El océano infinito del conocimiento

En medio del océano

Imagínate que estás en un barco, en medio del océano. Mires hacia donde mires, no ves nada más que agua. En la línea del horizonte no se adivina ni un trozo de tierra. Da igual hacia donde avances, la perspectiva es la misma: una cantidad inmensa de agua rodeándote por todas partes.
Esta metáfora del océano la utilizo dentro del modelo Skillopment para referirme a «todo lo que podríamos aprender, si quisiéramos». Imagina que esa gran masa de agua, inacabable, inabarcable… son todos los conocimientos y habilidades que el ser humano ha desarrollado a lo largo de miles de años. Ahí está todo: la filosofía, la historia, las matemáticas, la química, la física, la biología, la tecnología, la narrativa, la poesía, la oratoria, la pintura, la música, la danza, la caza, la agricultura, la ganadería, etc, etc, etc… Mires en la dirección que mires, no ves el final. Ahí está todo. Y todo a tu disposición.
Y no es sólo la amplitud, sino también la profundidad. Si en algún punto de ese océano decides sumergirte, e iniciar el descenso, comprobarás que te resulta casi imposible tocar fondo. A cada metro que desciendas, cuanto más sepas de una materia, más niveles de profundidad se abrirán ante ti, más detalles, más matices, más sutilezas.
Y encima cada día que pasa, ese océano se hace más grande. La humanidad sigue ampliando sus horizontes, sigue profundizando en cada materia, y como resultado el volumen de conocimientos a nuestra disposición no deja de crecer de forma exponencial.
¡Es maravilloso! Ese océano está ahí, a nuestra disposición, para que alimentemos nuestros procesos de aprendizaje. Y más a día de hoy, cuando con la tecnología nuestro acceso a ese océano es más fácil y barato que nunca en la Historia.

No puedes tenerlo todo

Pero en su infinitud radica también uno de los grandes problemas de este océano: no podemos abarcarlo todo. Es absoluta y totalmente imposible. Por mucho esfuerzo que hagamos, la inmensa mayoría de ese océano quedará inexplorado para nosotros.
Si eres como yo, inquieto y curioso, ese pensamiento te generará una cierta melancolía. Saber que hay tantas cosas de las que nunca llegaré a saber nada, ni siquiera de forma superficial. Tanta riqueza, y tan poco tiempo… Pero no sirve de nada dejarse arrastrar por la melancolía. Lo que es, es. Y una de las claves del aprendizaje eficaz es aceptarlo, y abordar nuestra relación con ese océano infinito del conocimiento de forma productiva.

Cuatro pasos para aprovechar el océano del conocimiento

Tengamos en cuenta que, si nos estamos acercando a este océano no es para “pasar el rato” (si ése es el caso… !simplemente relájate y disfruta del baño!), si no para obtener de él lo que necesitamos (ni más, ni menos) para alimentar nuestro proceso de aprendizaje. ¿En qué se traduce esto? En olvidarnos de lo amplio y profundo que es el océano, y centrarnos en aprovecharlo. Esto implica:

  • Acotar lo que queremos explorar en él, y por lo tanto olvidarnos de todo lo demás.
  • Seleccionar las fuentes de las que vamos a alimentarnos, y hacerlo de manera eficiente.
  • Incorporar lo nuevo a lo que ya sabemos, filtrando aquello que resulta relevante y descartando lo que no.
  • Seguir las pistas que vayamos descubriendo en nuestro proceso para determinar cuáles son los siguientes pasos.

Esta actitud de “proactividad focalizada” (“proactividad” porque nosotros dirigimos nuestra atención, en vez de dejar que sea dirigida por estímulos externos; y “focalizada” porque nos centramos en aquello que queremos obtener y obviamos todo lo demás), apoyada en una serie de técnicas y herramientas, es la base del aprendizaje eficaz, ya que sin ella nos encontraremos chapoteando sin fin en ese océano del conocimiento, saltando de interés en interés, de fuente en fuente… diluyendo nuestros esfuerzos mientras perseguimos un imposible.
Porque recuerda: podemos aprender cualquier cosa, pero no podemos aprenderlo todo.
También puedes ver el vídeo que hice sobre este tema en mi canal de Youtube

O escuchar la píldora que grabé para el podcast Skillopment

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[Entrevista] Felipe García Gaitero y los aprendiadictos


