierte en una mala persona, en un aprovechado? No, simplemente llevo al «mercado» unas aspiraciones. Si encuentro a una contrapartida con aspiraciones complementarias, llegamos a un acuerdo que es bueno para él y bueno para mí, porque los dos cumplimos nuestras aspiraciones. Si no fuera así, no habría habido acuerdo.
Pues con la carrera de la rata lo mismo: yo para salir de la carrera de la rata necesito que otros sigan en ella (trabajen y consuman para generar movimiento económico). Ahora bien, resulta que lo que para mí es malo (esa carrera) para otros es donde quieren estar (un trabajo en el que te pagen más, para tener una casa más grande, para ir de vacaciones más lejos, para tener un plasma de más pulgadas, para..). Así que todos contentos, ellos en su autoaceptada carrera de la rata y yo fuera de ella.
Estoy de acuerdo con tu planteamiento. Mientras no intentes engañar a nadie, y vayas con la verdad por delante, cada cual es libre de elegir lo que quiera.
es evidente que el libro motiva a muchos de nosotros, lo cierto es que abre la puerta a la reflexion sobre los gastos innecesarios que tenemos y la oportunidad de pensar en grande respecto a la oportunidad de manejarse correctamente con nuestras finanzas
la verdad cobran muchos intereses que la verdad una cosa que nos ayuden y otra que nos quieran joder por que la verdad que las personas que recomende se me estan quejando mucho y la verdad no es por mentir pero yo les dije maravillas de ustedes qye puedo hacer al caso»’ una sujerencia
El tema de la independencia financiera es sólo para personas que tienen un objetivo claro en su vida y que ven sólo el dinero como un medio para alcanzarlo, Hahnemann dijo «el fin de la homeopatía es que el ser humano alcance sus más altos fines» cambiemos homeopatía por dinero y no lo veremos como el demonio reencarnado que sirve para que unos pocos exploten a muchos, Osho dijo «la forma de ayudar a los pobres es NO ser uno de ellos» yo voy camino de alcanzar mi independencia financiera y la verdad cada día me levanto con más deseos de vivir y de hacer nuevas cosas. Si te sientes con una mente abierta y deseas salir de la carrera de la rata contacta conmigo. jorgeinternationalcoach@gmail.com
Me olesta los que sin leer a Robert Kiyoosaki, dudan o al menos lo critican. Mi caso es práctico.Mis padres toda la vida trabajaron duro, eran gente humilde, ahorraban e invertían, para luego compraban propiedades y negocios. Hoy nosotros sus hijos gozamos sus frutos y al menos yo, sigo haciendo más negocios y a la verdad, está resultando para mí más fácil.
Los consejos de Kiyosaki son REALES Y PRACTICOS,tan así como si quieres ir de vacasiones, presupuestas y te preparas con meses de anticipación. La independencia financiera o querer llegar a ser rico ES LO MISMO. El secreto de todo es dónde esta tu corazón, quieres ser rico y malvado materialista o dar solución a un problema cotidiano de cada día. Hoy los hijos de ese matrimonio somos cristianos, pero el tema del dinero no nos quita el sueño, mas bien es un problema superado.
Efectivamente suena bastante sencillo esto de la «independencia financiera», pero sin paciencia y sin los sacrificios necesarios en el camino, es un concepto difícil de alcanzar. Nos cuesta mucho eso de sacrificar hoy para lograr algo en el futuro, pero en la medida que entendamos esta dinámica, podremos hacerlo. La independencia financiera debería de ser un objetivo para todos y con páginas como ésta, que educan e informan al respecto, se irá volviendo algo cada vez más frecuente.
Hola Raul, nada mas te queria comentar que me intereso leer tu articulo. Tuve la oportunidad de leer el libro de Robert Kiyosaky «Padre Rico, Padre Pobre» y me parecio que toca a temas muy interesantes y constructivos. De todas maneras recomiendo a tus lectores leerlo tambien… Un Saludo…
leer el libro de Robert Kiyosaki Padre Rico, Padre Pobre, cambió mi visión acerca de las finanzas personales y como podría lograr mi independencia financiera. Fue el comienzo de una transformación que me ha llevado a diseñar este plan que me permitirá convertir 1.000 BsF en 1.192.533 BsF.
Yo había sido empleado y decidí ser el dueño de mi propio negocio…tuve una academia de inglés y una academia de computación; pero, las vendí ambas para convertirme en dueño de un negocio de asesoría metodológica que aunque era y es más rentable que las dos alternativas anteriores, según el cuadrante del dinero de Kiyosaki, me había degradado a autoempleado , porque mis ingresos dependen directamente de mi capacidad para generar ingresos.
Entonces, diseñé este plan de 27 pasos para mil millones, pensando que puesto que se trataba de reinvertir las ganancias obtenidas, me estaba convirtiendo en inversionista. En estos días, buscando una salida a mi actual situación en la que me encuentro distribuyendo tiempo, atención y oportunidades entre mi autoempleo y mi plan, releí el libro El Cuadrante del Flujo del Dinero. Mis conclusiones, parciales son las siguientes:
Autoempleado: En la actualidad soy sólo dueño de un empleo, tanto en mi empresa de asesoría metodológica como en el desarrollo del plan de 27 pasos. Tengo un sistema, que funciona, pero necesita de mí para funcionar, Si dejo de trabajar, no gano dinero y no he delegado en nadie las responsabilidades. Es más, sólo se lo he comentado a una sola persona de mi entorno, y no me acompaña, no lucha conmigo…está esperando..mi triunfo…espero.
Dueño de negocio: Esa es mi meta inmediata. Ser dueño de un sistema que funcione solo, que no necesite de mi intervención directa para generar ingresos. Antes, cuando fui dueño de negocios no entendía el flujo del dinero. Por eso, los vendí.
Inversionista: Ese es mi plan…mi norte. Lograr que el cuadrante del dinero trabaje para generar mi independencia financiera. Que el dinero trabaje para mí. Por intermedio de un negocio exitoso, que funcione sin mi intervención. Porque tengo empleados que lo hace bien, para mí. Con la capacidad para convertirme en una franquicia que genere autoempleados que generen ganancias para mí.
Antes de leer a Kiyosaki, ni siquiera sabía que esa era la vía, que así fluye el dinero. Ahora lo sé, pero no le encuentro la vuelta, o más bien; no lo he intentado realmente…tal vez sea necesario abandonar en su totalidad esa cualidad de autoempleado que me mantiene en una relativa zona de confort. Prepararme en negocios, en finanzas, cambiar mi enfoque y ser más pragmático…vender..vender..productos..mi idea..y a mí mismo.
Ese es el camino para alcanzar libertad en lugar de seguridad: la independencia financiera!!!