Hábitos saludables para vivir mejor
Por las fechas que son, va a parecer que estoy en modo «buenos propósitos». Ya sabes, de esos que rara vez se cumplen y que vamos reciclando año a año. Y quizás algo de eso también haya, aunque en realidad esto es algo en lo que vengo trabajando desde hace bastantes meses. (Con mayor o menor fortuna, eso es otra historia)
No creo en el principio de año (ni de curso, que es otra época muy típica) como «momento mágico» para el cambio de vida. El cambio sostenible se produce no mediante «arreones» y sobredosis de voluntad y motivación. Esto se agota enseguida. Lo importante es ir poco a poco. Se trata de incorporar a tu día a día de una serie de hábitos que se transforman en tu «nueva normalidad».
Mi lista de hábitos saludables
El caso es que he estado trabajando en mi lista de «hábitos saludables». Son cosas que quiero incorporar y reforzar en mi vida. Tienen que ver con la comida (lo que comemos y cómo lo comemos tiene un impacto brutal en nuestro bienestar), con el descanso, con la actividad física y con la conciencia.
Además, si hay algo que voy aprendiendo es que todo está relacionado entre sí… Es una especie de dinámica que puede ser positiva. Cuanto más consciente eres de tu día a día más capacidad tienes de actuar sobre ello, mejor descansas, mejor comes, más actividad realizas, más tranquilo estás… Pero también puede ser negativa (actúas por inercia, comes de cualquier forma, no descansas, te dejas llevar por tus impulsos, estás ansioso, comes…).
Leía el otro día la revisión del curso de salud minimalista de Homominimus. Y vamos en la misma línea: el objetivo no es el cambio radical, sino la tendencia positiva y la consolidación a medio y largo plazo. Como se suele decir, «piano piano si arriva lontano». O con una perspectiva más «budista», “if we are facing in the right direction, all we have to do is keep on walking”
Los hábitos saludables en un mapa mental
Para ilustrar los hábitos he usado la técnica del mapa mental. Es una forma muy interesante de ordenar los conceptos, y además visualizarlos y recordarlos. No es solo un ejercicio del «lado izquierdo» del cerebro (listar, agrupar, etc.), sino también del derecho (pintar, colorear… y sí, caricaturizarse a uno mismo también :P). Es una de las aplicaciones prácticas del visual thinking que viene bien aprender a usar.
Y un poco en línea con lo que decía el otro día de «recuperar lo físico», he colgado la versión original del mapa en la nevera (a lo mejor lo cambio de sitio, hay lugares donde lo voy a ver más :D) para que esté presente en el día a día.
Así que… ¡a trabajar!
Un uso muy adecuado del mapa mental para mantener siempre visible el camino para practicar cambios progresivos. La lista es muy parecida a la de hábitos que me he propuesto en este principio de año (y en anteriores, también) y el mapa me podría servir perfectamente (si no fuera por la caricatura personalizada :P)
Saludos
Es un trabajo para rescatar la vida saludable que lo necesitamos y que nuestro cuerpo lo grita….. Con voz en cuello para, para…. MUY BUEN TRABAJO