Un nuevo episodio del podcast de Skillopment, y en este caso me hace especial ilusión. Felipe García Gaitero fue compañero de aventuras durante una de mis etapas profesionales, y a lo largo de esos años que compartimos juntos, en esas conversaciones entre trabajo y comidas varias, fui descubriendo a una persona muy interesante, inquieta y de múltiples intereses. Siempre era fascinante charlar con él, y descubrir en qué nueva historia estaba metido. Y siempre le decía: «no sé cómo lo haces». Así que cuando me planteé lanzar esta serie de entrevistas, le tenía «enfilado» porque me parecía que profundizar en su experiencia podía merecer mucho la pena. Afortunadamente aceptó cuando se lo propuse, y aquí estamos :D.
En la conversación con Felipe destaca su visión del aprendizaje guiado por la curiosidad, y el placer que obtiene del propio proceso del aprendizaje, lo que le convierte en lo que él denomina un «aprendiadicto«. Sobre este tema principal, y muchos otros accesorios, charlamos en este episodio que podéis escuchar aquí mismo, en Ivoox o en iTunes. Recuerda que puedes revisar todos los episodios del podcast, y suscribirte al mismo tanto en iVoox como en iTunes.

Éstos son los temas que han ido saliendo en la conversación:

  • 2:45 Comentamos su amplia gama de intereses, y llegamos a la idea de la curiosidad como motor del aprendizaje, y al disfrute inherente a ese tipo de aprendizaje. Esto nos alumbra el concepto de «aprendiadicto«, persona que disfrute del «chute» de placer relacionado con abordar cualquier disciplina especialmente en las primeras fases de la curva de aprendizaje.
  • 8:59 Abordamos los riesgos de que ese guiarse por la curiosidad y el disfrute acabe llevándonos a un aprendizaje desordenado, caótico, no eficaz. El riesgo de acabar siendo aprendiz de mucho y maestro de nada. Pero también hablamos del poder acumulativo y sinérgico de todo lo que aprendemos (una idea que describe muy bien Scott Adams en su libro How to Fail at Almost Everything and Still Win Big y que es una de las claves detrás de la génesis de Skillopment: «cuantas más habilidades tienes, y más desarrolladas están, más probable es que tengas suerte»), y de cómo muchas veces esa acumulación de saberes que parece no tener sentido acaba resultando, cuando unimos los puntos, significativa y valiosa.
  • 14:08 Hablamos sobre el autoaprendizaje, y la enorme cantidad de recursos que tenemos a nuestra disposición. Pero también de la necesaria habilidad para gestionar ese exceso de información, separando el grano de la paja. Y de mantener el foco para evitar caer en esa «ilusión de aprendizaje» que no es más que mero consumo de información que, tal como viene, se va. Porque al final, aprender es aprehender, y sobre todo aplicar.
  • 23:12 También mencionamos la importancia del aprendizaje social, de rodearnos de personas más experimentadas (tanto en un entorno más formal, tipo «maestro», como de relación interpares) que nos permitan muchas veces aprender por ósmosis.
  • 25:50 Comentamos el papel de los proyectos prácticos en el proceso del aprendizaje, y cómo arremangarnos, ponernos manos a la obra y cacharrear nos ofrece una oportunidad de descubrir nuevas ideas, guiar nuestro aprendizaje, desmontar ideas preconcebidas… Y también reflexionamos sobre el papel del error, y cómo debemos perder el miedo a equivocarnos porque equivocarse es lo normal cuando uno aprende.
  • 31:18 Hablamos de cuándo se produce el momento óptimo para dejar de lado un aprendizaje y pasar a otro, cuándo el esfuerzo empieza a tener un rendimiento decreciente. Mencionamos las visiones complementarias de las 10.000 horas de Gladwell  y las 20 horas de Kaufman, y cómo podemos vivir en la «mediocridad», sin necesidad de ser un «experto» en todas las materias que abordemos. Al fin y al cabo, todo depende de con quién te compares.
  • 37:52 Le pregunto a Felipe por cuáles cree que son las claves del aprendizaje eficaz, y menciona la importancia de la motivación (especialmente cuando es intrínseca), el involucrarse con atención plena (que nos lleva a hablar de la práctica deliberada) y con los cinco sentidos (relacionándolo con el concepto de multisensorialidad que comentábamos en otro episodio del podcast)
  • 43:50 Hablamos sobre uno de los grandes problemas del aprendizaje: el «no tengo tiempo». Y cómo la gestión del tiempo es en realidad una gestión de prioridades, y que incluso teniendo en cuenta las restricciones que pueda marcarnos nuestro estilo de vida (trabajo, familia, etc.) siempre tenemos un margen de maniobra que podemos gestionar. Pero para eso es importante tomar conciencia de nuestras rutinas e inercias, y actuar sobre ellas. Y comentamos el valor de la constancia.
  • 55:25 Volvemos, para cerrar, sobre el tema inicial: la curiosidad como motor del aprendizaje, su carácter innato o aprendido, y qué podemos hacer para incentivarla y cultivarla.

Einstein y el secreto del aprendizaje

Albert Einstein, quizás el científico más icónico de todos los tiempos, también era un padre preocupado por la educación de sus hijos.

Así, en una carta a uno de ellos, cuando tenía 11 años, se muestra encantado de que al niño le guste el piano, y le hace la siguiente recomendación:

«En el piano, toca sobre todo aquello que te apetezca, aunque no sea lo que el profesor te mande. Así es como más se aprende, cuando haces algo disfrutando tanto que no notas el paso del tiempo. Yo mismo a veces me concentro tanto en mi trabajo que se me olvida comer…»

Einstein se refiere así a lo que más tarde el psicólogo Mihaly Csikszentmihalyi describiría como «estado de flujo», esos momentos deliciosos donde se produce un equilibrio perfecto entre nuestras habilidades y el reto al que nos enfrentamos, y en los que nos sentimos plenamente integrados con la tarea que tenemos entre manos.

Cada vez son más los indicios que apuntan a que un cerebro involucrado aprende más y mejor. Y en consecuencia los métodos pedagógicos cada vez se centran en dar más participación y responsabilidad al «aprendiz» en el proceso de aprendizaje, en las que el juego y la diversión toman un mayor protagonismo, tratando de adaptarse a la manera en la que el cerebro aprende.
Pero, siendo esto así, tampoco debemos caer en el riesgo de pasarnos al otro extremo, y considerar que todo el aprendizaje debe ser divertido y placentero y que, si no, hay que descartarlo. Porque la realidad es que a veces toca tirar de esfuerzo y de sacrificio, y más nos vale estar preparados para afrontar ese equilibrio si no queremos frustrarnos a las primeras de cambio.
¿Significa esto que Einstein no tenía razón cuando aconsejaba a su hijo? Depende de si consideramos su planteamiento como un absoluto o como un relativo (<-- atención al chiste :D). Siempre está bien introducir el disfrute dentro del proceso de aprendizaje; el problema viene si aspiramos a que todo sea disfrutar, y decimos (por ejemplo) que no hay que hacer caso al profesor cuando nos plantee un ejercicio que nos resulte aburrido, o que no debemos perseverar a la hora de afrontar un ejercicio que se nos resiste, o que no debemos estudiar con esmero una pieza musical antes de ser capaces de tocarla por puro placer, o que vamos a limitarnos a repetir una y otra vez aquello que nos hace sentir bien sin exponernos fuera de la zona de confort para seguir creciendo.
Como ya dijo Aristóteles, «en el término medio está la virtud».
PD.- Este artículo fue enviado originalmente en la newsletter de Skillopment. Si te ha gustado, quizás quieras suscribirte para recibir periódicamente contenidos interesantes sobre aprendizaje y desarrollo eficaz de habilidades.
PD2.- Actualizo el post para incluir el vídeo que he hecho para mi canal de Youtube (al que también, claro, te invito a suscribirte):

[Entrevista] Óscar García Gaitero y los Smart Students


Tuve el placer de charlar un buen rato con Óscar García Gaitero. Óscar es Doctor en Psicología de la Educación, y como tal un estudioso de los últimos avances en materia de neuropsicobiología y del impacto que tienen en cómo generar un aprendizaje más eficaz. Pero no se limita a los estudios teóricos, si no que pone en práctica esas ideas en su trabajo docente tanto con niños y adolescentes como personas adultas.
Óscar maneja el concepto del «Smart Student«, un aprendiz que desarrolla una consciencia sobre uno mismo y sobre el proceso de aprendizaje, capaz de activar mecanismos y herramientas que le permiten superar las barreras que dificultan sus avances. Un proceso idealmente iniciado en las etapas iniciales de la educación, y que poco a poco genera adultos autónomos y autosuficientes capaces de liderar y gestionar su propio aprendizaje.
De todo esto y de muchas más cosas conversamos en este episodio del podcast Skillopment que puedes escuchar aquí mismo, en Ivoox y en iTunes. Recuerda que puedes revisar todos los episodios del podcast, y suscribirte al mismo tanto en iVoox como en iTunes.

Éstos son los temas que han ido saliendo en la conversación:

  • 1:15 – Empezamos hablando de los avances científicos en materia de neurociencia y neuropsicología y su aplicación a la educación, en la medida en que permiten que las metodologías y herramientas se adapten mejor a la forma en que el cerebro aprende.
  • 7:06 – Hablamos de algunas de esas estrategias y metodologías que se están demostrando útiles de cara a un aprendizaje más eficaz: involucración multisensorial, flipped classroom, autoconciencia, sofrología y gestión emocional, positivismo…
  • 22:24 – Reflexionamos sobre las exigencias de estos enfoques (en términos de tiempo de observación, tiempo de preparación, tiempo de personalización, habilidades y formación de los docentes, recursos…) y su impacto, en comparación con el enfoque de educación más tradicional.
  • 27:14 – Valoramos cómo es posible extrapolar estas ideas desde el ámbito educativo al del autoaprendizaje.
  • 32:58 – Comentamos la importancia que tiene el meta-aprendizaje, es decir, la reflexión sobre uno mismo y el proceso de aprendizaje, y la importancia de dedicarle foco, tiempo y espacio.
  • 37:54 – Profundizamos en las teorías del Yo1 y el Yo2 de Tim Gallwey, que parte de la premisa de que el rendimiento de una persona es igual a su potencial menos las interferencias cognitivas y que, por tanto, la forma de alcanzar el potencial es trabajar para eliminar esas interferencias. Y qué se puede hacer en ese sentido tanto en un contexto educativo como de autoaprendizaje.
  • 56:40 – Llegamos al concepto del Smart Student, un aprendiz capaz de observarse, analizarse y aplicar mecanismos y herramientas que mejoren su proceso, convirtiéndose así en líder y gestor de su propio aprendizaje.

[Entrevista] AJ Masiá, aprendizaje y procrastinación


Ah, la procrastinación… esa bonita palabra que yo francamente, hasta no hace demasiado tiempo, pensaba que nos habíamos inventado… y que resulta que se remonta hasta los romanos. Procrastinar, o el arte de «dejar para mañana lo que podrías hacer hoy». Un comportamiento tan familiar, y tan frustrante, y que tanto daño hace a nuestra capacidad de conseguir objetivos de todo tipo, incluyendo los de aprendizaje.
Leí hace tiempo una serie de posts sobre la procrastinación. Me pareció un tema interesante, y dado que ya había puesto en marcha la idea del podcast… qué demonios, decidí proponerle a su autor, Antonio José Masiá, si le apetecía que tuviésemos un ratito de charla sobre el tema. Antonio José Masiá, es consultor artesano en efectividad centrada en las personas, autor del blog cambiandocreencias.com y uno de los miembros de la red Óptima Lab. Y no puedo por menos que agradecerle que haya tenido la amabilidad de compartir esos minutos conmigo. El resultado, una charla muy enriquecedora (que, como hemos convenido al final, es una de las maneras más agradables de aprender). Podéis escucharlo aquí mismo, y también se puede acceder a él en ivoox y en iTunes. Recuerda que puedes revisar todos los episodios del podcast, y suscribirte al mismo tanto en iVoox como en iTunes.

Estos son los temas que han ido saliendo en la conversación:

  • 1:35 – Antonio José cuenta su relación con el aprendizaje, y cómo (al igual que tantos otros) pasó muchos años dejándose llevar por el sistema de educación tradicional, como alguien le dijo que «la informática no tenía futuro», hasta que un día decidió tomar las riendas y convertirse en su propio «jefe de estudios». Hablamos de lo difícil que resulta, de lo poco que ayuda el entorno, y sin embargo de lo crucial que es.
  • 8:58 – Comentamos lo difícil que es, especialmente para los adultos, desembarazarnos de nuestra «mochila de experiencias» y adoptar una mentalidad de aprendiz que nos permita, primero, «desaprender» para luego poder adquirir nuevos conocimientos.
  • 11:22 – Las creencias son los cimientos sobre los que se sustentan nuestras acciones, y también nuestras limitaciones. Hablamos sobre el difícil camino para ser capaz de identificarlas, analizarlas y cambiarlas. Una pista: el blog de Antonio José se llama «Cambiando creencias».
  • 14:08 – Rutinas, hábitos, persistencia… como elementos imprescindibles a la hora de transitar el camino del aprendizaje.
  • 15:54 – Entramos en materia sobre la procrastinación y su funcionamiento. Hablamos de las ideas de Piers Steel (investigador sobre la procrastinación), y del funcionamiento dual (frío / caliente) de nuestro cerebro, y cómo en realidad estamos programados para procrastinar.
  • 21:40 -¿Cómo podemos reconducir la tendencia natural de nuestro cerebro a procrastinar? Hablamos de gestión de la atención, actuaciones sobre el entorno e implantación de hábitos.
  • 25:20 – La ecuación de la procrastinación, y su relación inversa con la motivación. Vemos cómo actúan algunos factores como la expectativa respecto al resultado que obtendremos, el significado/sentido que le otorgamos, nuestra tendencia a la impulsividad/cortoplacismo… y recuperamos las ideas de Daniel Pink sobre maestría, propósito y autonomía.
  • 28:05 – Coincidimos en la importancia de «la visión» como columna vertebral que sostiene todos los demás elementos tácticos del aprendizaje, y cómo la «falta de visión» es la raíz de muchos de los problemas del aprendizaje.
  • 32:15 – Recuperamos el hilo de los hábitos, y algunas tácticas para poder implantarlos con eficacia. La clave: reducir la fricción.
  • 36:30 – Reflexionamos sobre la «ingeniería del aprendizaje», cómo es necesario diseñar, planificar, adaptar… todas nuestras acciones si queremos ser capaces de sostenerlas a largo plazo.
  • 41:53 – Analizamos algunos paralelismos entre el «aprendizaje eficaz» y la «efectividad personal», especialmente los relacionados con la necesidad de articular una visión y las rutinas de planificación/revisión.
  • 48:57 – Le damos una vuelta a la «efectividad del aprendizaje», cómo muchas veces el aprovechamiento que hacemos del tiempo que dedicamos a aprender es muy escaso, y cómo puede mejorar aplicando una serie de técnicas.
  • 51:27 – Nos acercamos al cierre hablando de la «efectividad personal» como habilidad clave y de impacto transversal, de la capacidad que tenemos todos de poder desarrollarla, y de cómo abordar su enseñanza.
  • 55:00 – Reivindicamos la idea del compromiso como elemento clave para el aprendizaje eficaz.
  • 1:00:45 – Cerramos hablando de Rafa Nadal y del valor de los ejemplos, y de la importancia de centrarse no tanto en el resultado que consiguen, si no en los procesos que ponen en marcha para crecer.

 

[Post invitado] La tecnología digital como soporte a la construcción del conocimiento


[Nota: éste es un post elaborado por Javier Leiva, experto en tecnología para el aprendizaje, la enseñanza y la productividad personal. Más información al final del post]
En mi casa, cuando rememoramos viajes que hemos hecho juntos, casi siempre soy yo el que recuerda más detalles, el que sabe decir de memoria en qué lugar hicimos tal o cual cosa (o de dónde es exactamente tal o cual foto que podamos ver aislada del resto de imágenes del viaje), qué situación curiosa vivimos aquel día, qué y dónde comimos, la conversación que tuvimos con determinada persona que encontramos en el camino, etc. Al final es común que alguien me pregunte: ¿cómo te puedes acordar de todo con tanto detalle? Siempre había pensado que simplemente tener más memoria viajera era una de mis características. Algo que venía de serie, digamos. Sin embargo, al leer sobre el construccionismo en el libro Invent to learn he cambiado de opinión.
Los autores del libro, Sylvia Libow y Gary Stager, reseñan parte del trabajo de Seymour Papert, considerado el padre del construccionismo en pedagogía. Dicho muy brevemente, esta teoría defiende que el conocimiento no se transmite sino que se construye a partir de la experiencia emanada de las acciones del propio aprendiz. Formadores y mentores no quedan fuera del aprendizaje, sino que cuando están son figuras que proporcionan la orientación y las herramientas necesarias para que esa construcción sea posible.
La teoría de Papert parte del constructivismo de Piaget y le añade el concepto de construcción dando un gran protagonismo al uso de la tecnología digital y al diseño y manipulación de objetos. Es decir, pone el énfasis en la generación de evidencias que acompañan, dan soporte y terminan siendo la prueba del aprendizaje adquirido.
La página 73 del libro del libro mencionado reseña las ocho grandes ideas que se encuentran tras la creación del Constructionist Learning Laboratory, que Papert puso en marcha alrededor de 1999 en The Maine Youth Center (un correccional de menores en Estados Unidos) para investigar y probar sus teorías. Copio a continuación las dos ideas que tienen que ver más directamente con tecnología digital:

  • (2) Tecnología como material de construcción. Si puedes usar tecnología para crear cosas nuevas, entonces puedes crear cosas mucho más interesantes. Además, puedes aprender un montón mientras las estás creando. Esto es especialmente cierto cuando se trata de tecnología digital: ordenadores de todo tipo incluyendo el Lego controlado por ordenador de nuestro laboratorio.
  • (8) Estamos entrando en un mundo digital en el que saber sobre tecnología digital es tan importante como leer o escribir. Aprender sobre ordenadores es esencial para nuestros futuros estudiantes, pero lo más importante es poder usarlos ya ahora para poder aprender sobre cualquier otro tema.

Son ideas formuladas a caballo entre los siglos XX y XXI, y desde entonces la tecnología digital no ha hecho más que aumentar su protagonismo en el mundo. A mi modo de ver, lo ha hecho de una manera que no hace sino confirmar esas dos ideas expresadas anteriormente.
El motivo por el que relaciono la memoria viajera con el construccionismo es mi actividad nocturna durante los viajes. Cuando todos se van a la cama tengo por costumbre quedarme despierto y escribir sobre lo que hemos hecho durante el día. Tecleo una redacción a modo de diario y la enriquezco con todo tipo de materiales: fotos que hemos hecho como complemento gráfico a lo que he escrito, direcciones web que amplían la información sobre los lugares que hemos visitado (un artículo de un blog o de la Wikipedia, la página de un museo o del restaurante en el que hemos comido, etc.), videos relacionados (documentales, a menudo), etc. Me acuesto muy tarde porque no solamente busco esos recursos sino que me paro a leer, a ver los videos en el momento si no son muy largos, etc. Fácilmente dedico entre una o dos horas diarias a las tareas descritas.
El caso es que, después de leer sobre las ideas de Papert, creo que es ese proceso el que me permite más tarde dar todo tipo de detalles en las conversaciones familiares. Lo que hago no se limita a transcribir la memoria de un día, sino que relaciono a ésta con sus recuerdos gráficos (nuestras propias fotos) y la enriquezco con información complementaria que da contexto y convierte el resultado final en una experiencia mucho más completa y que se fija mejor en mi memoria. En otras palabras, construyo mi conocimiento viajero a través de la generación de evidencias en una suerte de portfolio digital (suele ser un blog privado, en concreto). No era, por lo tanto, una cualidad innata sino el fruto de un esfuerzo.
Del mismo modo que yo aumento y consolido mi conocimiento usando la tecnología digital como soporte al proceso de aprendizaje y en relación a un tema concreto, cualquiera puede hacer lo mismo enfocándose en otro tema y con las mismas o parecidas herramientas. La parte instrumental está al alcance de todo el mundo: plataformas de todo tipo que se pueden complementar entre ellas, gratuitas o muy baratas y con una baja curva de aprendizaje. Si le sumas interés por el tema y estar dispuesto a dedicarle el tiempo y esfuerzo necesarios, los resultados están asegurados.
[Nota: éste es un post elaborado por Javier Leiva, experto en tecnología para el aprendizaje, la enseñanza y la productividad personal. Tengo contacto con Javier desde hace ya muchos años (puedes leer la entrevista que le hice hace unos meses), y teniendo en cuenta mi reciente foco en el mundo del aprendizaje y el desarrollo eficaz de habilidades le planteé la posibilidad de hacer cosas juntos aprovechando nuestra afinidad y la complementariedad entre su enfoque (más orientado a la tecnología) y el mío. De momento hemos explorado la vía de los «posts invitados», ¡pero seguro que habrá más! #vamosRafa]

Diez razones por las que "eres un paquete"

El otro día me encontré en Youtube con este vídeo en el que un profesor de guitarra extrae de su experiencia «diez razones por las que eres un paquete tocando la guitarra«. Lo curioso es que, cuando le escuchas, te das cuenta de que «la guitarra» es circunstancial. Porque estas diez razones son en su gran mayoría extrapolables a cualquier aprendizaje en el que estés trabajando.
¿Cuáles son estas diez razones?

  • Falta de práctica: hay que dedicar tiempo a practicar, y eso es una cuestión de hábitos, de rutina, de motivación, y de integrar la práctica en nuestro día a día.
  • Quedarse en la superficie: tenemos tantas opciones, tantos recursos a nuestra disposición, que nos pasamos la vida picoteando de aquí para allá, probando una cosa detrás de otra, sin dedicar el tiempo suficiente a cada una como para realmente aprenderla.
  • Práctica descuidada: practicamos de cualquier manera. Rápido, sin prestar atención a los detalles… y así, nuestro tiempo de práctica es muy ineficiente. La práctica tiene que ser deliberada: lenta, metódica, detallista.
  • No disfrutar del proceso: a veces, por “aprender”, nos sometemos a actividades que no nos reportan ninguna satisfacción. Y ese es un contexto en el que el abandono crece de forma exponencial. Hay que buscar un entorno donde el esfuerzo sea también disfrutable.
  • Mal equipamiento: para aprender no necesitamos el “tope de gama”, pero sí un equipo suficiente que no nos suponga una barrera adicional.
  • Estrés: estamos sometidos en nuestro día a día a tantas exigencias que ese estrés acaba afectando también a nuestro proceso de aprendizaje, impidiendo que disfrutemos de él. Se trata de hacer que nuestro aprendizaje suponga un periodo de relajación, de aislamiento respecto al resto de exigencias del día a día.
  • No sabes aprender: porque nadie nos ha enseñado nunca cómo aprender, y no hemos dedicado tiempo a conocer cuál es la mejor forma de hacerlo.
  • Perdemos oportunidades de aprender: el día a día nos ofrece muchas oportunidades de aprender, muchas reflexiones que podemos aprovechar. Tenemos que estar atentos para sacarles partido.
  • Nos saltamos el ABC: porque lo damos por sabido, porque nos parece “obvio”… y al final no dedicamos el tiempo suficiente a poner unos cimientos sólidos a nuestro aprendizaje.
  • Falta de confianza: porque cuando somos aprendices somos vulnerables, tenemos la sensación de que “somos malos”, y eso limita nuestra capacidad de crecer. Tenemos que adquirir confianza poco a poco, asumiendo retos adecuados a nuestro nivel, y con confianza de que vamos avanzando.

[Vídeo] Mentalidad fija vs. mentalidad de crecimiento

¿Qué es la mentalidad fija? ¿Y la mentalidad de crecimiento? ¿Qué influencia tienen en tu capacidad de desarrollo?
Estos conceptos fueron popularizados por la psicóloga Carol Dweck en su libro Mindset, y reflejan dos modelos mentales alternativos que explican cómo podemos ver a los demás y a nosotros mismos en términos de aprendizaje.
Por un lado tenemos la mentalidad fija. Quienes tienen ese tipo de mentalidad creen, de una manera un tanto determinista, que cada uno tenemos una serie de talentos. Hay cosas que se nos dan bien por naturaleza, sin esfuerzo aparente; y hay otras cosas que simplemente se nos dan mal, para las que no estamos dotados. Eres bueno, o eres malo. Y nada de lo que hagamos cambiará esa realidad.
La mentalidad fija es muy dañina para el desarrollo y el aprendizaje. Porque si hay algo en lo que crees que eres bueno, tenderás a relajarte: ¿para qué vas a esforzarte, si ya se te da bien por naturaleza? Además, «soy bueno en esto» forma parte de tu identidad. Y por lo tanto tenderás a exponerte lo menos posible a situaciones donde esa parte de tu identidad se vea amenazada. No saldrás de tu zona de seguridad, no te enfrentarás a nuevos retos donde puedas fallar, porque eso significaría que «no eres bueno».
Y si ya crees que «eres malo»… ¿para qué molestarse en intentarlo? No tiene sentido. Y si por casualidad un día lo intentas, lo más probable es que falles… y entonces tu percepción de que «eres malo» se refuerza, «lo ves, si ya lo sabía yo», «quién me mandaría a mí».
Por contra, quienes tienen mentalidad de crecimiento ven su situación, sea la que sea, como un momento puntual dentro de un proceso de desarrollo. Si algo se te da bien no es por un talento innato, si no porque a lo largo del tiempo has trabajado, te has esforzado y has mejorado. Y si quieres seguir creciendo tienes que seguir trabajando y esforzándote. Y si algo se te da mal no pasa nada, es normal, nadie nace aprendido. Trabajando y esforzándote serás cada día un poco mejor.
Para quien tiene mentalidad fija, ser «bueno» o «malo» es una etiqueta que se asocia a la persona de forma indeleble. Para quien tiene mentalidad de crecimiento, es una situación circunstancial, susceptible de cambiar.
Mientras que para los de la mentalidad fija el acierto o el error son la prueba evidente de si eres bueno o malo, para los de la mentalidad fija son simples síntomas de un proceso de crecimiento. Fallar no significa que seas malo, si no que estás aprendiendo.
Es muy importante pararse a darse cuenta de qué mentalidad es la que predomina en nosotros cuando nos hablamos a nosotros mismos o a los demás. Nuestras actitudes, nuestras palabras… pueden ponernos en situación de bloqueo o, por el contrario, activar una forma de ver el mundo que nos facilite el crecimiento y el desarrollo.
Más información | Carol Dweck explica su teoría en esta charla en Google
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Tecnología y aprendizaje: donde la tecnología no llega


Hoy escribo en el blog de Javier Leiva. Javier profundiza cada día más en la tecnología como medio para el aprendizaje y la enseñanza, y se me ocurrió hacer un poco de «abogado del diablo» con él. Porque sí, la tecnología nos puede ayudar de mil y una maneras a la hora de aprender y desarrollar nuestras habilidades, pero hay un punto fundamental al que no llega.

Cuando me paro a pensar, creo que la capacidad de la tecnología para resolver esas dificultades es limitada. Porque no se trata de un problema externo, si no de un problema interno. Un problema de visión, de saber qué queremos aprender, y sobre todo por qué y para qué queremos aprenderlo.

Podéis leer el artículo allí: Donde la tecnología no llega
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[Vídeo] Mi primer vídeo en Youtube

A principios de año me preguntaba si «haría un videoblog en 2017«, y durante unos cuantos párrafos me dedicaba a pensar en voz alta. ¿Tiene sentido? ¿No tiene sentido?
Bueno, pues como suelo comentar mucho con Alfonso Romay, nadie tiene la respuesta. Hay unos grados de incertidumbre que siempre van a estar ahí, y que no se van a despejar nada más que probando. «Demasiada gente se queda bloqueada esperando a que alguien más sabio le muestre el camino, pero no hay camino». Ya lo decía Machado, se hace camino al andar.
Así que ahí voy, con mi primer vídeo en Youtube.
¿Por qué ahora? Pues la cosa es que estaba preparando una versión online del curso «Aprende mejor». Escribiendo el guión, etc. Y cuando intentaba visualizarme grabando los recursos en vídeo… uf, me costaba un mundo. Siempre me he sentido incómodo delante de la cámara. No me gusta cómo me veo, no me gusta cómo sueno, me siento bastante… ridículo. Y eso, claro, es una barrera importante si quieres producir un curso online.
En mi libro sobre aprendizaje eficaz dedico todo un capítulo a hablar sobre esa sensación de incomodidad del que está desarrollando una habilidad. Esos momentos iniciales donde te sientes torpe, vulnerable, plenamente consciente de tu incompetencia. Y lo difícil que es enfrentar esas sensaciones, aguantar el tirón y sobreponerse para empezar a mejorar. Difícil, desagradable… pero imprescindible. Así que decidí que, en vez de rehuir esa sensación (como posiblemente he hecho en el pasado), esta vez me iba a aplicar mi propia medicina. ¿Quieres desarrollar esta habilidad? Pues hala, de cabeza fuera de la zona de confort.
Otro de los puntos del libro hace mención a la importancia de «poner en marcha un proyecto práctico» en el que puedas aplicar esa habilidad que estás desarrollando. Por eso, en vez de hacer mis pinitos «en privado», he decidido volcarlos en el canal de Youtube, un medio que me «obligue», que tire de mí. Y al final, una parte importante de «superar la sensación de ridículo» tiene que ver con exponerse, con que otros te vean. Así que dos pájaros de un tiro.
La verdad es que, una vez tomada la decisión, luego el proceso está siendo menos «doloroso» de lo que pensaba. Sí, me sigo encontrando incómodo; y sí, tengo cierta aprensión respecto a «qué pensará la gente». Pero es lo que tiene la zona de «inconfort»… mientras la conquistas.
PD.- ¿Cuáles son mis planes con el canal en Youtube? Pues tal y como lo visualizo, será un complemento al blog. Si me lees habitualmente ya sabes de qué palo voy, los temas que trato… aunque también imagino que poco a poco iré explorando contenidos más adaptados al vídeo… iremos viendo 🙂